Pablo Mieres: “Ha habido una reestructura del mercado de trabajo y eso siempre significa perdedores y ganadores”

Pablo Mieres, ministro de Trabajo


La pandemia del Covid-19 impactó fuertemente en el mercado laboral a nivel mundial y Uruguay no es ajeno a esa realidad. En ese sentido, la incorporación de elementos tecnológicos en el ámbito de trabajo “ha dejado por el camino a mucha gente”, lamentó el titular del Ministerio de Trabajo y Seguridad Social (MTSS). En otro orden, evaluó la gestión realizada hasta el momento para contrarrestar esos efectos y dijo que “cruza los dedos” para que no sea necesario ir hacia una cuarentena más estricta.

Por Magdalena Raffo | @MaleRaffo

-En este año marcado por la pandemia y sus efectos en el ámbito del trabajo, ¿cuál es el balance que se hace al respecto desde el MTSS?

-Ha sido un año extremadamente intenso, con un desafío inesperado, más complejo de lo que imaginábamos y muy concentrado en la pérdida del empleo, que ya era nuestra principal preocupación. Lo dijimos antes de asumir y los primeros días de la gestión, pero lo que se vino fue una tormenta perfecta sobre el empleo a nivel mundial.

Por la magnitud, esto no tiene antecedentes en décadas. Algunos hablan de la Segunda Guerra Mundial como el antecedente más cercano en cuanto al impacto del empleo en el mundo occidental. Para nosotros ha sido un reto enorme.

Yo creo que hemos respondido de una manera muy proactiva. El equipo de trabajo del Ministerio ha funcionado de una forma que para mí es un orgullo y una gran satisfacción. La Dirección de Seguridad Social tuvo que elaborar en reiteradas oportunidades normativas vinculadas con seguros de paro, regímenes especiales, prórrogas. La Dirección Nacional de Trabajo ha tenido que enfrentar una ronda salarial en condiciones totalmente excepcionales, que ha funcionado muy bien.

Probablemente, este sea el año en que el Consejo Superior Tripartito se ha reunido más veces, por el tema de los protocolos, el diálogo social por el empleo, la ronda salarial. Hemos estado funcionando a un ritmo totalmente extremo y con la enorme preocupación de que la afectación del trabajo de los uruguayos ha sido dura y lo sigue siendo.

-El Ministerio recientemente definió extender el seguro de paro parcial hasta marzo de 2021. ¿A qué apunta con esa medida?

-El seguro de paro parcial fue una construcción nuestra, un invento que surgió en marzo de este año, justamente, a partir de la pandemia, en la búsqueda de generar instrumentos que le permitieran al empleador y al trabajador mecanismos de acuerdos parciales y evitar que el seguro de paro fuera total y la desvinculación completa.

Eso funcionó bien, se fue adoptando de manera tal que nosotros teníamos la esperanza de que a fin de año ya no fuera necesario, pero el recrudecimiento de la expansión del virus y el hecho de que toda la actividad económica y laboral no estuviera reactivada, nos hacía sentir que debíamos prorrogarlo durante todo el verano, y así fue.

Esa decisión se tomó en acuerdo con el Ministerio de Economía y con Presidencia de la República, con un agregado, que es el incentivo a la reincorporación completa. Es decir, esto viene acompañado de un beneficio de 5.000 pesos que se otorga a todo empleador que retire al trabajador del seguro de paro parcial para reincorporarlo por el horario completo. Eso ya está funcionando.

Lo mismo sucede en el caso del turismo, pero más reforzado y ya no del seguro de paro parcial sino del total, a fin de que los empresarios del sector turístico puedan recibir un apoyo para reincorporar trabajadores o contratar nuevos con un beneficio de 8.000 pesos que estará vigente durante toda la temporada.

-¿Cuáles son las mayores preocupaciones actualmente?

-Sin duda, la mayor preocupación es qué hacemos con la gente que se nos queda por el camino. Más tarde o más temprano, va a haber una reactivación más o menos completa, pero ha habido una reestructura del mercado de trabajo y eso siempre significa perdedores y ganadores, o sea, hay trabajadores cuyas habilidades y competencias dejaron de ser requeridas y no es tan fácil para ellos recalificarse.

Entonces, existe un desacople en los trabajadores que tenían empleo y que hacían determinadas cosas que ahora ya dejaron de ser requeridas. Eso sucede porque en todo proceso de crisis hay una aceleración de los cambios en el mercado laboral, una restructura del mismo; se acelera la incorporación de elementos tecnológicos y eso deja por el camino a mucha gente, en general, la más débil.

El otro gran problema son los jóvenes. Nosotros tenemos una enorme preocupación porque el desempleo juvenil está por encima del 34%. Es una barbaridad, somos de los casos más graves de toda América Latina y por lo tanto tenemos que poner cabeza para resolver algunas medidas que tengan más impacto. La Ley de Empleo Juvenil no ha tenido mucha significación; la prueba está en que los datos siguen siendo muy fuertes desde el punto de vista del desempleo juvenil.

-¿Está cuantificada la pérdida de puestos de trabajo que ha causado la pandemia?

-No. Todavía no lo tenemos cuantificado porque continúa en curso.

-Pero ¿no hay un estimado del efecto producido hasta el momento?

-Hubo una caída de la población económicamente activa: 100.000 personas dejaron de estar ocupadas. Luego hubo una recuperación y esa cantidad descendió a 40.000 aproximadamente.

-¿Esta segunda ola de contagios preocupa al Ministerio? ¿Puede suceder que se cierren más actividades o eso está descartado?

-Nos preocupa enormemente, por eso el pedido a los ciudadanos de realmente ponerse las pilas en cuanto a los cuidados y a la reducción de la sociabilidad y la movilidad. Me parece que estamos en un momento clave, en una situación de riesgo, donde lo peor que nos puede pasar es tener que tomar medidas que impliquen una reducción de la actividad económica y laboral.

-¿Eso se está evaluando?

-Yo espero que no suceda. Nuestra idea es que esto pueda estar controlado y podamos convivir con una expansión mayor del virus, que al mismo tiempo permita mantener los niveles de actividad. Es un tema que, como se anunció el martes de la semana pasada, lo vamos a volver a valorar la semana que viene.

-Algunos especialistas, como el presidente del Colegio Médico, Blauco Rodríguez, han planteado la posibilidad de ir a una cuarentena más estricta por 15 días para frenar el aumento de los contagios. ¿Es una medida a tener en cuenta?

-Yo no puedo opinar de eso porque les corresponde al Ministerio de Salud Pública y al GACH (Grupo Asesor Científico Honorario). Creo que todos tenemos la misma idea de aquella imagen que dio el presidente (Luis Lacalle Pou) de las perillas. En ese sentido, el área de la salud es la dominante y es un campo donde yo no puedo dar opinión.

En relación a eso, uno cruza los dedos para que no sea necesario y que podamos seguir con estos niveles de reactivación que hemos logrado, y ojalá pudiéramos reactivar más.

Ya tomamos una medida restrictiva que tuvo que ver con el turismo, y ahora otras relativas al teletrabajo, la reducción de la movilidad, el cierre de gimnasios y clubes deportivos y la limitación de la actividad de bares y restoranes. Yo espero que no tengamos que seguir restringiendo, pero todo depende de la evolución del virus.

-Las inspecciones a empresas dejaron al descubierto algunos incumplimientos. ¿Cuál es el procedimiento a seguir en esos casos?

-Los incumplimientos implican el inicio de procedimientos que por lo general terminan con multas, que varían según la gravedad de las infracciones. Por supuesto que ahí hay un debido proceso administrativo que tiene su cadencia y su tiempo, porque nosotros no podemos pasar por arriba del derecho del inspeccionado a hacer sus descargos y a demostrar que lo que se pretende sancionar es incorrecto.

-¿Sorprendió el panorama que se encontró en muchas de las empresas inspeccionadas?

-Sí, porque nosotros no esperábamos que el 60% de las empresas inspeccionadas tuvieran algún incumplimiento en materia sanitaria. Yo quiero tener el dato –lo vamos a tener a la brevedad- de cuán graves son esos incumplimientos, porque no es lo mismo que no haya un documento escrito a la vista donde se diga cuáles son las previsiones que hay que tener, a que no se cumpla con el distanciamiento, que es mucho más relevante. No es lo mismo que se incumpla con una sola previsión, a que haya incumplimientos en todo.

-¿Cómo ha sido en este contexto la relación con los sindicatos y con el PIT-CNT?

-La vamos llevando bien. Es una buena relación, muy cordial, en diálogo; obviamente, con diferencias importantes. El PIT-CNT ha decidido ir contra la ley de urgente consideración en la promoción de un referéndum, mientras que nosotros tenemos una opinión diametralmente contraria.

Pero lo cortés no quita lo valiente, es decir, cada uno tiene sus convicciones e independientemente de eso estamos trabajando y dialogando mucho. En forma permanente tenemos conversaciones y reuniones, ya sea por situaciones puntuales relacionadas con algún grupo de actividad, sector, sindicato o conflicto, o por asuntos más generales.

-¿Cuáles son las perspectivas a futuro? ¿Se puede hacer una proyección para fin de año en lo que respecta al nivel de desempleo?

-Es muy difícil prever eso, no lo sabemos, porque en realidad hay una variable que es sobre la que tú me preguntabas hace un rato, que tiene que ver con la evolución de la crisis sanitaria.


“No creo que la ausencia de una ley sea un obstáculo para que se impulse el teletrabajo”

-Mencionaba el teletrabajo… Además del proyecto de ley que se encuentra en el Parlamento, el presidente exhortó a los privados a aplicarlo. ¿Se piensa en medidas para impulsar al sector a que genere los mecanismos para ello?

-Por alguna información que uno tiene muy suelta –no tengo ningún dato estadístico-, ha habido decisiones de empresas privadas de retroceder de la presencialidad al teletrabajo. Eso uno lo ha registrado en el entorno de la gente que conoce, amigos, familia.

Me da la impresión de que los anuncios de la semana pasada y las cifras de la evolución de la pandemia han generado algún grado de reacción de la gente en el sentido de volver a ajustar sus comportamientos, dentro de lo cual se encuentra el teletrabajo. El proyecto de ley todavía no se ha sancionado, pero no creo que la ausencia de una ley sea un obstáculo para que se impulse el teletrabajo.

-¿Cuál es la importancia de ese proyecto?

-Es necesario porque el teletrabajo es una modalidad de relación laboral que vino para quedarse, que tuvo un impulso fuerte por esto de la pandemia, pero que ya venía generándose. En ese aspecto, es importante que haya un marco legal que se haga cargo de las especificidades del tipo de relación de trabajo; las reglas generales son las mismas, pero tiene sus peculiaridades y hay que acompasarlas.