Moncecchi: “Nos costó entender que teníamos un problema con Ancap y que teníamos que resolverlo”

EN PANINI’S

Guillermo Moncecchi, subsecretario de Industria, Energía y Minería


Tres razones son las que explican el descontento de muchos votantes del Frente Amplio (FA) con el gobierno: el desgaste que genera estar tanto tiempo en el poder, las crecientes exigencias de la gente y los errores cometidos por la propia fuerza política. Así lo dijo a CRÓNICAS Moncecchi, quien ocupará el lugar de Carolina Cosse desde fin de mes. Además, opinó que al FA le costó hacer el cambio hacia una nueva gestión en Ancap, aunque fue muy optimista con respecto a la situación actual de la empresa pública.


 El menú  En la cava de Panini’s, el ingeniero degustó risotto vegetariano, que acompañó con agua mineral. Para extender la sobremesa, prefirió un té.


Por Magdalena Raffo | @MaleRaffo

-Antel y UTE aumentaron sus tarifas, pese a que son empresas con resultados positivos, que han hecho reformas importantes en favor del avance y la mejora de sus servicios. ¿Eso se podrá ver reflejado en una reducción de los costos en algún momento?

-La pregunta admite respuestas de diferentes ópticas. Por un lado, las empresas tienen una evolución de costos que va más allá de las reformas y que se tiene que reflejar en las tarifas. Además, que el ajuste se haga por debajo del IPC, en términos reales es una baja en el costo comparado con el resto de la economía. Por supuesto que a la persona le va a subir igual, pero menos que otras cosas. Por otro lado, la apuesta del Ministerio fue ir trasladando la disminución de los costos de abastecimiento, que ha ocurrido a partir de la incorporación de las energías renovables, hacia el sector productivo, donde ha habido una rebaja importante.

-¿Por qué entonces para los sectores productivos las medidas no han sido suficientes? El movimiento Un Solo Uruguay, por ejemplo, busca incidir en ese sentido.

-Depende mucho de cada sector. El fenómeno Un Solo Uruguay es un poco particular; yo veo un discurso de que todo está mal, muy pesimista, y sus declaraciones son absolutamente todas en la misma dirección: inauguramos una carretera, está mal porque tiene un bache; no subimos los combustibles, está mal porque tendríamos que haberlos bajado. Eso no es lo mismo que nos sucede con las cámaras empresariales, donde, desde visiones diferentes, hay un diálogo de ida y vuelta, y la intención es mejorar el sector productivo. Que después el diagnóstico sea distinto, son las reglas del juego, cada uno puede pensar como quiera.

-¿El surgimiento de Un Solo Uruguay influyó para que el gobierno tomara medidas con rapidez?

-En el gobierno escuchamos todas las voces. Cuando hay un sector de la sociedad que se expresa, le ponemos atención. A veces tenemos los mecanismos para resolver lo que solicitan, y otras veces no porque depende de factores exteriores. Por ejemplo, cuando se reclama mayor apertura al mundo, la voluntad del gobierno es esa. Estamos trabajando en acuerdos con Canadá, con la Unión Europea, pero los interlocutores también nos piden cosas y tenemos que tener cuidado de no dejar débil a nuestra economía. Son negociaciones que hay que lograr que avancen.

-Este razonamiento que menciona de que algunos creen que está mal no haber bajado los combustibles, se manifestó también por parte de la oposición. Lo que argumentan es que el precio del petróleo disminuyó.

-Decir que como bajó el petróleo tiene que bajar la nafta, es muy sencillo de entender, pero está mal. En la ecuación de costos que tiene la refinación de petróleo en Uruguay, tenés dos grandes variables: el petróleo y el dólar. Entonces, no podemos omitir el costo del dólar. Además se están ignorando otras cosas, como el ajuste del Imesi, que no se cubrió con aumento. Por otro lado, Ancap está avanzando hacia contratar una cobertura de seguro de precio del petróleo, que tiene un costo, pero tampoco lo va a cubrir con aumento. Esto quiere decir que la empresa está logrando que a partir de su eficiencia, esos costos no se trasladen a la tarifa.

-¿Liberar la importación de combustibles puede llegar a estar en discusión?

-Nosotros el tema de liberar la importación no lo tenemos en agenda porque no es algo que nos parezca útil.

-Desde algunos sectores de la oposición se plantea que eso abarataría los costos.

-Eso está basado en hipótesis que son bastante discutibles, es decir, se piensa en casos donde los costos serían ideales y donde no habría una intervención de actores en el medio de una cadena.

-¿Han estudiado la posibilidad?

-En realidad no porque Uruguay, históricamente, ha hecho la apuesta hacia la refinación. Eso tiene que ver con el rol de desarrollo de Ancap como empresa pública y con la apuesta a la innovación. Si uno quiere cambiar el modelo se planteará en la elección.

-De hecho hay precandidatos que ya lo están proponiendo.

-Por eso.

-En una entrevista con CRÓNICAS realizada en abril de 2017, el ministro de Economía, Danilo Astori, sostuvo que en ese entonces Ancap estaba superando graves errores de gestión del pasado y estaba convirtiendo una situación muy deficitaria en positiva. Agregó que “sin duda ninguna”, se podrían bajar los combustibles antes de finalizar el período. ¿Lo cree posible?

-Yo coincido con el diagnóstico. El Directorio tenía que revertir una situación complicada, y lo hizo. Ahora, yo tengo que ser muy cuidadoso cuando digo que puedo bajar los combustibles antes del fin del período, porque es un negocio que depende mucho de las variables externas. Lo importante acá es cuánto Ancap puede mejorar en eficiencia, lo que sin duda se va a trasladar al precio. Es lo que te decía recién: que no aumentara la tarifa ahora se debió a las eficiencias que ha logrado.

-¿Por qué cree que no se reconoce que la eficiencia ya está incidiendo en las tarifas?

-Yo creo que en la población en general se percibe que hubo una decisión de no aumentar, pero es muy difícil que actores de la oposición te vayan a decir “qué bárbaro que no subiste los precios”; te van a decir “qué mal que no los bajaste”. Estamos ingresando en un año electoral y va a seguir habiendo ese tipo de movimientos.

-Los resultados de Ancap siguen siendo positivos, pero a costa del sobreprecio que pagan los consumidores, afirmó a CRÓNICAS el director de la empresa en representación del Partido Nacional, Diego Labat. ¿Qué opinión le merece?

-Nosotros con Labat hemos trabajado muy bien. Creo que él es parte de ese cambio del que hablábamos. Yo no comparto que el diagnóstico sea a raíz del costo, es decir, ha habido un cambio y se han logrado beneficios gracias a la eficiencia, al esfuerzo en mejorar el vínculo con el sindicato, a las operaciones y a la performance. Ancap está pasando por un proceso que busca conjugar su buen funcionamiento y la innovación.


“El FA cometió errores, sobre todo en la forma en que gestionó algunos temas en lo político”

-¿Está confirmado que asume como ministro de Industria en lugar de Cosse?

-Sí, a fines de enero.

-¿Qué expectativas tiene al respecto?

-Desde el principio he trabajado mucho en equipo con Carolina, siempre ha habido un trabajo de ida y vuelta en la definición de las estrategias, entonces no va a haber un cambio muy grande. La idea es seguir con los lineamientos planteados. El 2019 tiene que ser un año donde se sigan concretando cosas que se definieron para el período, pero también debemos dejar la casa en orden para el gobierno que venga. Es decir, tenemos que dejar bien documentado lo que se está haciendo, y las cosas que en este quinquenio ya no se pueden hacer, dejarlas organizadas para el próximo.

-¿Esta continuidad que plantea para que el próximo gobierno siga esa línea, puede verse en riesgo si gana la oposición?

-Hay una dinámica que funciona con una lógica que tiene que ver con los objetivos de política, pero también con la institucionalidad y el vínculo entre diferentes actores, que habría que regenerar. Yo creo que lo mejor es que gane el FA.

-¿Lo ve bien perfilado para un cuarto gobierno?

-Sí, yo veo mucho entusiasmo. Hay áreas donde es más claro que hay amenazas de retroceso, como las áreas sociales, los derechos laborales –hay anuncios en esa dirección-. Y nosotros tenemos una agenda que no es solo de continuidad, sino también de cambio a partir de lo que se ha construido. Uruguay llegó a un estadio muy avanzado con respecto a lo que había, uno mira prácticamente cualquier indicador y se da cuenta. Por más que haya gente que dice “no hicieron nada”, es muy fácil verlo: el PIB, el salario real, los derechos laborales, la opinión de las instituciones del exterior.

-Dice que hay entusiasmo, pero también hay un descontento creciente de muchos votantes del FA, que se está reflejando en las encuestas. ¿A qué lo atribuye?

-Yo creo que son procesos naturales por estar tanto tiempo en el gobierno; hay cierto desgaste. En el primer gobierno del FA había una cantidad de cosas gruesas para hacer y se vieron claramente. Luego hubo un gran número de cambios más estructurales, que capaz que fueron menos visibles para la ciudadanía, y además se dieron en un contexto difícil, donde la región estuvo complicada. Lo que pasa es que decir “yo me mantuve mientras los otros [países de la región] se cayeron”, no vende. Creo que puede tener que ver con eso, es decir, que la gente quiere mejorar lo que ya tiene. También se cometieron algunos errores, sobre todo en la forma en que se gestionaron algunos temas en lo político, pero ahora viene el momento de hacer un balance de lo que se hizo y de lo que se está planteando a futuro, y creo que ese entusiasmo se va a trasmitir.

-¿Errores como cuáles?

-Por ejemplo, el proceso de Ancap, donde nos costó hacer ese cambio hacia una nueva gestión, nos costó entender que teníamos un problema y que teníamos que resolverlo. No fue mucho el tiempo que llevó, pero nos impactó bastante, al igual que todo el proceso de cambio.

-¿Qué piensa de que Cosse continúe en su cargo todavía, considerando que ha sido acusada de utilizarlo para hacer campaña?

-No es que Carolina siguió en el Ministerio haciendo campaña. Los desafío a que vean alguna actividad de campaña que haya hecho que no fuera después de las siete de la tarde. No me parece un problema porque en realidad estaba visitando algunos lugares, comunicándose con la ciudadanía también en su rol de ministra –porque el ministro es un rol político y comunicar es parte de eso-. Creo que eso es algo que se instaló en la agenda por temas electorales, pero su permanencia tiene que ver con cumplir con su tarea, porque teníamos que culminar un montón de temas en diciembre, y determinó seguir hasta enero.