Recaudación de la DGI creció 1% en 2018, pero impuestos al consumo mostraron caída

Mensual > Ingresos en diciembre cayeron 4,7% en términos reales

El aumento registrado por los impuestos a la renta y a la propiedad compensaron la caída de los impuestos al consumo, y permitieron que la recaudación total neta de la Dirección General Impositiva (DGI) tuviera un aumento de 1% durante el 2018. Los ingresos por concepto de IVA –el tributo de mayor participación en la recaudación total- registraron un descenso de 0,9%.

La recaudación total bruta de la DGI alcanzó los 32.071 millones de pesos en diciembre 2018, lo que implicó un aumento interanual de 2,9% medido a valores corrientes, pero que descontando el efecto inflacionario representa una caída de 4,7%, según la información oficial difundida por el organismo. Por su parte, al incluir en el análisis la devolución de impuestos que realiza el organismo –lo que se conoce como recaudación neta- se observa un aumento nominal de la recaudación de 3,6% en diciembre, pero que en términos reales representa una baja de 4%.

De esta forma, el 2018 cerró con una recaudación total neta de 342.999 millones de pesos, lo que implica un incremento nominal de 8,6% respecto al año anterior, y un leve aumento de 1% descontando el efecto inflacionario. Este crecimiento real se explica por el aumento de la recaudación de los impuestos a la renta (4%) y a la propiedad (3,85%), puesto que los ingresos correspondientes a los impuestos al consumo tuvieron una caída real de 1,5%.

Impuestos

Al analizar la variación de la recaudación según el tributo, se observa que el Impuesto al Valor Agregado (IVA), que es el de mayor participación en la recaudación total de la DGI representando el 44,9% de los ingresos, mostró una baja anual de 0,9% medida en términos reales. Ello se explica mayormente por la menor recaudación del IVA a las importaciones (-8,1%) y en menor medida por el IVA mínimo (pequeña empresa, -1,5%).  Por su parte, el Impuesto Específico Interno (Imesi)  tuvo una caída real de 3,9% principalmente por la menor recaudación asociada a los automotores.

Entre los tributos a la renta, el Impuesto a la Renta de las Personas Físicas (IRPF) tuvo un aumento de 4,7%, desglosándose en una suba de 4,6% en la recaudación de este tributo aplicado a los salarios y un 5,2% en el aplicado a los ingresos de capital. Por su parte, el Impuesto a la Renta de las Actividades Económicas (IRAE) tuvo un aumento de 2,5%  y el Impuesto a la Enajenación de Bienes Agropecuarios (Imeba) creció en su recaudación un 8,3%. En tanto los ingresos por concepto del Impuesto de Asistencia a la Seguridad Social (IASS) crecieron un 10% real. El Impuesto a la Renta de los No Residentes (IRNR) fue el único tributo de este grupo que tuvo una caída, al contraer su recaudación un 1,8%.

Por último, entre los impuestos a la propiedad, se destacaron las caídas de 6,8% registrada por el Impuesto al Patrimonio y de 4,1% verificada por el Impuesto a las Transmisiones Patrimoniales.