Valeria Csukasi: “El acuerdo con la UE es una apuesta por la inserción de Uruguay en el mundo”

Valeria Csukasi, embajadora y directora general para Asuntos de Integración y Mercosur de la Cancillería del Uruguay


La diplomática señaló que el fin de las negociaciones con el bloque europeo marca una oportunidad para el Mercosur dentro de su estructura interna, mientras que para Uruguay es la afirmación que siempre ir a una mesa de negocios con los países hermanos es más beneficioso.

“El mundo que se nos abre es bien interesante”, expresó en su comienzo Valeria Csukasi, embajadora y directora general para Asuntos de Integración y Mercosur de la Cancillería del Uruguay el pasado 11 de junio, durante un encuentro organizado por la Cámara Nacional de Comercio y Servicios del Uruguay (CNCS) orientado a los efectos que tendrá en el sector empresarial el acuerdo entre el Mercosur y la Unión Europea (UE). La frase intenta ser una respuesta, a grandes rasgos, a las preocupaciones e inquietudes que se les plantearon a los productores uruguayos luego del fin de las negociaciones entre ambos bloques.

El acuerdo, que actualmente se encuentra en una revisión legal –que no significa un cambio de sustancia- durante los próximos meses, deberá pasar luego a la firma oficial, la traducción y el ingreso para su consideración en los parlamentos de ambos continentes. Se estima que estos procesos, en caso de ser realizados a buen ritmo, no culminen antes del segundo semestre del año entrante.

Pero, a pesar de que aún queda un trecho de tiempo por delante hasta su entrada en vigencia –si es que efectivamente sucede, a pesar de que todo señala que el final será favorable- los especialistas indican que es fundamental que cada sector conozca las posibles consecuencias de este acuerdo y se prepare para poder sacarle el máximo rédito.

A la vez, hizo referencia a cómo esta negociación puede impulsar el funcionamiento interno del Mercosur. “Hay una apuesta en la dimensión de inserción de Uruguay en su salida al mundo, y también en cómo estos acuerdos pueden ser disciplinadores del propio Mercosur y como un factor para modernizarlo hacia afuera”, resumió.

En concreto, la diplomática señaló que esta alianza impulsa una integración mayor de los países a través del comercio, la circulación de bienes y servicios y personas entre sus países. “Este acuerdo va a estar siguiendo los avances y los progresos que haga el Mercosur para intentar incorporarlos, previa discusión, como beneficios también en el comercio birregional”, subrayó.

En esta línea, señaló que la realidad del Mercosur no es igual a la de hace cinco años atrás y que “no es cuestionable” la habilidad del Uruguay para poder sacar el mayor provecho del bloque. “Siempre como uruguayos vamos a apostar y mejorar a profundizar el Mercosur”, señaló.

“Para Uruguay negociar con Brasil, Argentina y Paraguay sigue siendo en este momento la mejor apuesta”, remarcó. De esta forma, ejemplificó que gracias a la intervención de Brasil, Uruguay no tiene hoy disposición en materia de patentes o extensión de datos de prueba. Sostuvo que el bloque regional apuesta a la integración de a cuatro en el mundo, por lo que hay que reforzar estas negociaciones. “Es egoísta pensar que sólo estamos mejor”, observó.

Por capítulos

“El sector cárnico, arrocero y apicultor tendrán un cambio sustancial, no de acceso ganado sino de renta que quedará en Uruguay. A ellos se les cambiará la inserción en el mercado europeo”, expresó Csukasi.

Por otro lado, mencionó que se deberá trabajar en líneas alternativas para que el sector lácteo no se vea afectado. “Hoy hay que determinar el riesgo de perder parte del mercado brasilero con la competencia europea”, observó.

Uno de los capítulos más importantes para Uruguay es el referente a los servicios, manifestó Csukasi, sobre todo, debido a las oportunidades que generará en los profesionales uruguayos que deseen brindar sus servicios con mayor facilidad en Europa, así como también para el rol de nuestro país como polo logístico de la región.

Por otro lado, respecto a las compras públicas, la embajadora comentó que “está bien claro que tiene un gran balance apostar a que las compras del Estado sean cada vez más eficientes, más baratas, recurriendo al proveedor más competitivo”. El acuerdo incorpora también disposiciones en materia de desarrollo sostenible dentro de las que se incluye el compromiso sobre la afirmación en el área ambiental y laboral, con el cual Uruguay “reafirma” que no ve el comercio como una herramienta en detraimiento de la preservación del medio ambiente.

Aranceles

Para Csukasi, esta negociación “sí consideró las asimetrías entre los dos bloques”. Mientras que la UE desgravará el 99.7% del comercio, el Mercosur hará lo mismo con el 92% de su parte. Este proceso se realizará a través de canastas que, en el caso de Europa, serán de forma inmediata, en cuatro años, siete años y 10 años. A la vez, el Mercosur tiene la posibilidad, en sectores en donde se determinó una mayor sensibilidad, de contar con 15 años para adaptarse a la apertura, así como también ocho años, 10 años y en forma inmediata.

Como ejemplo concreto para Uruguay, la embajadora señaló que dentro de esta última canasta, es decir, aquellos aranceles que se eliminarán el día en que el acuerdo entre en vigor, se encuentran los cueros, la lana y la pesca. Algunos productores de estos rubros se vieron sentidos, en el 2014, luego de la pérdida de algunos beneficios con los que contaban a través del sistema, pero, también explicó que para algunos productos de ambos bloques no se contará con alguna liberalización completa de aranceles, sino que se tendrá una cuota que asegurará un volumen de importaciones de una u otra parte. En algunos casos será libre de aranceles dentro de la cuota, y en otros, con un arancel residual dentro de ella, lo que permitirá, de todas formas, un acceso al mercado europeo para la carne, el arroz, la miel, el azúcar y el etanol.

Propiedad intelectual

En términos de propiedad intelectual, en general, el capítulo de disposiciones en materia de derecho de autor, diseño, marcas y falsificaciones no demanda que Uruguay deba modificar lo dispuesto actualmente en su legislación nacional.

Tampoco nuestro país deberá adherir a tratados de los cuales hoy no es parte, aunque, de todas formas, la alianza sugiere alentar a las partes a hacer lo mejor posible para que, en un futuro, se vuelvan parte de los acuerdos.

“Vemos como un enorme triunfo lo dispuesto en materia de propiedad intelectual, es algo que la UE casi no tiene con ningún acuerdo comercial, y mucho menos con países de la región”, comentó Csukasi. La embajadora confesó que, en este caso, hubo un país de la región que “pagó por esa concesión”, por lo que argumentó que es más fácil ir a negociar con Argentina y Brasil como acompañantes que solos.

Nomenclaturas

Otro de los capítulos de relevancia son las indicaciones geográficas, que dispone una situación distinta dependiendo del producto. En este sentido, el Mercosur reconoce 353 indicaciones geográficas europeas, de las cuales 310 refieren a nombres que no afectan para nada a la producción del Mercosur.

Pero, por ejemplo, dentro de un universo que engloba marcas de quesos o vinos de producción uruguaya coinciden con lugares del viejo continente, sobre todo franceses, españoles o italianos.

En el caso de que una marca registrada en nuestro país coincida con una indicación geográfica protegida por el acuerdo, la marca seguirá existiendo y no se verá afectada.

En el caso de que un productor uruguayo de la raza bovina Charoláis, protegida como una indicación geográfica que a la vez refiere a una región francesa, se deberá reconocer a estos animales como una variedad y podría exportar sin ningún problema.

Quienes tengan marcas registradas con el nombre de “Grappa” o “Grappamiel”, lo podrán continuar utilizando siempre y cuando esté escrito todo junto. Dentro del caso de los quesos, hay algunas líneas que si bien no son de una producción significativa, Uruguay tendrá siete años desde la entrada en vigor del acuerdo para dejar de utilizar ese nombre, indicó la embajadora. Para ello, se dispondrá de cooperación para desimplementar esa nomenclatura. De todas formas, esto no verá afectada la exportación a países que no tienen acuerdos con la UE, como Estados Unidos o Rusia.

Cooperación

Respecto a la cooperación, la embajadora comentó que el tipo de capítulo negociado difiere de los que se negociaban cuando los cuatro países del Mercosur eran receptores de colaboración europea sin excepciones. Añadió que las disposiciones no tienen, por sí mismos, montos asociados y que la UE establecerá programas de ayuda cada siete años a través de los cuales se determinarán las estrategias, los países beneficiarios y los montos.

“Como la UE está en pleno debate sobre el plan multianual que comenzará a regir a partir del año 2021, hay una chance de que en este programa de cooperación haya una línea especial para el Mercosur dedicada a la adaptación, condiciones y obligaciones que derivarán de este acuerdo”, concluyó.

Agregó que nuestro bloque establecerá un marco de todas las disposiciones de cooperación y, de ahora en más, se comenzará a trabajar con la UE para hallar el próximo programa asociado, también, al impacto que pueda tener en sectores como las pymes. Sobre este último punto, dijo que existe un capítulo específico dentro de la sección comercial para asegurarse que las pequeñas y medianas empresas se puedan ver beneficiadas de los resultados de este acuerdo.