El pasado martes 28, en el Club de Golf del Uruguay, BBVA Uruguay organizó un cocktail para clientes, autoridades y prensa con motivo del cambio de autoridades del banco.
Tras cinco años en el país, Antonio Alonso abandona la presidencia de la organización en nuestro país, ocupando su lugar el economista español Alberto Charro.
Tras el recibimiento de los invitados por parte de ambos ejecutivos, la emotividad se adueñó de la ceremonia cuando hizo uso de la palabra, a modo de despedida, Antonio Alonso.
Dijo que Uruguay es, por lejos, el mejor país de las Américas porque tiene los recursos, seguridad jurídica, seguridad institucional, estabilidad, y lo más importante, capital humano. “El capital humano de la gente que juega el partido, el que juega la Champions en las empresas es francamente bueno. Yo tengo esa percepción, por lo tanto este es un gran país, un país que debe de estar muy por encima del segundo clasificado en América. Todos sabemos que hace falta arreglar un par de cosas, y que están en la cabeza de todos ustedes, y con esto sería más que suficiente. Por lo tanto, gracias a Uruguay por acogerme. He estado feliz durante estos cinco años”, reflexionó el ejecutivo saliente.
Agradeció luego a los miles de clientes que son los que conforman la base del negocio. “Todo el equipo de BBVA Uruguay trabaja por y para satisfacer al cliente. A veces lo conseguimos, y a veces nos equivocamos. Lo único que quiero es decir que si en algún momento no hemos estado a la altura de las circunstancias, asumo el error, y si lo hemos conseguido, soy el hombre más feliz del mundo”, remarcó.
Luego vino el reconocimiento al equipo de trabajo que lo acompañó durante su periplo en nuestro país contando, a modo de anécdota, las primeras impresiones que se llevó cuando arribó, en 2013. “Cuando tuve la primera reunión, me fui con la sensación de que había un equipazo. Al cabo de un mes que estaba acá, ya tenía una sensación más sólida de que era así. A los tres meses ya tenía una opinión fundada, que he ido ratificando y así lo he manifestado en todos los niveles de la organización. En Uruguay hay un equipo de 10 puntos en todos los niveles. Hoy puedo decir, y que no se enfaden mis competidores, que es el mejor equipo de profesionales de la banca uruguaya. Y lo digo categóricamente, convencido y con conocimiento de causa”, enfatizó.
Posteriormente, habló de su futuro, dejando espacio para la reflexión. “Muchos de ustedes me han preguntado qué voy a hacer ahora, a qué me voy a dedicar. Es la pregunta del millón. La respuesta está en el viento, como decía Bob Dylan”. Añadió que a lo largo de cierto tiempo ha tenido la posibilidad de ir planificando el futuro, a diferencia de otros compañeros del banco de su generación, que se retiraron mucho antes. Al relatar sus planes, lo hizo con una cuota de humor. “Empecé a acumular proyectos, y la verdad es que tengo un montón, que van desde lo académico, para dar alguna clase, si me aguantan, pero también para recibir. Yo soy economista pero quiero hacer ciencias exactas. Yo soy feliz con esas cosas, por eso quiero matricularme. Pero también tengo proyectos de emprendimientos, con amigos o solo; tengo temas de mentoring; temas lúdicos para hacer, desde maratones hasta travesías por los sitios más inhóspitos del planeta con amigos. Pero, la verdad es que en mi casa es mi mujer la que pone el sentido común, entonces cuando sumo una cosa más, me dice ‘cuidado que en el cronograma que llevo armado esto me cae cuando tú tienes 147 años’”, dijo, despertando la risa de todos los presentes.
Prosiguió estableciendo que después que “el toro le mostró los cuernos”, refiriéndose a un tema específico que le trajo cierta preocupación, decidió darle un plan diferente de orientación de su vida. “Un susto sirvió para racionalizar esos miles de proyectos que me llevarían 360 años de vida para poder hacerlos, y ahora mi proyecto es aprender a vivir. Yo sé vivir, pero lo sé hacer trabajando, empezando a la mañana en el banco y acabando tarde, a la noche. También he vivido, pero no le he sacado la chispa a la vida que creo se le puede sacar. Un pensamiento que tengo es que hay vida más allá del banco y la tengo que descubrir. Quiero ver fluir la vida y acepto todos los consejos porque soy un analfabeto funcional en saber vivir. Eso sí, aprendo rápido, pero todos los consejos serán bienvenidos”, finalizó Alonso.
A continuación, le dio la bienvenida a Alberto Charro, su sucesor. Éste, tras disculparse por la afonía, resaltó el afecto recibido al llegar al país, y agradeció la presencia de los clientes, al equipo de profesionales del banco y a los medios de comunicación por su apoyo. Luego agradeció al presidente saliente y a su equipo por el trabajo realizado todos estos años para transformar el modelo de distribución del banco, por la forma de acercamiento a los clientes y por conseguir un crecimiento importante en el mundo de las empresas y de los particulares. “Que BBVA hoy sea un actor relevante en el panorama financiero uruguayo se lo debemos al equipo, a los clientes y a Antonio”, señaló Charro.
El nuevo conductor
Alberto Charro es doctor en Economía y Administración de Empresas y en Filosofía y MBA por la Universidad de Deusto (Bilbao, España). Con una larga trayectoria en BBVA, ha desarrollado su carrera liderando negocios y franquicias en varios países dentro del grupo. En 1990 empezó su carrera profesional en BBVA, en 1996 se incorporó a la oficina de Londres en el área de Corporate Banking y en 2003 fue country manager de BBVA Brasil y posteriormente de BBVA Portugal desde 2009 a 2015. Hasta la fecha, Alberto Charro era director de la Territorial Este, que comprende la Región de Murcia, Comunidad Valenciana e Islas Baleares.
