El mercado uruguayo es cada vez más asiduo a la impresión 3D, sobre todo por parte de las empresas. Mientras tanto, un emprendimiento local triunfa en el hemisferio norte con un software desarrollado para imprimir artículos que luego pueden llevarse puestos o exquisiteces para degustar.
Por Anahí Acevedo | @PapovAnahi
La imaginación no tiene límites, las impresoras 3D tampoco. Pareciera que se trata de una escena salida de una película de ciencia ficción cuando se habla de autos impresos u órganos que pueden salvar vidas extraídos directamente de una máquina, pero el futuro llegó. Tal vez la posibilidad cueste entenderse como real, pero es que la revolución tecnológica no se toma pausa alguna.
La empresa uruguaya Sur 3D desarrolla software para que cualquiera pueda ser el creador de sus propios productos. Brindan herramientas que pueden utilizar tanto niños como adultos mayores, sin tener la necesidad de poseer conocimientos previos de herramientas de diseño y de modelados en 3D. Como si fuera un juego, las personas pueden generar sus propios objetos, que luego serán impresos en cualquier impresora 3D.
El emprendimiento fue fundado por Alejandro Lozdziejski –ingeniero- y Martina Möring -arquitecta-, aunque tienen un equipo de desarrolladores en Córdoba, Argentina. En diálogo con Empresas & Negocios, Möring contó que comenzaron el camino en 2015, en un primer momento, para transformar imágenes en modelos 3D a partir de una dirección web. Desde entonces, se han propuesto llevar este servicio a las tiendas. Su salto importante tuvo lugar en febrero de 2016, donde realizaron un contrato con una marca alemana de caramelos para imprimir, en vivo, dulces diseñados por los propios clientes, en más de cien ubicaciones alrededor del mundo.
“En impresión 3D no estamos tan avanzados como Estados Unidos, y si bien es más barato generar piezas solas, como es exclusivo tiene un costo más alto y el consumidor uruguayo es más recatado en eso, por eso apuntamos a otro mercado” explicó Martina Möring, cofundadora de SUR 3D.
Con su emprendimiento viajaron a Suiza como ganadores de la edición uruguaya de Seedstar, obtuvieron el primer premio en la categoría emprendedores de los premios Nova de la Agencia Nacional de Investigación e Innovación (ANII) y, durante el 5 y el 8 de enero en Las Vegas, Estados Unidos, fueron reconocidos como la mejor innovación de América Latina en una feria de tecnología.
En Uruguay cuentan con el apoyo de la ANII y están dentro de la Incubadora da Vinci, quien los asesora en emprendedurismo, así como en temas legales y contables. “Es increíble el apoyo que nos brindan ahí”, valoró Möring. Actualmente, se presentan en varias ferias para dar a conocer el producto.
El software trabaja a partir de experiencias sencillas, como sacarse una foto o grabar un mensaje de audio en una curva de sonido, que luego puede imprimirse como un anillo o collar. También se puede dibujar. Möring lo califica como “experiencias intuitivas a la gente y conocidas”.
Una vez que el modelo está generado, el software emite una orden que se envía a distintos centros de impresión con los que se trabaja. Cuando el modelo está pronto, se puede recibir en el hogar del solicitante.
Los principales clientes de este software son tiendas que brindan productos únicos, como por ejemplo, accesorios de moda que pueden ser impresos en oro, plata, bronce, y cualquier tipo de metal precioso. Incorporando esta plataforma a su web, las marcas pueden hacer que los clientes diseñen sus propias piezas.
La impresora utiliza como materia prima un filamento similar a la arcilla con partículas de cobre, que le otorga un brillo especial a la pieza dándole un bello acabado. Möring recordó que durante la última feria internacional, las piezas que se imprimían en vivo tenían una demora de unos diez minutos. Asimismo, se les ofrecía el video de la impresión para que pudiesen compartir.
El costo depende del material con el que se imprima, por lo que la oferta es amplia. Lo rescatable de esta técnica es que brinda la posibilidad de realizar un producto único y especial de forma barata, algo que en una matriz industrial no es posible de llevar a cabo.
Möring evalúa que la respuesta del público hasta el momento ha sido “espectacular”, y subrayó que durante las ferias el público hacía fila para apreciar los productos y quedaban entusiasmados.
Sur 3D trabaja con licencias mensuales y los precios varían dependiendo de las posibilidades que las distintas marcas deseen ofrecer a su público. Sin embargo, el único mercado al que se dirigen es al de Estados Unidos debido al tipo de consumo que poseen y a la facilidad que alcanza este tipo de actividades.
De todas formas, Möring señaló que esto no quiere decir que eventualmente no se pueda llegar a Uruguay. “En impresión 3D no estamos tan avanzados como Estados Unidos, y si bien es más barato generar piezas solas, como es exclusivo tiene un costo más alto y el consumidor uruguayo es más recatado en eso, por eso apuntamos a otro mercado”, explicó.
“Hoy en día tenemos pedidos de todo tipo y hemos hecho una cantidad de trabajos bastante emblemáticos. Hemos crecido bastante”, valoró Federico Waldeck, director de Fabrix 3D.
No obstante, hizo hincapié en que esta tecnología puede revolucionar el mercado a nivel mundial por los contratiempos de producción, dado que evita costos en la cadena de generar un producto, delinear el molde, el diseño y la matriz, pasos que se acortan con la impresión 3D, abaratándolo y produciendo objetos con más valor. Con vistas al futuro, Sur 3D planea instalarse en el mercado estadunidense.
Una opción en Uruguay
Federico Waldeck es el director de Fabrix 3D, una empresa uruguaya que realiza venta de impresoras –con curso incluido para aprender a utilizarlas– y servicios de impresión en 3D. “Somos los que hace más tiempo estamos, los que más sabemos y los que más variedad de servicios ofrecemos”, remarcó. Añadió que brindan todos los materiales para que el cliente que se acerca pueda obtener una respuesta.
El emprendimiento surgió en 2013, previo una etapa de investigación que llevó dos años para determinar si era conveniente o no su instalación. Cuando comenzaron el conocimiento era escaso, recordó Waldeck, tanto de ellos como de quienes concurrían a consultar. “Hoy en día tenemos pedidos de todo tipo y hemos hecho una cantidad de trabajos bastante emblemáticos. Hemos crecido bastante”, valoró.
El público uruguayo imprime “de todo”, observó Waldeck, desde elementos para adornar una fachada hasta un repuesto para una máquina que ya no funciona. Asimismo, hay quienes imprimen trabajos para publicidad, como una estatua de Luis Suárez en tamaño natural, o una de José Artigas. El director de Fabrix 3D asegura que se va rumbo a suplantar la compra de repuestos o de artículos que se importan desde China.
Waldeck asegura que la impresión en 3D y la venta de estas impresoras vienen en aumento en nuestro país. “Las empresas empiezan a buscar los equipos que funcionan bien”, aseveró. Añadió que la mayoría de sus clientes son empresas y que el público que asiste no sigue ningún patrón.
Para la impresión generalmente se utiliza un sustituto ecológico del plástico, que es sintético y elaborado en base a maíz, pero también se puede imprimir en resinas líquidas o en yeso, entre otros. “Cada uno de los materiales tiene propiedades diferentes que, depende de la situación, se evalúa si conviene o no”, explicó.
Asimismo, dijo que ya no es costoso imprimir en 3D, pero que siempre depende del modelo. “Un kilo de material anda alrededor de los US$ 24. Los trabajos que imprimimos nosotros nunca pasan de los 50 gramos, o sea que es bastante económico y demora en imprimir un par de minutos”, manifestó. El máximo para imprimir son 20 centímetros cúbicos, pero eso no es una limitante, puesto que se pueden imprimir todas las piezas y luego unirlas.
Para la impresión, Fabrix 3D generalmente utiliza un sustituto ecológico del plástico, que es sintético y elaborado en base a maíz, pero también se puede imprimir en resinas líquidas o en yeso, entre otros productos.
Gracias a esta tecnología, en septiembre de 2014 Fabrix 3D realizó una experiencia en conjunto con la Unión Nacional de Ciegos del Uruguay (UNCU) en donde personas no videntes pudieron conocer la geografía de nuestro país y nuestra capital. Esto fue posible a impresiones en 3D de mapas que los ciegos percibieron gracias a su tacto. “Muchos no lo habían conocido de manera exacta, porque no hay productos que muestren necesariamente Montevideo porque los mercados no alcanzan. Además, se imprimieron en dos colores para las personas que tienen baja visión”, recordó. A su vez, estuvieron presentes en un videoclip del tema “La puerta de atrás”, del grupo No Te Va Gustar, donde imprimieron los personajes del audiovisual.
Waldeck siempre tiene presente que “el mercado limita”. Entiende que, en su caso, trata de vender artículos de calidad en un sector donde hay “mucho humo”, por lo que los productos culminan siendo más caros. “Uruguay nos limita en ese sentido, porque es un mercado que busca achicar costos y nos pone un techo en las cantidades que podemos vender”, declaró.