La predisposición a la compra de autos y viviendas viene en aumento en lo que va del 2017, respecto al año anterior, según el Índice de Confianza del Consumidor de la Cátedra SURA de la UCU. A su vez, el ICC salió, nuevamente, de la zona de moderado pesimismo para ubicarse en una zona de neutralidad dada la recuperación en los tres subíndices que lo conforman.
Por segunda vez en los primeros ocho meses del año el Índice de Confianza del Consumidor (ICC) que elabora la Cátedra SURA de Confianza Económica de la Universidad Católica del Uruguay, junto a Equipos Consultores, se ubicó fuera de la zona de moderado pesimismo. Esta vez quedó en la zona “neutral” con 50,5 puntos. “Esto es, en una situación donde se equiparan las respuestas optimistas con las pesimistas por parte de los consumidores acerca de la percepción en materia de confianza económica”, explica el informe.
Para salir de la zona de moderado pesimismo, en agosto el ICC aumentó 4,8 puntos (10,6%), y confirmó la mayor volatilidad que se percibe en lo que va del año. “El incremento del mes responde a una recuperación en los tres subíndices que lo conforman. Las Cuentas Nacionales recientemente publicadas por el BCU (ver CRÓNICAS del viernes 15 de setiembre) confirman lo que venían anticipando los indicadores de confianza del consumidor, en materia de que se sostendría la recuperación del consumo, por encima del ritmo en que mejora la economía”, establece el informe. Los “otros indicadores” de confianza económica muestran también una tónica más optimista, salvo la “capacidad de ahorro”. Las “expectativas de inflación” también salieron de la zona pesimista y la “predisposición a la compra de casas” se recupera en 2017, aunque solo los niveles socioeconómicos medios y altos recuperaron los niveles de 2015.
La variación del ICC en el mes de agosto es la segunda mayor en lo que va del año, y pese a las fuertes variaciones que se han registrado, el promedio de los ocho primeros meses continúa igual al del segundo semestre de 2016 (48,1). “No obstante, al interior del ICC se observa que mientras en estos ocho meses los subíndices de Situación Económica País y Personal fluctúan fuertemente, y son más las veces en que gana la tónica pesimista, el subíndice de Predisposición a la Compra de bienes durables, salvo en un par de meses, ha mantenido una tendencia de recuperación a lo largo del año”, agrega el estudio.
Más allá de las dudas que persistan en el consumidor acerca de la situación y perspectivas sobre la economía en los planos personal y a nivel país, el abaratamiento relativo de los bienes durables causada por la desaceleración de la inflación continúan estimulando un mayor consumo privado. En este sentido, el último informe de cuentas nacionales del BCU confirma que entre abril y junio el consumo continuó recuperándose (4,4%, respecto a igual trimestre de 2016), y mostró mayor dinamismo que el propio PIB (2,8%), “comportamientos ambos que desde meses atrás habían anticipado los indicadores de confianza del consumidor. Julio y agosto mantendrían esa dirección”, dice el informe.
Predisposición para comprar casas
El subíndice de predisposición a la compra de bienes durables es, entre los que componen el ICC, el que más se ha recuperado en lo que transcurre de 2017, y compensa el mayor pesimismo que se percibe en materia de expectativas sobre la situación económica futura. “Al interior de la Predisposición se distingue entre “Electrodomésticos” y “Casas y autos”. Comparando el promedio enero-agosto de 2017 con el de 2016, “casas y autos” aumentó 7,9 puntos, pero el dato más importante sería el haber emprendido una senda de recuperación sostenida desde su mínimo histórico en el segundo trimestre de 2016”, agrega.
A su vez, la predisposición a la compra de casas en lo que va del año muestra un aumento de 6,5 puntos (27,3%), “que estaría en línea con los indicios de recuperación de operativa del mercado inmobiliario que podrían estar señalando los créditos para vivienda y recaudación de ITP”. Sin embargo esta recuperación es menos pronunciada que la predisposición a la compra de autos.
Con el análisis de las respuestas según atributos de los consumidores se puede apreciar que los hombres resultan más optimistas que las mujeres a la hora de percibir como apropiado el momento para comprar una casa. A su vez “entre los diferentes segmentos de los otros atributos no se perciben comportamientos sistemáticos, sino que el mayor optimismo/pesimismo se alterna entre diferentes tipos de consumidores”.
Entre quienes menos incrementó esta predisposición se encuentran los consumidores de 30 a 39 años, seguidos por los de 40 a 49 años. A diferencia de los consumidores con menos años de estudio (primaria y ciclo básico), donde la recuperación ha sido menor, entre los de más años de estudio (segundo ciclo y universidad). “La predisposición en 2017 recuperó el nivel previo al ajuste de fines de 2015 y principios de 2016. En el mismo sentido, los consumidores de nivel socioeconómico alto, seguido por el medio, y a diferencia de los del bajo, también recuperaron el nivel de predisposición de 2015”.
Si se asume una correlación entre años de estudio y nivel socioeconómico con capacidad de gasto y perfil “se podría decir que las familias de menores ingresos no percibirían aún la recuperación a niveles de 2015 de las condiciones para acceder a una vivienda”, destaca el documento.