Mercosur: política de flexibilización reclamada por Uruguay no registra avances y parece enfriarse

Bloque atraviesa “un nuevo contexto, pero siguen las mismas dudas”

La propuesta uruguaya de dotar de mayor flexibilidad al Mercosur no ha registrado nuevos avances. Por el contrario, los últimos resultados parecen mostrar un enfriamiento en esa dirección, según señala el informe de Integración Económica elaborado por el Instituto de Negocios Internacionales de la Universidad Católica. En el segundo semestre de 2022, bajo la presidencia pro tempore de Uruguay, se tomaron pocas decisiones y refirieron principalmente a aspectos de funcionamiento del bloque, y no a aspectos claves para el desarrollo de la integración regional, que “sigue sin mostrar avances (significativos)”.

El último informe elaborado por el Instituto de Negocios Internacionales, correspondiente al segundo semestre del 2022, analizó la situación del Mercosur, valorando que hay “un nuevo contexto”, marcado por la elección en Brasil y el triunfo de Lula da Silva, pero en el que persisten “las mismas dudas”.

A la última Cumbre del Mercosur, realizada en diciembre (aún bajo la presidencia de Bolsonaro) Uruguay llegó con “algunos avances en lo que refiere a la política de flexibilización del bloque”, los cuales han tenido “una férrea oposición de Argentina, una negativa algo más tímida en el caso de Paraguay y el apoyo tácito de Brasil, el que a la vez puede ser considerado parcial” (apoyo del Ministerio de Economía de Brasil, pero no de la Cancillería).

Tras la reunión, se publicaron dos comunicados, uno firmado por Argentina, Brasil y Paraguay, donde no se incorporan los conceptos de flexibilización manejados por Uruguay, mientras que la Cancillería uruguaya lanzó su propia proclamación, que incorpora prácticamente los mismos temas que la declaración de los otros miembros plenos (más Bolivia), pero con diferencias en algunas subsecciones como es el caso de las negociaciones externas.

“Los acontecimientos reflejan una vez más las diferencias entre Uruguay y el resto de los miembros del Mercosur sobre su propuesta de flexibilización”, destaca el informe.

En la reunión de diciembre Uruguay entregó la presidencia pro tempore a Argentina por los próximos seis meses. Durante la presidencia uruguaya, el Mercosur aprobó un total de ocho decisiones en el marco del Consejo del Mercado Común, un número relativamente bajo con relación a otros años. Asimismo, en cuanto al alcance de las decisiones aprobadas, “refieren fundamentalmente a aspectos de funcionamiento del Mercosur y no a ningún aspecto clave para el desarrollo de la integración regional, la que con el paso de los años sigue sin mostrar avances (significativos)”.

Sin avances

En cuanto al nuevo gobierno de Brasil, su visión contraria al reclamo uruguayo de flexibilización ya había sido adelantada por el excanciller y principal asesor de Lula en política internacional, Celso Amorim, lo que luego fue ratificado por el canciller Mauro Vieira y el ministro de Economía de Brasil, Fernando Hadad.

No obstante, “la asunción de Lula fue una oportunidad para que Uruguay despliegue su diplomacia internacional, ya que, junto al presidente Lacalle Pou viajaron los expresidentes Mujica y Sanguinetti, una señal que además de proyectar la estabilidad política que existe en el país, confirma la importancia que le otorga Uruguay a sus relaciones con Brasil”.

Desde esa instancia se comenzó a gestionar la posibilidad de que Lula visite Uruguay, lo que finalmente ocurrió el pasado 25 de enero. Allí se discutieron asuntos relacionados con la agenda bilateral, entre los que se destacan los referidos a la agenda externa del Mercosur y a las obras de infraestructura binacionales. A diferencia de las declaraciones previas del canciller y el ministro de economía, Lula se mostró muy comprensivo respecto a los planteos realizados por Uruguay en cuanto a la flexibilización del Mercosur, declarando que son legítimos. También manifestó su interés en avanzar en acuerdos con China, aunque no aclaró a través de qué instrumentos (no mencionó un TLC), pero afirmó que antes se debería cerrar el acuerdo con la Unión Europea.

Luego de la visita de Lula, el canciller uruguayo junto a la ministra de Economía y el ministro de Transporte viajaron a Brasilia, con resultados que fueron valorados muy positivamente por Uruguay.

“Brasil y Uruguay también tienen la responsabilidad de impulsar el actual proceso de modernización del Mercosur”, señalaba el comunicado publicado luego de la reunión. De esta forma, la declaración no menciona la flexibilización del Mercosur, cambiando el concepto por la modernización del bloque, lo que no necesariamente refleja los intereses de Uruguay, según interpreta el Instituto de Negocios Internacionales.

“En definitiva, más allá de los pasos dados con China en el cierre del estudio de factibilidad y la concreción de la solicitud formal para adherirse al Cptpp, Uruguay no ha registrado nuevos avances en cuanto a la flexibilización del Mercosur (tampoco en el caso de las posibles negociaciones con Turquía). Por el contrario, los últimos resultados parecen indicar que estas se han enfriado”, señala el informe.


Comercio intrarregional pierde peso

En cuanto a la evolución del comercio intrarregional, medido por el comercio de Brasil con sus tres socios, se observa que en 2022 los intercambios de bienes alcanzaron unos US$ 42.400 millones, un total de US$ 23.200 millones de exportaciones y US$ 19.200 millones de importaciones, mostrando un crecimiento de 29% y 8%, respectivamente. No obstante, el Mercosur ha perdido importancia como socio comercial de Brasil en los últimos años. Las exportaciones al bloque representan el 6,9% del total de las colocaciones de Brasil y las importaciones el 7,1%.

En cuanto al comercio de bienes de Uruguay al Mercosur, aumentó 15% en 2022 con un mejor desempeño de las exportaciones frente a las importaciones, aunque sigue registrando un saldo comercial negativo.

La soja es el principal producto exportado por Uruguay al bloque, seguido por los vehículos para el transporte de mercancías, la malta, la leche en polvo y la energía eléctrica.

A nivel de destinos, Brasil explicó el 61% de las colocaciones al bloque, una participación bastante menor a la registrada en años anteriores, lo que está asociado a las ventas extraordinarias de Uruguay a Argentina por la soja. Justamente es este último país el que registró mayores crecimientos en las corrientes uruguayas hacia el Mercosur.

En las importaciones, el primer lugar lo ocupan los vehículos automóviles y sus partes, que en 2022 ha mostrado un muy buen desempeño creciendo 35,8% con relación al año 2021. Este rubro explicó el 17% del total comprado por Uruguay desde el Mercosur.