Fabián Bicco es el encargado de profesionalizar el diseño en Peñarol

Dos pasiones en juego

Peñarol es un equipo con 127 años de historia que desde hace una década decidió profesionalizar el área de diseño de la marca. A cargo del mismo, está el estudio Güin, el que, fundado por un hincha aurinegro, tuvo y tiene la responsabilidad del branding del equipo mirasol.

Es cuestión de escribir en un buscador de internet “tatuajes Peñarol”, para que los resultados demuestren lo que un hincha puede sentir por el club de sus amores. A tal punto llega la fidelidad, amor y pasión por el equipo que lo representa, que colma de tinta su piel para llevar hasta siempre esos colores en su cuerpo.

Pero estos no nacieron por casualidad. Los diseños que se tatúan suelen ser imágenes que tuvieron un trabajo antes de establecerse como símbolo del club, nada surgió porque sí. Es aquí en donde entran en juego los diseñadores, quienes tienen la necesidad de representar a un equipo a través de logos, imágenes, colores, y todo lo que el branding de una marca requiera.

Han pasado casi 10 años desde que la empresa Güin tomó las riendas del diseño del Club Atlético Peñarol y hoy posiciona esta área de la institución con una profesionalidad que nada tiene que envidiar a grandes clubes internacionales.

Entre la bandera y el diploma

Fabián Bicco, junto a los socios de Güin, Santiago Bicco, Nicolás de Almeida y Gabriel Benderski, establecieron el escudo del equipo, los colores justos, la tipografía, la marca ‘1891’ y del Estadio Campeón del Siglo, así como el diseño de los interiores las butacas, la señalética y los diseños en general del escenario.

“Me apasiona el diseño y eso lo junté con otra pasión, que es Peñarol”, dijo Fabián Bicco.

Todas las empresas suelen invertir mucho tiempo, recursos humanos y capital en la comunicación externa para fidelizar a sus clientes y tenerlos conformes con la marca. Sin embargo, en el mundo del fútbol, ese paradigma es opuesto. “Porque el cliente -que es el socio y el hincha- lo único que sabe es que es hincha de Peñarol y que la fidelidad nunca se va a ir. Podrá enojarse o no estar de acuerdo, pero nunca se va a cambiar de cuadro”, aseguró Bicco.

“Me apasiona el diseño y eso lo junté con otra pasión que es Peñarol”. Confesó que al principio se tornó complicado tratar de dominar ambas pasiones y equilibrarlas. “Si no las dominás es difícil tomar buenas decisiones, y lo tuve que trabajar con el tiempo”, puntualizó. A pesar de esto, sentir pasión tiene sus ventajas al momento de trabajar, ya que el hincha de por sí tiene preceptos sobre el equipo y lo que significa y que, naturalmente, surgen cuando Bicco debe llevar a cabo sus ideas en algún trabajo para el club de sus amores.

 La tela gloriosa

Generalmente, cuando se trata de una edición especial, desde el equipo de diseñadores se marca una meta y se define cómo será el camino. Por ejemplo, en 2015, cuando surgió la idea de lanzar un diseño con líneas diagonales, se planteó que irían a mirar trenes y a partir de allí, elaborarla con un criterio que conecte a los trenes de Peñarol con el equipo de fútbol.

A lo largo de la historia aurinegra hubo muchas camisetas que lo homenajearon en distintos momentos. Lo que se propusieron, desde Güin, fue reconocer a las personas que hicieron grande al club. “Si bien no alcanzaría toda la tela del mundo para homenajear a todas las personas que hicieron grande aportes al club, lo redujimos a algunos campeones”.

Se eligieron a los primeros campeones de la era amateur, de la profesional, de las Libertadores, de las Intercontinentales, y a nivel local, de los dos quinquenios. También acortaron el período del tiempo y planificaron crear la remera del Campeón del Siglo, es decir, que participaran en el estampado todos los jugadores que de alguna forma u otra pusieron los suyo para que Peñarol ganara ese galardón.

En Los Aromos hay colgados mas de 50 cuadros que repasan parte de la historia aurinegra con los preceptos que el equipo utilizó para diseñar la edición del 127º aniversario. “Con la Camiseta Campeón del Siglo sabíamos que teníamos una labor casi artesanal de tomar cuadro por cuadro y recortar cada jugador. Así, armamos un mosaico con una estructura que asegurara que aparecieran todos los jugadores, que nadie quede tapado por publicidad, el escudo o el número. Entonces, hicimos un patrón que lo repetimos para que se vean todos. Esto nos llevó un proceso de seis meses”, detalló el diseñador.

“El diseño se volvió un lugar profesional dentro del club, y podemos trabajar con libertad gracias a Alvaro Alonzo y Pablo Nieto, que respetan mucho nuestro trabajo y nos dan el lugar para aportar, son personas tan seguras de sí mismos y de su rol que dejan ser a los demás.”, aseguró Bicco.

Se solicitó hacer una muestra de la prenda, ya que quedaban dudas de cómo podía quedar debido a los colores negros y grises que son complicados. “Cuando vimos la muestra, no podíamos creer lo bien que había quedado”, recordó. Pasó algún tiempo antes de lanzarla a la venta. El día anterior a ese momento, Bicco y el equipo se cuestionaron si de verdad el trabajo había quedado excelente como pensaban al principio. Pero ya era tarde para dudar; la camiseta se lanzó y los hinchas fueron quienes respondieron a la duda de los diseñadores: agotaron la camiseta en 40 minutos en la web y otros hicieron fila antes de la apertura del Palacio Peñarol para poder comprarla.

El diseñador sostuvo que la relevancia que tuvo esta edición no era algo esperado para ellos. La camiseta del 127º aniversario apareció en muchos portales de países futboleros, lo que los llena de orgullo. “Peñarol tiene muchas perillas: la del fútbol, la de los dirigentes, la gerencia y el diseño. Nosotros lo que hacemos es tratar de llevar esta última a la altura del club. Quisimos plasmar, en este caso, la gloria en la tela”, reflexionó.

Profesionalizar el diseño

Los escudos suelen ser símbolos emblemáticos de la historia y la memoria de una institución. Peñarol es reconocido por sus bastones amarillos y negros desde los inicios. Esto llevó a que el escudo no fuera la insignia más representativa, ya que los colores de la camiseta identificaban al equipo sin ningún problema. Si bien sí existía, a veces mutaba con cada marca nueva que fabricaba la casaca.

Desde Güin se realizó un trabajo de investigación a través de un amigo, Uriel Cancela, historiador jóven que es coleccionista de camisetas aurinegras. Se vislumbró que con el paso del tiempo el escudo fue variando, pasó por muchos formatos y colores. “Pero cuando nosotros llegamos, tomamos el último diseño que ya pertenecía a Puma, le hicimos algunos ajustes y mantuvimos ese con las 11 estrellas”, explicó Bicco.

A partir de ese entonces, se asignó de manera oficial cuál era el amarillo y el negro que se utilizaría, así como la tipografía que acompaña la papelería y las tarjetas personales. Este trabajo de identidad del diseño de Peñarol implicó la página web, cartelería y el carné de socio. “Fue acá que el diseño se volvió un lugar profesional dentro del club”, expresó el diseñador.

“Desde hace poco determinados ojos comenzaron a notar lo que hacemos en el diseño de Peñarol e, incluso, lo consideran importante”, sostuvo el diseñador.

Bicco detalló que una vez que estuvo trabajado el escudo, se continuó con el logo Campeón del Siglo, en la que convirtieron un premio en una marca; luego el logo de ‘1891’, las carreras 5k; el trabajo del estadio en el que se llevó la identidad a todos los planos -butacas, vestuario, señalética-, y todas las imágenes. Después llegaron las camisetas de juego actuales, las de aniversario,  y las de las últimas siete ediciones de las carreras.

Destacó que hace muy poco tiempo que “determinados ojos comenzaron a notar lo que hacemos en el diseño de Peñarol e, incluso, lo consideran importante. Antes cada uno tenía su interpretación de la bandera, del amarillo y negro, y llevar eso a un patrón común, lo que hace es darle más fuerza a la identidad”.

A pesar de que el club ya tiene identidad desde que nace y se va forjando con los años, desde Güin se realiza un trabajo de orden para poder dar una imagen más profesional y moderna tomando en cuenta que se trata de un club antiguo y con historia.


El camino hacia ‘1891’

Güin es el estudio de diseño que formó Fabián con su hermano Santiago. “Él estudió comunicación audiovisual y yo diseño grafico, y si bien esos dos mundos se pisan todo el tiempo, hay especificidades de cada uno. Según el proyecto que tengamos, vamos convocando a diferentes socios estratégicos; depende el calibre del proyecto”, explicó el entrevistado.

“Hay trabajos en los que nos convocan a nosotros con una idea concreta, como pasó con una remera de las líneas horizontales, entonces lo que tuvimos que hacer fue tratar de conectar ese concepto con algo de Peñarol. Pensamos en la bandera que tiene cinco franjas negras y cuatro amarillas; como si a la bandera le cortáramos  las estrellas y eso envolviera al jugador. Cada cosa que se hace hay que tratar de conectarla todo el tiempo con algo de Peñarol y siempre hay una vuelta para eso”, sostuvo Bicco.

A veces les pasa que trabajan diseños y los archivan por si en algún momento pueden ser útiles. Con el diseño de ‘1891’, los trabajadores fueron hasta un mural realizado por el arquitecto Julio Vilamajó en la fachada de la antigua sede por la calle Maldonado. El mural dice “Club Atlético Peñarol”, escrito en una tipografía Art Decó.

“Construimos un alfabeto de la A a la Z y números del 1 al 9 y cuando lo estábamos trabajando surgió crear el logo de ‘1891’. Utilizamos estos números y las estrellas en una carrera. Fue el camino inverso, primero tuvimos las cosas y después aplicamos la idea”.