Tras repunte del dólar, expertos corrigieron al alza sus proyecciones

Expectativas de inflación tuvieron leve suba, pero siguen dentro del rango meta para 2023

Estimaciones de crecimiento económico sin cambios significativos, expectativas de inflación ligeramente superiores y una corrección al alza de las previsiones sobre el valor del dólar, fueron los resultados de las últimas encuestas de Expectativas Económicas y de Inflación, difundidas por el Banco Central del Uruguay (BCU). El vicepresidente del BCU, Washington Ribeiro, destacó la relevancia de las expectativas de inflación para el diseño de la política monetaria. “Estamos en el lugar que queríamos estar, pero el combate a la inflación debe continuar”, indicó.

Las estimaciones sobre el desempeño del nivel de actividad de la economía local se mantuvieron prácticamente sin cambios en la encuesta de octubre en comparación con la del mes anterior. La mediana de las respuestas estimó un crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) de 0,78% para este año, un nivel apenas superior al de la encuesta de setiembre, cuando se proyectaba un 0,75% de expansión de la actividad. La respuesta mínima del sondeo sigue esperando que el PIB de Uruguay se mantenga estable en relación al de 2022 (0%), pero la respuesta más optimista bajó desde un crecimiento esperado de 2% a 1,2% en el sondeo difundido esta semana.

Para el 2024 se espera una aceleración de la actividad a 3,1% según la mediana, con respuestas que van desde un leve crecimiento de 2% a una importante expansión de 5,2%, niveles muy similares a los arrojados en el sondeo de setiembre, cuando la mediana también era de 3,1% y las respuestas extremas iban de 1,9% a 5,25%. En tanto, para el 2025 también se mantuvieron sin cambios los pronósticos, con la mediana con una proyección de 2,5%, una respuesta mínima en 1,5% y la máxima en 3%.

Dólar

Donde sí hubo cambios relevantes respecto al sondeo de setiembre fue en relación al tipo de cambio. Tras oscilar en el entorno de los 38 pesos entre los meses de junio y setiembre, el dólar comenzó a finales del mes pasado a verificar una apreciación, que lo llevó a rozar los 40 pesos desde la semana pasada.

Esa escalada derivó en un movimiento al alza en las estimaciones que realizan los agentes del mercado en relación al billete verde. Mientras que en setiembre la mediana de las expectativas esperaba un dólar a 39,40 pesos uruguayos al cerrar el año, en el sondeo de octubre ese registro subió a 40 pesos. También se elevó la respuesta máxima, que pasó de 40 pesos a 41,80 pesos, aunque la respuesta mínima se mantuvo en 38 pesos.

Tras varias jornadas al alza, esta última semana el dólar se mantuvo con relativa estabilidad. Luego de cerrar el pasado viernes 13 en 39,94 pesos la unidad a nivel interbancario, las operaciones se retomaron el martes (el lunes fue feriado) y se registró un leve descenso de 0,13% en la cotización para ubicarse en 39,89 pesos, valor que se mantuvo sin cambios a la jornada siguiente. Finalmente, ayer jueves el dólar interbancario cerró a 39,872, lo que implicó una nueva baja de 0,05%, y acumula en lo que va de octubre una apreciación de 3,4%. En lo que va del año, el dólar registra una leve caída de 0,49%. En pizarras del Banco República el dólar cerró a 38,70 pesos a la compra y a 41,10 pesos a la venta.

Inflación

En cuanto a las expectativas de inflación, la mediana de la encuesta estimó para el cierre de 2023 una inflación anual de 5,2%, apenas por encima del valor del sondeo de setiembre (5%). El pronóstico más bajo para este año es una inflación cerrando en 3%, mientras que el más alto augura una inflación de 5,8%. De esta forma, se evidencia que todos los expertos e instituciones consultados coinciden en que este año la inflación cerrará dentro del rango objetivo, que está establecido en entre 3% y 6%. Sin embargo, para los próximos dos años se espera que nuevamente el IPC supere el techo de la meta. Para 2024 se verificaría una aceleración de la inflación, que cerraría en 6,75% según la mediana, y en 2025 se registraría una leve reducción a 6,13%.

En relación a las expectativas de inflación, el vicepresidente del BCU, Washington Ribeiro, se refirió durante un evento organizado por la Asociación Rural de San José (ver recuadro) a la relevancia de las expectativas para el diseño de la política monetaria. “Estamos conformes con el resultado obtenido, pero las expectativas a dos años se ubican en 6,2%, por fuera del rango. Esto quiere decir que estamos en el lugar que queríamos estar, pero el combate a la inflación debe continuar”, indicó. 

“El Banco Central entiende perfectamente la realidad, pero nuestra mejor contribución al crecimiento es controlar la inflación. Y a partir de allí podremos tener un nuevo paradigma, una nueva forma de ver la política monetaria”, señaló.


Ribeiro: “Un país serio merece tener una moneda fuerte”

El vicepresidente del BCU, Washington Ribeiro, expuso durante la 79° Exposición Internacional de Ganado Lechero y Ovino organizada por la Asociación Rural de San José, como invitado en la mesa de intercambio denominada “La política cambiaria en el Uruguay. El impacto del dólar en el sector agroexportador”. 

Ribeiro comenzó destacando que para el BCU es una enorme satisfacción compartir estas instancias de diálogo con los sectores productivos y, en general, con la sociedad uruguaya. 

En su presentación, habló de la visualización de la política monetaria y señaló que la política cambiaria desde el BCU es neutra. “Nosotros desarrollamos una política monetaria con el fin de combatir la inflación”, señaló, agregando que el régimen cambiario en Uruguay es de libre flotación, donde el valor del tipo de cambio queda definido por la oferta y la demanda, además de otros factores internacionales.

“Entendemos que un país serio merece tener una moneda fuerte, que no se decreta ni se importa, sino que se forja al impulso de una inflación baja y perdurable”, agregó Ribeiro. Enfatizó que con esa finalidad se desarrollaron una serie de medidas “procurando sentar las bases para que, una vez pasada la pandemia, el Banco Central pudiera desplegar una orientación de política monetaria para controlar la inflación”.

Ribero también remarcó los cuatro mandatos del BCU: la estabilidad de precios, la estabilidad del sistema financiero, la estabilidad del sistema de pagos y un cuarto cometido vinculado a la educación financiera. “Era el momento para que Uruguay alcanzara niveles de inflación estándar a nivel internacional” y “una inflación baja es la mejor forma que el BCU tiene de contribuir al bienestar de la población y al crecimiento económico”.