Gasto por pandemia fue de 2,3% del PIB en 2020 según el MEF, que recibió cuestionamientos

Arbeleche > “La respuesta ante la pandemia fue contundente”

Foto: Presidencia

El Estado uruguayo realizó aportes por US$ 1.217 millones, el 2,3% del PIB, para atender los efectos económicos, sociales y sanitarios del covid-19, según informó la ministra de Economía Azucena Arbeleche. La jerarca también destacó el cumplimiento de “todas las previsiones fiscales previstas”. Sin embargo, los números presentados recibieron cuestionamientos desde la oposición, el ámbito académico, empresarial y sindical. En particular, se critica la utilización de montos garantizados por el Estado como gasto efectivo, lo que constituye un error “tan grave como innecesario”.

El Ministerio de Economía y Finanzas (MEF) realizó una presentación sobre el balance y las perspectivas macreconómicas de Uruguay, que estuvo a cargo de la ministra Azucena Arbeleche, donde se defendió la gestión del gobierno para mitigar los efectos económicos de la pandemia y se destacaron los cumplimientos de los objetivos planteados.

Sin embargo, la presentación recibió duras críticas por parte de integrantes de la oposición e incluso desde el ámbito académico, sindical y empresarial, por diferencias respecto a los aportes efectivamente erogados por el Estado.

Los números del MEF

Arbeleche contextualizó que atravesamos por “una pandemia sin precedentes a nivel internacional” que llevó a una respuesta del Gobierno por US$ 1.217 millones, lo que equivale al 2,3% del PIB. En su opinión, fue “una respuesta contundente” que incluyó al Fondo Coronavirus y los fondos garantizados por el Estado a través del SiGa. Pese a estos gastos extraordinarios, destacó que “se cumplieron todas las estimaciones fiscales y sin suba de impuestos”.

Respecto a los egresos realizados a través del Fondo Coronavirus, Arbeleche detalló que en conjunto implicó gastos por US$ 711 millones, lo que representa un 1,3% del PIB. Al Ministerio de Desarrollo Social (Mides) se destinaron US$ 144 millones, a medidas de salud US$ 48 millones, licencia de la construcción US$ 17 millones, seguro de enfermedad US$ 26 millones, seguro de desempleo US$ 238 millones, resignación de aportes por US$ 213 millones y otros insumos por US$ 25 millones.

La titular del MEF remarcó que ni bien se conocieron los primeros casos de covid-19 en Uruguay, se comenzaron a aplicar diferentes medidas para mitigar los impactos económicos y sociales, con especial foco en el sector productivo y las micro, pequeñas y medianas empresas. Entre las medidas adoptadas mencionó la exoneración de aportes patronales, el aplazamiento de vencimiento de tributos, seguro de desempleo (flexibilización y creación del régimen parcial), subsidios, y medidas para el turismo.

También resaltó que “el foco” se puso en el SiGa, ya que era “fundamental que el problema de falta de liquidez no se convirtiera en un problema de solvencia”.

Respuesta contundente

En respuestas a críticas de que no se está poniendo el foco en los sectores más vulnerables, Arbeleche señaló que se apoyó a los hogares más vulnerables con un paquete de instrumentos, que incluyeron el fortalecimiento de los programas de asignaciones, las canastas del Inda, nuevos refugios para personas en situación de calle y cobertura de salud para quienes perdieron sus empleos. Detalló que las transferencias sociales en pesos aumentaron un 56% respecto a 2019 debido a la emergencia y los beneficiarios de las transferencias sociales aumentaron un 40%.

Con toda la batería de medidas se erogaron US$ 711 millones a través del Fondo Coronavirus y otros US$ 506 millones a través de Garantías del SiGa.

“La respuesta ante la pandemia fue contundente”, concluyó.

Arebeleche también se refirió al cumplimiento de las previsiones fiscales del Gobierno, y a la relevancia de “encapsular” los gastos extraordinarios que presenta la actual coyuntura sanitaria por su carácter transitorio, para separarlo de lo que son los gastos estructurales.

“Se cumplieron todas las previsiones fiscales previstas en la ley de presupuesto. Eso es importante porque hacía tiempo que no se cumplía”, sostuvo la ministra.

Detalló que el déficit fue de 6% del PIB con la nueva metodología de Cuentas Nacionales, y de 6,4% con la antigua, cifra alineada con la previsión del Gobierno de 6,5% realizada con el formato de medición anterior.

“Hay un foco especial en la regla fiscal, para separar lo permanente de lo transitorio”, sostuvo Arbeleche, explicando que si se quita el efecto del ciclo económico, el resultado estructural del déficit fue de 4,1% del PIB, cifra alineada con la previsión presupuestal.

Cuestionamientos

Los números presentados por Arbeleche fueron cuestionados en términos generales por el Frente Amplio, pero también por algunos actores del sector académico y de la construcción.

Uno de ellos fue el  decano de la Escuela de Negocios de la Universidad Católica, que criticó el hecho de que se haya sumado como gasto de pandemia a las garantías de créditos otorgadas por el SiGa. “Es tan grave como innecesario, llamar a confusión entre conceptos tan distintos como ‘gasto’ y ‘pasivos contingentes (una garantía)’”, escribió en su cuenta de Twitter.

A nivel político, el senador Mario Bergara, criticó que se están sumando “peras con manzanas” para “dibujar engañosamente” los fondos destinados para afrontar la pandemia. “Lo que efectivamente se ha volcado está en el orden de los US$ 700 millones que es un 1,3% del producto. Lo hemos dicho ya muchas veces, es un guarismo que nos deja bastante mal parados en cualquier comparativo internacional», señaló.  “Se dice que son US$ 1.200 millones porque se suman 500 millones que no son gasto, es simplemente el monto de crédito garantizado por el sistema de garantías, una medida que está funcionando razonablemente, pero que no se puede sumar como gasto del gobierno”, agregó.

“Es tan grave como innecesario, llamar a confusión entre conceptos tan distintos como ‘gasto’ y ‘pasivos contingentes (una garantía)’”, escribió Marcos Soto, decano de la UCU Business School.

Por su parte, Pablo Ferreri, ex subsecretario del MEF criticó los resultados fiscales, asegurando que constituyen un “grave error”, ya que “no se puede tener en 2021 los mismo objetivos en materia económica que los que se tenían en 2019, ignorando por completo que en el medio ocurrió y ocurre una pandemia global». También lamentó “la ausencia de rumbo” del Gobierno.
Por último, también llegaron cuestionamientos desde la construcción. El Sunca emitió un comunicado rechazando que la partida especial obtenida en marzo por los trabajadores de la construcción sea contabilizada como un aporte del gobierno. «Esa partida fue conquistada con lucha por el Sunca en instancias de negociación tripartita, con el sector empresarial y el Poder Ejecutivo», señala el comunicado, que detalla que el costo total de la partida es asumido en un 50% por los empresarios de la construcción, y un 25% los trabajadores al aportar un jornal de la licencia generada y el equivalente a un jornal del aguinaldo. En ese sentido, rechazan “que el gobierno se atribuya como iniciativa propia una medida que se tuvo que tomar precisamente ante la ausencia de respuestas».

De igual forma, el presidente de la Cámara de la Construcción, Diego O’Neill, también manifestó su desacuerdo al señalar que de los US$ 17 millones puestos como erogaciones por Arbeleche, el Estado terminará aportando un 30% aproximadamente.

 


“Lo peor habría quedado atrás”

Para el 2021, Arbeleche evaluó que existen “señales auspiciosas” pero remarcó que se continuará con el apoyo por parte del Estado para atender la situación sanitaria, económica y social.

Explicó que a nivel internacional hay señales positivas, como las bajas tasas de interés, el crecimiento de los países relevantes para la economía uruguaya y la tendencia al alza de los precios de los commodities.

“Estamos viendo algunos indicadores en materia económica que indican que lo peor habría quedado atrás”, señaló Arbeleche, poniendo como ejemplo la mejora de la recaudación sobre finales del 2020 y la confianza del consumidor, que se recuperó desde su punto más bajo.

También evaluó que “se trabaja muy consistentemente la política fiscal, monetaria y de ingresos, para recuperar la competitividad”, y sostuvo que en materia de Tipo de Cambio Real si bien aún “tenemos una brecha importante con nuestros vecinos”, al comparar con otros competidores relevantes “se ha experimentado una mejora”.

Luego de caer 5,8% en 2020, para 2021 se espera que la economía repunte 3,5%, cifra menor a la proyectada “porque no esperábamos que el covid persistiera en 2021”, dijo. En cuanto al resultado fiscal, se espera un déficit de 4,3% del PIB y de 4,1% para el Gobierno Central. Este deterioro es consecuencia de la pandemia y de la aplicación del fondo coronavirus que continuará durante este año y se estima que implicará unos US$ 540 millones. “No tenemos una fecha de caducidad de la pandemia, pero lo importante y la certeza es que si se necesita más para atender lo social, lo económico y lo sanitario, va a estar”, concluyó.