“A futuro se debería poner impuestos a los vehículos que funcionen a combustible”

EN PANINI´S

Jorge Tomasi, presidente de la Región IV de la FIA y del Automóvil Club del Uruguay


 El uruguayo Jorge Tomasi fue reelecto por unanimidad como presidente de la Región IV de la Federación Internacional del Automóvil (FIA). Tomasi, que también preside el Automóvil Club del Uruguay, liderará en los 17 países de América del Sur y América Central que contempla esta región hasta 2021. En entrevista con CRÓNICAS, Tomasi cuestionó la eficacia del transporte colectivo y aseguró que Latinoamérica es “un campo fértil para el desarrollo de los vehículos eléctricos”. A su vez señaló que los planes que la Intendencia de Montevideo desarrollará en el centro de la capital “no alcanzan” para controlar la explosión del parque automotor que se cuadruplicó en los últimos 10 años. 


 El Menú  En la confortable cava de Panini´s, el presidente de la FIA decidió almorzar ensalada tibia de pollo que acompañó con Sprite zero. Para la sobremesa optó por un café “largo y liviano”.


 Por María Noel Durán | @MNoelDuran

 -¿Cómo ve la actualidad de la siniestralidad del tránsito en la región?

-Latinoamérica es muy heterogénea en aspectos tanto sociales como políticos y económicos pero en lo que respecta al tránsito tenemos una problemática común.

El tema de los birrodados es común en todos los países latinoamericanos, la alta siniestralidad que se observa en nuestro país con los birrodados sucede también en la región. En Uruguay más del 50% de las muertes son consecuencias de siniestros en ellos y el 80% de los fallecidos está entre birrodados y peatones y hay que ver cuáles son las consecuencias de esto; muchas veces son jefes de hogar y si no fallecen y quedan impedidos, la familia queda sin sustento y desde el punto de vista de la economía de la salud implica costos que un paciente esté 60 días en un CTI.

Hay que trabajar en desarrollar políticas que mitiguen esta siniestralidad y también en la formación de los conductores y peatones. La FIA tiene las 10 reglas de oro de la conducción segura y si la gente que se pone detrás de un volante observara esto se podrían evitar muchos siniestros.

-En el caso de Uruguay el parque automotor se multiplicó en los últimos años…

-En los últimos 10 años ha tenido más de un 120% de crecimiento. Por otro lado, la infraestructura de Montevideo no ha acompañado el crecimiento exponencial del parque automotor, recién ahora se empiezan a tomar medidas a los efectos de ver cómo se puede mitigar el impacto de esa multiplicación de los automóviles en la capital.

-La Intendencia presentó un plan que pretende que en 18 de Julio solo circulen ómnibus y que los autos transiten por las calles paralelas a la principal avenida, ¿qué piensa de este proyecto?

-Tiene varias aristas. La positiva es que incentiva el uso de las bicicletas algo que también va de la mano de la reducción de la contaminación. Si bien Montevideo no está dentro de las capitales que tienen mayor problema de contaminación, es un problema creciente. A más vehículos, más combustión; por eso hay que promover los autos eléctricos mediante leyes que incentiven a hacerse de ellos y, a futuro, también poner impuestos a los vehículos que funcionen a combustible. Sobre todo en esta ciudad en la que todavía funcionan muchos vehículos viejos. Es un intento para racionalizar el tránsito en la ciudad, pero yo creo que con eso solo evidentemente no alcanza. Habría que instrumentar otras soluciones como, por ejemplo, mejorar el transporte público. 

-Se fomenta el uso de las bicicletas pero si unimos esto a la cantidad de siniestros en los que están involucrados los birrodados, es claro que debe haber otras políticas…

-Exacto, políticas de educación y además sendas en las que circulen exclusivamente las bicicletas como sucede en los países europeos.

-La Intendencia de Montevideo y CAF presentaron un estudio en el que aseguraban que el incremento de los automóviles está en los estratos sociales más altos mientras que las motocicletas se venden en los más bajos y esto deriva en un uso menor del transporte público, ¿este fenómeno se repite en la región?

-Sí. El transporte colectivo debería tener un grado de eficiencia tal que le significara a la gente usarlo, pero no es así. Latinoamérica tiene la flota de ómnibus más grande del mundo, son 1.200.000 ómnibus y casi el 100% son a combustible. La polución que esos autobuses provocan en relación con la emisión del gas carbono es altísima.

Latinoamérica es un campo fértil para el desarrollo de políticas en cuanto a la inclusión del automóvil eléctrico. Hay que facilitar el tema del vehículo eléctrico y sobre todo en el transporte colectivo.

Hay casi 1.000 millones de automóviles y se calcula que se va a cuadruplicar la flota de autos en el 2050, si no hay un cambio en lo que tiene que ver en cuál es el elemento de tracción del vehículo, la atmósfera no resiste. Hoy estamos en 410 partes por millón de gas carbono, el límite es 350 y si eso no se revierte, los riesgos que se producen son irreversibles, por ejemplo, el deshielo. El mundo está trabajando en esa dirección.

-¿Cómo ve los resultados en seguridad vial? ¿Qué cambió la creación de la Unasev?

-Desde el 2007 a la fecha ha habido mejoras tanto en los siniestros como en la tasa de fallecidos. Sin dudas que la labor de Unasev ha dado sus frutos en sus 10 años de existencia pero me gustaría dar una visión más general.

Si tenemos en cuenta que en el 2010 nace Latin NCAP, que es una auditoría de automóviles que estudia la seguridad de los vehículos a nivel estructural. Latin NCAP ha demostrado que el mimo modelo de vehículo, del mismo año y de la misma marca que se vende en América no es el mismo que el que se vende en Europa, el grosor del acero no es el mismo y el impacto causa problemas estructurales que no sucederían en Europa.

Ya se han estudiado más de 80 vehículos, raíz de esto se han ido haciendo modificaciones y muchas compañías han cambiado sus políticas con respecto al armado de los autos.

La FIA creó las regiones, hay cuatro entre las que está la que yo presido actualmente, el presidente de la FIA ha hecho mucho hincapié en las medidas para mitigar los siniestros viales. A su vez, las regiones llevamos a cabo programas a través de los automóviles club. Son tiempos de siembra pero creo que se van a empezar a ver los resultados a nivel global.

Recién en el 2004 los siniestros viales suenan como una alarma en la Organización Mundial de la Salud. Luego se han ido sucediendo acciones que apuntan a la dirección correcta pero no es sencillo en un ámbito como Latinoamérica que contempla realidades muy diversas. La unión de todos los que trabajamos en el tema va a hacer que los resultados sean mejores.

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-¿Qué argumentos dan las marcas para que existan esas diferencias entre los vehículos que van al primer mundo y los que llegan a Latinoamérica?

-Ninguna. Es un tema económico, de bajar costos. Pueden decir que son mercados con menos poder adquisitivo pero la seguridad de quien conduce un vehículo no puede estar supeditada a razones económicas. No puede haber un argumento.

-¿Cuáles son las principales diferencias entre los modelos que llegan a Latinoamérica y los que se quedan en Europa?

-La estructura, que es lo más importante porque en un impacto asegura que el vehículo sea menos vulnerable. Los equipamientos de seguridad también varían, tanto las airbags como los isofix para las sillas de los niños o los antideslizantes cuestan muy poco en origen y aquí por un auto con esos instrumentos hay que agregar, por lo menos, US$ 2.000. Por eso se comercializan más las versiones más básicas.

Los autos que vienen a la región tienen que venir con un costo lo más bajo posible para poder penetrar a los segmentos, se pone por delante el precio frente a la seguridad.

-También juega un rol la carga impositiva que agregue el país…

-Sin dudas. Acá en nuestro país superan el 100% del valor del auto.

-El presidente de Latin NCAP decía que Latinoamérica está 20 años detrás de Europa en materia de seguridad vial, ¿hay una búsqueda de políticas más firmes en la región?

-No es uniforme, depende de cada país. La tendencia es ir aumentando el nivel de exigencias pero las velocidades son distintas. Al nivel de los gobiernos hay conciencia del tema pero hay otras urgencias que se anteponen.

En conjunto con los automóviles club, tratamos de diseñar estrategias en función de la realidad de cada país.

-En Argentina instalaron semáforos tecnológicos para las personas que caminan mirando su celular, esto no tuvo éxito y tampoco respetaban el semáforo convencional. ¿Es necesario educar más al peatón?

-No sé si con el semáforo tecnológico pero es necesario a todo nivel, peatones y conductores. Si uno va a 50 km por hora en la ciudad, hace 100 metros en 72 segundos, ¿cuánto lleva mirar un mensaje en el celular? siete segundos, en siete segundos recorres 10 metros totalmente a ciegas, y es mucho peor si se manda un mensaje. De repente andas 50 metros sin mirar. En ese tiempo se puede atropellar a alguien, chocar con un auto, desviarse de la senda. Lo que más me preocupa son nuestros niños, los adolescentes están todo el día mandando mensajes y es un fenómeno cultural que hay que estudiarlo para hacer campañas que tengan en cuenta esto.

-Esta semana, el Banco de Seguros del Estado informó que un 20% de los vehículos que circulan no tienen el seguro obligatorio, ¿qué reflexión le merece?

-Hay una gran falta de fiscalización. Lo vemos con los birrodados, motos que van sin casco, sin luces, todos los días se ven dos adultos y dos niños en la moto, es una lotería. Yo creo que eso va directamente de la mano en lo que tiene que ver con la ausencia de fiscalización.

Lo que se ha logrado con los radares en materia de reducción de velocidades, esa es una fiscalización no presencial por lo que el tiempo que le saca a los inspectores, deberían dedicarlo a tareas de educación que es lo que no se hace, no hay prevención. Primero hay que educar y después penar. Me parece que faltan campañas de educación y de prevención. 


Las reglas de oro de la FIA

  1. El cinturón, Todos tus pasajeros son tu responsabilidad.
  2. Respeta el código de circulación. Las normas están para protegernos a todos.
  3. Cumple los límites de velocidad. Tu coche está hecho de metal; los peatones y los niños, no.
  4. Comprueba tus neumáticos. Examina la profundidad del dibujo y la presión, incluidos los de la rueda de repuesto.
  5. Conduce sobrio. Cuando tomas alcohol o drogas, te conviertes en un peligro para ti y para los otros usuarios de la vía.
  6. Protege a tus hijos. Mantenlos seguros mediante sillitas infantiles.
  7. Siempre alerta. Llamar por teléfono o mandar un mensaje, además de estar prohibido, reduce tus niveles de atención.
  8. Haz un alto cuando estés cansado. Llegar tarde es mejor que no llegar.
  9. Usa casco. La moto o la bicicleta no protegen tu cabeza.
  10. Cortesía y educación. Respeta a los otros conductores.