“Estamos enfocados en construir un banco cercano, ágil, innovador, eficiente y diverso, donde las personas son protagonistas”

ANDRE GAILEY GERENTE GENERAL DE BANCO ITAÚ URUGUAY Y CEO REGIONAL PARA ARGENTINA, URUGUAY Y PARAGUAY

Un dato lo dice todo: el banco más que duplicó el capital invertido en el país en los últimos dos años, pasando de un patrimonio neto de cerca de US$ 400 millones a tener US$ 800 millones hoy. De cara al futuro, Gailey se muestra optimista y ve espacio para consolidar el posicionamiento que viene mostrando Itaú. Percibe oportunidades de crecimiento en el crédito para infraestructura, agro, real estate y proyectos alineados al desarrollo sostenible.

¿Qué balance hace del 2023? ¿Se cumplieron los objetivos planteados a comienzos de año?
El 2023 ha sido un gran año. Nuestra cartera de crédito tuvo un crecimiento de cerca de 50% en los últimos dos años y tenemos un crecimiento en los volúmenes de consumo cercanos a 30% año contra año. En cuanto a colaboradores, Itaú contrató a más de 150 personas en los últimos dos años, con un crecimiento neto de más de 70, siendo el único banco del sistema con crecimiento relevante de su plantilla. Mientras el sistema se achicó, en Itaú crecimos invirtiendo mucho en la modernización y digitalización del banco, la calidad de la atención, la mejora de procesos, siempre con el foco puesto en el cliente. El banco más que duplicó el capital invertido en el país en los últimos dos años; tenía un patrimonio neto de cerca de US$ 400 millones y hoy tiene más de US$ 800 millones.
Estos resultados son, en parte, fruto de un gran crecimiento de la operación, sumado a la situación de altas tasas que vivimos –pero que ya están a la baja–, y un efecto de una estructura de hedge muy puntual de este momento. Creemos que los resultados del banco tienden a ser competitivos, pero dentro de lo que son las tasas y retornos del mercado cuando miramos las perspectivas de largo plazo.

Mirando al 2024, ¿qué expectativas tiene para el negocio de Itaú y cuáles son los grandes desafíos?
Itaú continúa optimista en relación a su posición como uno de los líderes de la industria. Vemos un espacio importante en 2024 para consolidar nuestro crecimiento, que fue muy fuerte a lo largo de los últimos años. El desafío es seguir trabajando para mejorar siempre la calidad de la atención y la experiencia de nuestros clientes. Debemos salir con nuevos productos, como los pagos por transferencia (a través de QR) que va a generar una experiencia muy importante para ellos. Tenemos la intención de seguir liderando las innovaciones en el mercado uruguayo y la atención digital, y seguir apoyando a las pequeñas, medianas y grandes empresas del país en su crecimiento y en el crecimiento del país.

¿Qué líneas de negocio ve el banco con posibilidades de crecimiento en el país?
Para el 2024 vemos una oportunidad de crecimiento en el crédito para proyectos de infraestructura, agro, desarrollos inmobiliarios (real estate) y proyectos alineados al desarrollo sostenible. Desde el banco apoyamos a sectores de impacto positivo y es de nuestro interés acompañar a nuestros clientes en este sentido. Además, vemos espacio de crecimiento en el crédito a las familias y pymes.
Asimismo, el sector bancario está en un cambio profundo en el mundo, donde tenemos la presencia de nuevos jugadores como las fintech y las bigtech. En Itaú Uruguay queremos potenciar nuestra relación con las fintech, como parte de nuestra visión de expansión y bancarización digital.
Estamos enfocados en construir un banco cercano, ágil, innovador, eficiente y diverso, donde las personas son protagonistas. Trabajamos con el fin de generar valor compartido para nuestros grupos de interés y garantizar la permanencia de los negocios. El desafío es preparar al banco en su transformación y estar a la vanguardia en el desarrollo del mercado financiero. Todo esto siempre con nuestros clientes en el centro, entender qué es lo que necesitan, trabajar para mejorar su experiencia y crear y construir con ellos.

¿Cómo ve posicionado a Uruguay en esta economía mundial y regional de hoy, con escenarios tan cambiantes en algunas zonas, lo que genera incertidumbres?
A Uruguay lo vemos en un excelente momento, beneficiándose de su institucionalidad y reglas de juego estables que continúan atrayendo inversores, tanto locales como internacionales. Estamos observando el creciente interés de empresas y familias que se vienen a instalar en Uruguay para ampliar sus negocios y radicarse. Contar con el grado inversor es un activo a veces intangible pero sumamente importante, que hay que cuidar y mantener. Hemos visto los impactos que han tenido algunas economías de América Latina cuando han puesto en riesgo dicha condición.

¿Cuáles son las amenazas y los temas de preocupación teniendo en cuenta, precisamente, ese escenario antes planteado?
Dentro de las amenazas que no se controlan están aquellas referidas a la volatilidad internacional y los conflictos bélicos que han tenido y tendrán impacto en las variables macroeconómicas. Según nuestros analistas, en el próximo año entraremos en una fase de caída de tasas (US) que tendrían un impacto positivo para las economías emergentes, lo cual mitigará una fuente de preocupación que hemos tenido en los últimos tiempos. Además, debemos esperar un año climático más favorable para la actividad agropecuaria y sus productos de exportación.
Del lado de la preocupación, destacamos las manifestaciones de sectores políticos de apoyar el plebiscito de la reforma jubilatoria, que de aprobarse pondrá en riesgo la sostenibilidad del sistema de pensiones y eventualmente el grado de inversión, lo cual es un tema a seguir de cerca.
¿Cuáles son las medidas preventivas que están tomando para contener ciberataques?
La ciberseguridad es un gran tema. Hoy en día, donde el banco es en gran parte una experiencia digital, tenemos que ayudar a nuestros clientes a aprender sobre seguridad digital. Para prevenir es importante que sepan cuidar su contraseña, prestar atención a los mails que les llegan, el tipo de link que cliquean y cómo proteger la información para que no sea mal utilizada por los criminales. El punto principal es tener conciencia, la educación en ciberseguridad y el entendimiento de cómo debemos protegernos de los ciberataques. En este sentido, hay un proceso de evolución constante de las instituciones financieras para combatir el cibercrimen y de cuidar cada vez más a nuestros clientes ante potenciales ataques. Puntualmente en Itaú, tenemos un fuerte foco en los controles relativos a evitar la fuga de información, controlando acciones o actividades que pueden ser un riesgo para el resguardo de la información de nuestros clientes. Contamos con diversos procedimientos de seguridad de la información, de controles preventivos y detectivos, así como también medidas de seguridad para las operaciones de los clientes a través de instrumentos electrónicos y del uso de los canales digitales del banco. Además, trabajamos en campañas de comunicación en diversos canales para informar, advertir y educar sobre ciberseguridad.
Es un tema que amerita más conciencia y una regulación que no existe aún en Uruguay.

El desarrollo del mercado de valores parece estar permanentemente «en el debe». ¿Piensa que sería importante para el país avanzar en este sentido? ¿Cómo hacerlo?
Sí, es importante para el país continuar avanzando en este sentido, pero a la vez estamos en un sistema financiero que cuenta con una liquidez muy buena que permite financiar proyectos productivos y de las familias incluso a largo plazo y en diversas monedas. Esto hace que el tamaño del crédito en proporción al PBI haya ido aumentando en los últimos años, incluso hay espacio para que esto continúe.