“El BCU entiende que podría haber espacio para continuar revisando la tasa de interés a la baja”

“Persiste la rigidez en la evolución de los precios de los bienes y servicios no transables”

Foto: BCU

El descenso de la inflación y de las expectativas del mercado, en medio de un contexto de debilitamiento del dólar, llevaron al Banco Central del Uruguay (BCU) a bajar la tasa de interés, aunque reafirmando que se “mantiene la instancia contractiva de la política monetaria”. La entidad dejó en claro que en la medida de que el nivel de precios “evolucione conforme a lo esperado” y que las proyecciones de los agentes sigan bajando, existe el margen para seguir recortando la tasa de interés en próximas instancias.

Con la inflación dentro de la meta, las expectativas en “mínimos históricos” y con un dólar que presiona a la baja, el BCU estaba siendo mirado con atención esta semana para ver qué definición tomaba respecto a su Tasa de Política Monetaria (TPM). Finalmente, el Comité de Política Monetaria (Copom) de la entidad resolvió recortar la TPM en 25 puntos básicos, ubicándola en 9%, y dando a entender que podría haber nuevas bajas a futuro.

De acuerdo al comunicado publicado luego del encuentro, este nivel de tasa “es consistente con la continua reducción de la inflación y de sus expectativas, y mantiene la instancia contractiva de la política monetaria”.

Por un lado, el Copom valoró positivamente el nuevo descenso de la inflación en junio, que se ubicó en 4,59% en términos anualizados, un dato en línea con la meta oficial (4,5%), al tiempo que la inflación subyacente también mostró una trayectoria descendente. Sin embargo, se advierte que aún “persiste la rigidez en la evolución de los precios de los bienes y servicios no transables”, es decir, de aquellos que no se comercian con el exterior, por lo cual sus precios están mayormente configurados por cuestiones de oferta y demanda domésticas, y no por los precios internacionales. 

Asimismo, el Copom destacó que las expectativas de inflación al horizonte de 24 meses continúan alcanzando nuevos mínimos históricos: las de los analistas y de los mercados financieros se redujeron a 5,2% y las de empresarios a 6%. “De este modo, el promedio se sitúa en 5,5%, dentro del rango de tolerancia por tercer mes consecutivo”, señala el comunicado.

Por su parte, las proyecciones de inflación del propio BCU fueron revisadas a la baja y muestran que se mantendría en torno a la meta de 4,5% durante los próximos dos años.

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En cuanto al análisis de la coyuntura internacional, se menciona la continuidad en la debilidad del valor del dólar, al tiempo que se destaca la reducción de la incertidumbre comercial y geopolítica, lo que mitiga la volatilidad de los precios internacionales. 

“En este contexto, el Copom valoró la importancia de mantener una política que consolide la inflación en la meta y refuerce la trayectoria descendente de las expectativas hacia ese nivel”, señala el comunicado.

En tal sentido, la decisión del directorio del BCU, por unanimidad, fue la de recortar la TPM en un cuarto de punto porcentual, llevándola al 9%, y “manteniendo la política monetaria en terreno contractivo y orientada a la convergencia de la inflación y sus expectativas al 4,5% anual hacia el final del horizonte de política”.

“En la medida en que la inflación evolucione conforme a lo esperado y las expectativas de los agentes sigan descendiendo, el BCU entiende que podría haber espacio para continuar revisando la tasa de interés a la baja”, concluye el comunicado.