Una propuesta integral hacia todos los sectores y con foco en el cliente

Agustín Tafernaberry, director de Banca Mayorista y Tesorería, y Valentín Martínez, director de Banca Empresas de Itaú Uruguay

Escribe: Oscar Cestau | @OCestau

Con una estrategia que se basa en una oferta de productos innovadores, poniendo foco en el cliente y sus necesidades, y estableciendo una relación de largo plazo con estos, la ecuación es muy positiva para el banco, según Tafernaberry y Martínez.   

Por ejemplo, en créditos del sector no financiero Itaú creció 38%, muy por encima de lo que lo hizo el mercado (22%). Otro aspecto que destacan son los niveles de digitalización de la institución, que están arriba del 95%.

El balance es muy positivo también en el desarrollo de distintas líneas de apoyo al agro, tanto en el segmento mayorista como minorista, donde Itaú ha logrado fuerte presencia y posicionamiento. A su vez, en el segmento de tarjetas de crédito el banco lidera en la plaza.

En diálogo con Empresas & Negocios, ambos ejecutivos explicaron dónde se sostiene el negocio de Itaú hoy y cuáles son sus fortalezas, y se refirieron a la estrategia de cara al futuro para seguir creciendo en la plaza, entre otros temas.      

¿Cuáles son hoy las principales fortalezas de Itaú?

Agustín Tafernaberry: Yo creo que nos caracterizamos por ser un banco ágil, que está  cerca de los clientes, que entiende sus necesidades y, sobre todo, que tiene una mirada de largo plazo. Nuestras relaciones no son de corto plazo ni se centran en un solo producto, sino que están basadas en el largo plazo. Nosotros buscamos una operación integral, con un cliente, con las familias, brindándoles todos los servicios financieros y digitales para el día a día, tanto sea a personas individuales como a empresas.

Valentín Martínez: La fortaleza del banco es el foco en el cliente que tenemos. Tanto en el mundo corporativo como en el minorista los clientes nos llaman y somos capaces de solucionarles los problemas rápidamente; ese es un diferencial importante. Y lo hacemos apoyados por un sistema de banca digital muy bueno y reconocido en plaza, que permite que desarrollemos esas soluciones ágiles.

¿Cuáles son las líneas más activas en el negocio del banco?

A.T: En el segmento mayorista, claramente todo lo que es crédito, operaciones y lo relacionado al mundo del agro, infraestructura, real estate, apoyo a compañías en su flujo diario de caja de Capex (inversiones en bienes de capital – capital expenditures). La verdad es que cubrimos casi todos los segmentos donde queremos estar y con muy buenos resultados. Después, en el mundo minorista, el banco tiene un liderazgo súper importante en todo lo que son las personas y las soluciones tecnológicas asociadas a esas personas y en las áreas de comercio, de operaciones de créditos, de préstamos. Es una operación muy integral. 

V.M: Una línea donde el banco ha crecido muy fuerte es en la parte de créditos. En créditos del sector no financiero el mercado del año pasado creció 22% y el banco lo hizo 38%, es decir, en esa área Itaú creció por encima del mercado. También crecimos en depósitos de personas físicas y jurídicas. El otro foco donde también el banco ha tenido y tiene un desarrollo y una participación muy fuerte es en el segmento de tarjetas de crédito, donde somos líderes en el mercado.

Ese es un segmento donde la competencia en la plaza es fuerte. ¿Cuál es la estrategia de diferenciación?

A.T: Ser innovadores. Creo que el banco tiene esa característica, poniéndose a la vanguardia en cuanto a la forma de ver el negocio, de mirar las necesidades y las oportunidades para los clientes en lo que es el mundo de consumo de tarjetas, de beneficios. Ahí el banco ha marcado una línea de la que estamos muy conformes.

V.M: A veces parece que ese desarrollo sólo va de la mano de las promociones, pero eso es solamente una parte de lo que está atrás. Todo el sistema de tarjetas del banco es muy bueno, ágil, funciona muy bien, entonces ese es un diferencial importante al momento de que el usuario escoja entre Itaú versus otros bancos.

El banco ha desarrollado con éxito diversas líneas de apoyo al agro, tanto en el segmento mayorista como minorista. ¿Cómo se logra ese posicionamiento?

A.T: Creo que, en cierta medida, está explicado por la calidad de los equipos que tenemos. Esa es una característica que tiene el banco en muchísimas de las áreas, pero particularmente en agro hay un equipo de gente que entiende el negocio. El del agro es un negocio especial y particular, y lo pudimos ver durante la seca. Hay que acompañar al productor, hay que estar dispuesto a escucharlo y atender sus necesidades. Y la gente que tiene banco Itaú en esa área reúne todas esas características, lo que es clave cuando hay que mirar el negocio agropecuario.

V.M: Este equipo de agro el año pasado cumplió 25 años en el sector, pero cuando nosotros comenzamos no teníamos ni una agencia en el interior, recién las incorporamos en el 2007. Es decir, ya habíamos hecho un crecimiento enorme y toda una trayectoria desde Montevideo. Entonces, la manera de hacerlo era salir a ver a los clientes, visitarlos, darles apoyo. Y este es un diferencial que hasta el día de hoy continúa vigente. Nosotros tenemos solamente cuatro sucursales en el interior, pero somos el banco privado más grande en el agro.

A.T: Hoy en día, contar con soluciones tecnológicas es súper importante, y en el caso de Itaú, sin importar en qué punto del país está, el cliente puede acceder a todos los productos y los beneficios que el banco tiene.

Después, en otras líneas de actuación de lo que es el mundo agro, considero que cubrimos todos los espectros, desde el financiamiento de compra de campo, de maquinaria, apoyo a lo que es la producción en sí, hasta el financiamiento de insumos. Particularmente el banco tiene una mesa de commodities que es muy importante, lo que le da al cliente instrumentos para poder tomar ventaja o protegerse de las volatilidades del mercado. Tener esa oferta es algo sumamente valorado por los clientes, y con esa base, los volúmenes de operaciones han crecido en forma exponencial.

La otra línea importante de trabajo que tenemos, que hemos intentado liderar y ha crecido mucho, es la de financiamiento para equipos de riego. Naturalmente este año lo estamos viendo con mayor claridad, pero todos los clientes que antes han puesto equipos de riego y pudieron regar en esta zafra particular de verano vieron la diferencia de los rendimientos.

Esta es una línea de trabajo que vamos a seguir profundizando. Durante la Expoactiva tuvimos reuniones con varios  empresarios y clientes sobre este punto y es una línea que nosotros vemos como fundamental, pero no solamente por el apoyo al productor en sí, sino por la sostenibilidad y la sustentabilidad del negocio, porque hay que cuidar los recursos. Esa es una mirada que el banco la tiene muy marcada al momento de hacer los negocios y en esa línea va todo esto que hablamos del mundo del riego.

¿Hay interés por parte de los productores en este tipo de líneas de negocio?

V.M: El año pasado se movió bastante. El total de operaciones que hicimos está en nuestro Reporte de Sustentabilidad con el detalle de los clientes que la usaron. Esos son los que pudieron llenar las represas y hoy están encantados. Obviamente, para esta zafra algunos no van a llegar, pero poco a poco le están poniendo foco. Nuestra idea es tratar de aggiornar esas líneas para riego y generar las mejores condiciones posibles para los productores. En la Expoactiva hubo una charla y una presentación de un informe de Ceres, donde se destaca el impacto positivo que tiene el riego en la agricultura, pero también en la ganadería y en la lechería. Creo que esos elementos van a seguir traccionando en los productores y esto los llevará a realizar una inversión, que hoy con la Comap pueden deducir hasta el 60% de las rentas futuras, entonces le queda un costo real de 40% nada más de lo que es el total de la inversión. Hoy en día, con nosotros tienen hasta 10 años para poder financiarlo, así que las condiciones están.

¿Cuánto representa el agro en el portafolio corporativo del banco?

V.M: El agro, al que nosotros tenemos enfocado en productor primario, representa un 20-22%.

A.T: Es importante mencionar el apoyo que damos a los productores a través de Pantalla Uruguay. Hace más de 10 años que estamos financiando a través de esa plataforma.

¿Cuáles son las perspectivas, en este segmento, de cara al futuro, en un contexto que se ha visto impactado por la sequía?

A.T: Hay que recordar que venimos de carteras muy sanas y de campañas muy buenas, tanto de veranos anteriores como del último invierno en particular. A esto  se suma que el precio de la hacienda ha sido, durante el año 2022, de niveles récord, aunque después tuvo una caída. Entonces, el productor está en una situación totalmente diferente a lo que fueron las últimas dos décadas, lo que le da la posibilidad de enfrentar estos desafíos climáticos desde otra posición.

Con respecto a nuestra mirada hacia adelante y las acciones que el banco está teniendo, hago énfasis en que todos los productores y nuestros clientes están siendo acompañados.

En este sentido, está siendo muy valorado el SiGa Agropecuario. Apenas esto se instaló, inmediatamente salimos a recorrer toda la cartera de clientes, llamarlos e informarles sobre el tema, porque esta es una herramienta fundamental para este momento. Y todo con un Banco Central, un regulador, atendiendo la situación,  dándole la posibilidad al productor de que pueda correr sus pagos por 180 días, y hacerlo sin un cambio de categoría.

Este es un elemento que pone arriba de la mesa no solamente al productor y al banco como agente de respaldo y prestador, sino también al regulador atento a la situación, estando adelante de la jugada. Hay un muy buen entendimiento del lado del gobierno de lo que es la situación, han sido muy proactivos, y esto es muy valorado por la gente.

V.M: Tenemos más de 100 SiGa desembolsados, por una cifra que anda en el entorno de los US$ 10 millones. 

¿En qué está el banco y como se posiciona en materia de banca digital?

V.M: En el plano local, ya sea a nivel de banca minorista de las personas físicas como de las personas jurídicas, el banco está posicionado al más alto nivel. Es top en el mercado en soluciones digitales y siempre buscando una mejora continua, escuchando al cliente, viendo dónde se puede mejorar y llevando eso a la práctica. Se ha creado una nueva forma de trabajar, con equipos ágiles, sobre todo en el mundo minorista, para escuchar, a través de los distintos tipos de canales, lo que el cliente necesita, y eso se traslada a la banca digital. En la banca digital corporativa, ofrecemos soluciones que no hay hoy en la plaza. Tenemos la oportunidad de hacer préstamos a plazo fijo por montos de hasta US$ 2 millones por internet sin ningún tipo de firma, solamente con el iToken. Además, podemos hacer avales, cambios de moneda… Desde ese punto de vista estamos muy bien y con una inversión constante, siempre buscando la mejora.

Los niveles de digitalización del banco están arriba del 95%. En banca corporativa están en 98%, y en banca minorista en un 95%. Son niveles muy altos. 

¿Cuál es la estrategia del banco para transitar el actual escenario, teniendo en cuenta la sequía, como hablábamos antes, pero también el contexto internacional y los vaivenes de la economía?

A.T: Es una estrategia clara de compromiso con el país y con los clientes. De nuevo, esto puede parecer repetitivo, pero hay una mirada y una planificación de largo plazo e integral del banco hacia todos los sectores; continuamente estamos analizando qué oportunidades hay en el mercado. Vemos que hay apetito por Uruguay y el banco quiere seguir creciendo en el país, eso es muy claro. En resumen, diría que la mirada sobre el mercado es seguir creciendo en las líneas en las que hoy estamos; iremos incorporando otras y profundizaremos aquellos negocios a los que le damos mayor valor agregado.

Hablemos de liquidez y rentabilidad. ¿Cómo impacta esta ecuación hoy en el banco?

A.T: Desde el punto de vista de la rentabilidad, el banco ha cerrado un muy buen año, y ahora, el comienzo de la actividad del 2023 nos está mostrando también un buen nivel de resultados. La liquidez es muy buena no solamente en Itaú, sino en todo el sistema, lo que nos da la tranquilidad de que tenemos todos los elementos para poder continuar creciendo y manejando las volatilidades.

Esa liquidez, generalmente, disminuye la rentabilidad.

A.T: Disminuye, pero también hace más competitiva la operativa. Si miramos al cliente vemos que tiene distintas opciones con diferentes jugadores, lo que hace que los precios tengan la garantía de que son competitivos. Claramente, hay operaciones que se ganan y otras que se pierden, pero el mercado ajusta naturalmente las expectativas de tasa y las diferentes situaciones, ya sea de operaciones de corto, mediano y largo plazo. Es verdad que el exceso de liquidez a veces hace que los niveles de margen sean casi nulos, pero también hay que destacar que es una bondad que tiene el mercado en Uruguay desde el punto de vista de sanidad del sistema, porque el hecho de que sea muy líquido también le da la ventaja a las empresas, sin importar sus números, de acceder a un buen financiamiento y a largo plazo. Si miramos la región, no sé si vemos en todos los países operaciones de largo plazo -por ejemplo de créditos hipotecarios- como sí hay en Uruguay, o líneas de desarrollo productivo. Lo mismo ocurre con el tema de las operaciones de riesgo, o de otro tipo de apoyo a las empresas.

En el negocio de inversiones Itaú se ha destacado por ser pionero en el registro para oferta pública ante el Banco Central de fondos de inversión del exterior. ¿Cómo ha resultado esta apuesta?

A.T: Esta nueva apuesta ha resultado muy bien. Es un proceso que ha sido muy bien catalogado. Fue algo que se logró establecer e implementar, es decir, que los clientes puedan acceder a ese tipo de productos, incluso por web, y funciona muy bien. Se trata de una alternativa adicional que tiene un inversor o un cliente del banco. Es una herramienta muy valorada.

¿No preocupa que un público no sofisticado ni profesional acceda a estos instrumentos con un mercado como el del año pasado, o con los riesgos que tiene el actual?

A.T: El banco hace un trabajo muy importante para estar cerca de los clientes al momento de ofrecer este tipo de productos. Hay un entendimiento y una definición de perfiles, existe una interacción y una educación permanente con los clientes que consideramos clave porque le da elementos de juicio a quien toma una decisión de portafolio de hacerlo con toda la libertad y todos los elementos a su alcance.

El banco en Uruguay tiene un departamento de estructuraciones de operaciones más sofisticadas, y eso ha traccionado muy bien y es valorado. Se trata de operaciones más técnicas, de financiamiento, con estructuras que salen de lo común o emisiones de deuda. Lo tenemos desde hace dos años y funciona muy bien. 

Algo que quiero agregar es que el NPS de mayorista es súper destacado (N. de R. Net Promoter Score – herramienta para medir la satisfacción o lealtad de los clientes de una empresa a partir de sus recomendaciones).

¿Cómo encaran la educación financiera en estos casos?

V.M: La educación financiera también es un foco del banco en general. Enfocamos la educación financiera no sólo para la gente del área de inversiones sino para todo el resto del público del banco, ya sea clientes que toman sus créditos o los empleados de las empresas. Hemos hecho campañas yendo a las empresas donde hay planes de pago de sueldo para explicarles sobre los distintos productos y de qué se trata cada uno. Todo eso forma parte de nuestro capítulo de sustentabilidad.

A.T: Para agregar, y a modo de ejemplo, en la última Expo Prado, y ya por segundo año consecutivo, hicimos foros con la presencia de especialistas del mercado para explicar lo que son las volatilidades, o cuál es el mejor momento de hacer una protección, o cómo tomar una oportunidad para todo lo que es el mercado de commodities, en el cual somos muy activos. Esto lo hacemos abiertamente para los clientes. Creo que muestra que nuestra intención y nuestro deber es estar de forma permanente cerca de ellos para que entiendan cuáles son los beneficios de utilizar los distintos instrumentos o productos que tenemos.

¿Cómo observan la evolución de las tasas locales?

A.T: Las tasas locales han tenido un movimiento. Si miramos el calendario, en enero del 2022 la tasa en Estados Unidos estaba cercana a 0, y hoy estamos con tasas por encima del 4%;  eso naturalmente tiene una corrección al alza. Pero si miramos lo que es la prima de riesgo país que paga Uruguay para obtener financiamiento externo, es muy baja; son tasas realmente muy competitivas. Después está la volatilidad internacional… Hace unos meses la tasa estaba en alza, y hoy está en niveles entre cayendo y muy estable, con lo cual, para lo que son los niveles históricos de tasas, creemos que estamos súper competitivos, sosteniendo una gran liquidez, lo que da una ventaja adicional, porque lo que se valora es la creación de la relación con el cliente y la relación financiera; ese también es un factor adicional a la competitividad entre los actores.

¿Cómo crecer en la plaza local? Tenemos un mercado acotado y esa es una realidad imposible de cambiar. Más de una vez se ha dicho que en una plaza como la nuestra se crece a través de adquisiciones…

A.T: No ha sido el caso de Itaú. Nosotros hemos tenido un crecimiento orgánico y eso se puede ver en la evolución tanto de créditos como de depósitos y de patrimonios a lo largo de los últimos años; y ha sido todo crecimiento orgánico. Vuelvo a lo mismo: tenemos equipos muy especializados, entendiendo los negocios y los riesgos de donde queremos estar. Y particularmente en los últimos dos años hemos puesto un foco bastante marcado y hemos tenido un apetito mayor en operaciones de crédito y en la relación con los clientes, lo que ha llevado a los números de crecimiento que hablábamos, por encima del 35% en 2022 en créditos al sector no financiero y por encima del 25% y también liderando en 2021.

¿Qué cambios vislumbran en la banca local en el mediano y largo plazo?

A.T: Cambios no muchos. Creo que lo que podemos decir ahí es que habrá una mayor digitalización; eso llegó para quedarse y van a seguir existiendo proyectos para financiar… en infraestructura hay cosas grandes y mucha oportunidad.

V.M: Se está trabajando en todo el tema de mercado de valores para que sea más profundo y haya mayor interacción con los bancos en el financiamiento de los proyectos.

A.T: Todas las operaciones referidas a energía pueden dar un salto, apuntando a una energía cada vez más verde. Creo que Uruguay dio un paso muy importante a nivel internacional que lo colocó como referente con la emisión del bono sustentable, que fue algo innovador, premiado internacionalmente. Todas esas iniciativas colocan al país en una posición de privilegio y con una mirada  hacia el futuro. Vemos crecimiento en el área sustentable, tecnológica y en energía, además de lo que ya son los negocios habituales, como construcción, agro, etc. 

V.M: Estamos mirando no sólo el negocio de la sustentabilidad sino todos los créditos relacionados con estos temas, con emisión de carbono, etc. Es un tema que se viene, incluso el banco en Brasil firmó un pacto que se llama NetZero. Estos son temas en los que se está trabajando.

A.T: Es lo que hablábamos antes de que tenemos una mirada de sustentabilidad y sostenibilidad de los negocios. En los comités de crédito hoy ya se mira de otra forma las operaciones no solamente en cuanto servimos o ayudamos al cliente o cuánto gana el banco, sino pensando en qué valor adicional se le está dando a la sociedad actual y a la del futuro. Esa mirada está cada vez más presente y es importante resaltarlo.

¿Cómo impacta en la credibilidad de la industria los problemas que aparecieron en los últimos días con algunos bancos nada menos que de Estados Unidos y Suiza?

A.T: Creemos que esas son cosas que ocurren en el mercado, que quedan muy focalizadas y concentradas en esos jugadores que tuvieron ese tipo de problemas. Rápidamente tuvieron la reacción de los bancos centrales y de los reguladores, que se ocuparon del tema. Creo que el tema llevó una semana y ahora ya estamos en niveles de volatilidad súper razonables, con las tasas de interés volviendo a operar en niveles previos a estas noticias. Por tanto, ya estamos transitando aguas mucho más tranquilas. Estas cosas siempre pueden suceder; lo hemos visto en los últimos años y cada tanto vuelve. Lo importante es la prontitud y la respuesta rápida de quienes deben tomar cartas en el asunto, y a la muestra está que así se hizo.

La caída del Silicon Valley Bank pone nuevos desafíos al ecosistema de startups tecnológicas. ¿Piensa que este contexto puede enlentecer a este mercado por nuevos obstáculos para su financiamiento?

V.M: El problema con el Silicon Valley no fue una complicación de los créditos a las startups, fue al revés, hubo un mal manejo del exceso de la liquidez que tenía proveniente de las startups, entonces no creo que vaya a impactar por ese lado.

Distinto sería si fuera una decisión del banco de haberse metido en un negocio de inversión de créditos hipotecarios en otro lado de Estados Unidos a una tasa que después no era la tasa del mercado. Entonces, creo que el problema fue más por ahí. Hoy el tema para las startups es dónde direccionar su manejo de caja y eso lo estamos viendo porque muchos clientes nuestros en Estados Unidos tenían ese banco, y ahora tienen que buscar otra institución financiera para manejar sus pagos, sus transacciones, su liquidez.


Uruguay como captador de inversiones

El gobierno ha flexibilizado regulaciones para atraer a empresarios del exterior, sobre todo apuntando a fondos argentinos. Más allá de que el negocio de los bancos locales está enfocado en residentes, ¿hay un movimiento más intenso de capitales de la vecina orilla, o de otras latitudes, hacia Uruguay, más específicamente hacia Itaú?

A.T: Movimiento hay, pero nada puntual concentrado en el último tiempo. Es una corriente natural que se ha intensificado con operaciones no solo del mundo tecnológico, sino además en operaciones de compra-venta de empresas. Hay también un aumento de depósitos de clientes no residentes, pero en una forma proporcional con el crecimiento de depósitos de residentes. Así como aumentó el número de personas que se han mudado y optaron por vivir en Uruguay, se incrementaron los depósitos de esas personas. Son clientes que vienen a Uruguay, mudan su actividad, mudan a la familia y eso los lleva a tener una interacción más grande con el banco.    

V.M: Después hay un impacto adicional en el mundo del real estate de lo que son proyectos de construcción sobre todo en el este, donde hemos visto una demanda grande por edificios, pero también en urbanizaciones. Ahí el banco participó apoyando y financiando esos desarrollos y a los compradores. Hace un par de años tenemos una política nueva e innovadora para financiar créditos hipotecarios a los no residentes; eso se ha dinamizado, generando una demanda de ese tipo de créditos.

A.T: Hay que puntualizar que no solamente vemos clientes de Argentina que optan por Uruguay y por el banco, los hay de otros lados de la región y de más lejos; no es algo focalizado en un área geográfica. Vemos clientes de Brasil, de Chile, de Europa –sobre todo alemanes, que encuentran un refugio aquí y que apuntan a inversiones de origen agropecuario-.

Creemos que Uruguay está muy bien posicionado. Su estabilidad e institucionalidad es muy valorada, entonces, en estos momentos de volatilidad mundial y regional se transforma en un captador natural de este tipo de inversiones.


Con visión regional

¿Qué importancia tiene para el banco en Uruguay el hecho de tener un CEO con enfoque regional?

A.T: Para nosotros fue novedoso pero muy positivo. Creo que nos da una visión mucho más global. El tener un CEO con mirada regional nos permite entender muchísimo más lo que está pasando en otros países, de las oportunidades, de los tipos de negocios que se están haciendo en otros lados y de poder traer para acá ese tipo de operaciones. Para la sinergia con nuestra casa matriz es algo sumamente positivo, y para nuestros clientes internacionales que operan con el banco en distintos países representa una mirada mucho más integral. Definitivamente, ha sido muy positivo. 

V.M: También nos ha permitido una mayor eficiencia y velocidad para la toma de decisiones, porque la decisión regional está acá. 


Perfil:

Agustín Tafernaberry es director de Banca Mayorista y Tesorería de Banco Itaú. Comenzó su carrera en 1994, en lo que era Bank Boston, institución financiera cuyos activos fueron adquiridos por el banco de origen brasileño Itaú.

En su recorrido por la industria, el ejecutivo transitó por varias áreas comerciales del banco, desde el mundo Minorista hasta atención en sucursales, pasando por el sector de análisis de crédito, hasta desempeñarse directamente en la Tesorería en muchas de las funciones que allí se desarrollan -operaciones de moneda, tasa de interés, liquidez, mercado, estructuraciones, flujos de inversores-.

Tiene 49 años, cinco hijos, y destaca que es un apasionado de lo que hace. “Me gusta servir y estar cerca de los clientes”, indica. En la vida personal se define como “un fan de la familia. Me gusta pasar mucho tiempo con mis hijos y mis amigos” y me gustan mucho los deportes”.

¿Qué hobbies tiene?

Hago de todo un poco. Me gustan los deportes. Corro, intento mantenerme en la actividad física, juego al tenis y a veces al fútbol con mis amigos y llevo una vida bastante dedicada a la familia.

¿Usa Twitter, Facebook, Instagram, LinkedIn o alguna otra red social?

Son materias pendientes que tengo. No soy un usuario muy grande de las redes sociales; lo dejo más para mis hijos.

¿Una comida?

La milanesa con puré gana por goleada.

¿Una bebida?

Un buen vino.

¿Hincha de?

De Nacional.

¿Un jugador de Nacional?

Por donde lo mires, Álvaro Recoba.

¿Quién le dejó mayores enseñanzas a lo largo de su vida?

Las personas que me han dejado mayor enseñanza a nivel profesional fueron muchas. Acá tuvimos gente muy importante, con gran visión del negocio y sobre todo formadores de equipo. Creo que Horacio Vilaró fue un tipo ejemplar para todos nosotros y yo aprendí mucho de él. A nivel personal, mis padres.

¿Qué características lo definen?

La honestidad, la transparencia y el respeto a las personas.


Valentín Martínez es director de Banca Empresas. Estuvo siempre en el área de las personas jurídicas de todo tipo de empresas -medianas, grandes, multinacionales y del Estado-. Al ser Itaú un banco en el mundo corporativo que abarca todos los segmentos, su foco y campo de acción está vinculado al agro, la construcción y todo lo que es transporte, empresas grandes y medianas, industriales, comerciales, financieras y real estate, entre otros.

Tiene 55 años y cinco hijos.

¿Qué hobbies tiene?

Hacer deportes, y estar con la familia y los amigos.

¿Una comida?

El pescado fresco.

¿Una bebida?

La cerveza.

¿Usa Twitter, Facebook, Instagram, LinkedIn o alguna otra red social?

De redes sociales uso Instagram.

¿Hincha de?

De Nacional

¿Un jugador de Nacional?

Hugo de León.

¿Quién le dejó mayores enseñanzas a lo largo de su vida?

En la parte profesional Horacio Vilaró y en la vida mi padre y mis abuelos.

¿Qué características lo definen?

Creo que soy una persona accesible, paciente, alegre y que logro empatía con la gente.