De un lado, las cámaras y el Suntma están en un conflicto por el tiempo de descanso, la guardia de puente y pagos. En el otro, patrones, maquinistas, trabajadores de plantas procesadoras y “pandillas” de carga y descarga afectados por el conflicto pero sin participar activamente en el mismo. Como mediadores, las autoridades del Ministerio de Trabajo y Seguridad Social (MTSS) no parecen lograr un acuerdo pero analizan dejar de negociar por separado con una reunión entre los actores en Torre Ejecutiva.
Por: Jerónimo López
La pesca vive nuevamente un momento complejo y el sector se encuentra completamente paralizado desde fines de mayo -hace más de un mes y medio- lo que hasta ahora equivale a la mitad de la zafra corvinera.
Según una fuente vinculada a una de las empresas que operan en el sector, los últimos en cancelar la actividad salpicados por la problemática fueron los buques de altura, embarcaciones de mayor porte que operan con dos patrones y “nada tienen que ver con el conflicto”, muchos de ellos propiedad de capitales extranjeros.
Hasta el momento no hay solución, y las negociaciones con el MTSS entre empresarios y sindicalistas se venían desarrollando por separado dado el alto nivel de conflictividad y falta de confianza en el sector. La directora Nacional de Trabajo, Marcela Barrios, dijo a CRÓNICAS que se han dado “más de 30 reuniones” en la órbita de la cartera y este jueves 17 acudirá a la Comisión de Asuntos Laborales y Seguridad Social de la Cámara de Senadores para tratar el tema.
Sin embargo, Juan Riva-Zucchelli, presidente de la Cámara de Industrias Pesqueras del Uruguay (CIPU) confirmó a CRÓNICAS que el Ejecutivo les extendió una propuesta de reunión con el sindicato, el PIT-CNT y ambas cámaras (CIPU y CAPU) en Torre Ejecutiva. Si bien aún no hay fecha, se espera que sea “lo más pronto posible”, y desde la CIPU mantendrán su posición de que “primero salgan los barcos, y luego discutir”.
El motivo del conflicto es una disputa en marcha entre el Sindicato Único Nacional de Trabajadores del Mar y Afines (Suntma) y la Cámara de Industrias Pesqueras del Uruguay (CIPU) junto a la Cámara de Armadores Pesqueros del Uruguay (CAPU) por múltiples motivos, pero principalmente las horas de descanso y la guardia de puente.
Por un lado, el Suntma acusó a los empresarios de incumplir en los pagos de aguinaldos, salarios, feriados y liquidaciones. Al mismo tiempo, la fuerza sindical reclama por los tiempos de descanso luego de la captura, y expresaron no querer realizar lo que se conoce como guardia de puente. Según explicó un patrón de pesca a este medio, se trata de un puesto de seguridad que realizan los barcos de costa -que operan en pares y rotan el horario- y mientras en uno de ellos un patrón se mantiene a cargo de la operación, en el otro lo hace un marinero para que el capitán descanse, y viceversa. La propuesta del sindicato es sumar un tripulante adicional para realizar esta función.
Por otro, Carlos Olivera, director ejecutivo de Novabarca, dijo a CRÓNICAS que el requisito de las cámaras para negociar es que “se cumpla la cláusula de paz del convenio colectivo vigente” fechado al 12 de julio de 2024, que establece “un mecanismo para la resolución de diferencias mientras la flota sigue operando”. Al mismo tiempo, identificó “motivos de fondo” cómo el hecho de que “en el sector pesquero no hay libertad de trabajo”, con un “actor con un poder desmedido y que desde su posición ejerce una dictadura sindical”. El sindicato dice que el convenio no se incumple ya que sus reclamos actuales no fueron incluidos en el mismo.
Sobre la propuesta de un marinero adicional, Olivera dijo que “la guardia es una función inherente a la marinería” según “el reglamento de servicio a bordo de Marina Mercante”, además de que “no hay capacidad locativa en los buques”. Por otro lado, respecto a los tiempos de descanso, aseguró que “hay estudios a partir de las cámaras de seguridad que demuestran que no es cierto que se trabaje 40 horas seguidas”.
“El reclamo no tiene el menor asidero. Más allá de que se está violando el convenio, cualquier cosa que hubiera que discutir sobre organización del trabajo o mejorar condiciones se podía hacer sin ningún problema con la flota trabajando, no destruyendo completamente un sector”, finalizó.
Daño colateral
CRÓNICAS se comunicó con Silvana Lazo, presidenta y vocera de la Organización de Trabajadores de la Industria Pesquera del Uruguay (Otipu) -aún no oficial, ya que se creó por el conflicto- y con Álvaro Lamas, abogado del Sindicato Único de Patrones de Pesca de Uruguay, Tráfico y Cabotaje (Sudeppu TC). Ambos colectivos se ven afectados de lleno por el conflicto, a pesar de que no participan activamente de las negociaciones ni tienen una postura definida hacia los reclamos.
Lamas confirmó que el colectivo de patrones de pesca mantuvo reuniones con el MTSS, con la Dirección Nacional de Recursos Acuáticos (Dinara) y con legisladores. Tras los encuentros la conclusión es que “las dos partes están en posiciones muy antagónicas y sin un camino intermedio”, opinó a título personal, por lo que una solución funcional a ambos sectores aún parece distante. Desde el sindicato solicitaron un seguro de paro especial, que aún no ha tenido respuesta, para aproximadamente 100 patrones y maquinistas.
Por otro lado, Lazo representa a cinco plantas procesadoras -unas 500 personas- que no cuentan con seguro de paro porque, a raíz de que ya lo solicitaron por los conflictos del año pasado, no tuvieron el tiempo de trabajo continuo para generarlos. “No tenemos nada que ver con las negociaciones, no tenemos nada que ver con el conflicto, somos rehenes”, dijo, y señaló que “el ministro de Economía comunicó que no había dinero, el ministro de Trabajo dijo que lo iba a estudiar, y la directora de Trabajo nos explicó que no lo pueden otorgar porque están dadas las condiciones para el trabajo: el pescado está en el agua”.
Mientras tanto, los trabajadores “sobreviven” con canastas hechas a partir de víveres de los barcos que no van a zarpar y donaciones de empresas y vecinos.