La confianza del consumidor aumentó en setiembre por segundo mes consecutivo

Puntaje > es el más alto desde que llegó el shock de Covid-19 en marzo

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La confianza de los consumidores uruguayos se incrementó un punto en setiembre, pero persiste, por séptimo mes consecutivo, en zona de moderado pesimismo, con 47,5 puntos, de acuerdo al análisis elaborado por la Cátedra Sura de Confianza Económica de la Universidad Católica y Equipos Consultores.

El Índice de Confianza del Consumidor (ICC) registró una suba de un punto en setiembre, según la información publicada por la Cátedra Sura de Confianza Económica de la Universidad Católica y Equipos Consultores. Este crecimiento se acumula con el observado en el mes de agosto (+1,6), lo cual deja al indicador con un puntaje de 47,5.

De esta forma, la confianza de los consumidores permanece, por séptimo mes consecutivo, en el nivel de moderado pesimismo.

A pesar de ello, el puntaje registrado en setiembre es el más alto desde el shock provocado por el Covid-19 en marzo 2020, según se destaca en el documento.

Respecto a setiembre de 2019, el ICC es 0,5 puntos menor, y si se consideran los promedios acumulados (enero 2019/setiembre 2019 y enero 2020/setiembre 2020), el índice también se encuentra con menor puntaje (47,1 y 46,1 respectivamente). Por lo tanto, la confianza del consumidor es levemente menor en 2020 que en 2019, tanto en la comparación mes a mes como en los promedios.

Mirada en detalle

El subíndice de Situación Económica Personal fue el único que registró una caída (-0,4) respecto al mes anterior. Esto contrarresta la suba de 2,2 puntos que había tenido en agosto. Ambos componentes (situación económica personal actual y a un año) presentaron una evolución dispar, +1,9 y -2,7 respectivamente; por un lado, se moderan las expectativas a un año de la población, y por otro, se continúa acercando la percepción sobre la situación económica actual de la población a los valores registrados antes de marzo 2020, aunque aún está más de 5 puntos por debajo.

Por otro lado, la Situación Economía del País aumentó 1,6 puntos luego de dos meses de caída. A pesar de ello, continúa por debajo de los valores obtenidos en junio de este año, que marcaron el valor más alto desde diciembre de 2014 (65 puntos). En tanto, al interior de este subíndice se observa que los dos componentes que lo conforman -situación económica del país a un año y a tres años- mostraron ambos una mejora en las expectativas, aumentando 2,5 y 0,7 respectivamente. Esta suba acompaña la tendencia global de que la confianza del consumidor se continúa moderando luego de las importantes variaciones sufridas en el shock de marzo.

Por último, la Predisposición a la compra de bienes durables aumentó por tercer mes consecutivo con 1,8 puntos, y obtuvo el puntaje más alto desde que se registró el shock del Covid-19 (23 puntos). Debido a este aumento, el subíndice permanece a menos de 10 puntos de los valores registrados antes de la crisis provocada por la pandemia, en donde había descendido 24 puntos. Dentro de los componentes que lo conforman -automóviles y viviendas, y electrodomésticos- ambos aumentaron respecto a agosto (0,9 y 2,8 respectivamente); “esto podría estar indicando una leve reactivación de los sectores en tanto los consumidores podrían estar comenzando a realizar compras pospuestas los meses anteriores”, se analizó en el informe.

Otros indicadores

Según se observa en el documento, los otros indicadores medidos muestran, en general, una mejora respecto a agosto 2020.

El indicador referido a las expectativas de desempleo es el único que acumula cinco meses consecutivos de mejora. Dado que mide las expectativas a un año, se puede esperar que la población tenga perspectivas positivas respecto a cómo va a evolucionar el desempleo con relación al ritmo de recuperación de la economía post-shock Covid-19. “Es importante aclarar que este indicador mide expectativas sobre el nivel de empleo general y no el particular familiar”, se indicó en el informe.

En la misma línea, las expectativas de ingresos a un año presentaron una mejora por tercer mes consecutivo, aunque aún no alcanzaron los valores registrados antes del shock. Por último, las expectativas de inflación empeoraron respecto a agosto.