En un contexto complejo, marcado por una importante crisis política interna y un escenario internacional de elevada volatilidad, el Ministerio de Economía y Finanzas (MEF) logró un espaldarazo de los mercados en la operación de reapertura del Bono Indexado a Indicadores de Cambio Climático (BIICC), denominado en dólares y con vencimiento final en 2034. La ministra de Economía, Azucena Arbeleche, destacó que “el resultado de esta emisión es una muestra más de la confianza que genera el país en los mercados financieros”.
No era un marco fácil. El gobierno estaba en medio de la mayor crisis política o institucional (según las diversas miradas) en lo que va del período, y el contexto internacional estaba caracterizado por una importante volatilidad. Aun así, los inversores mostraron su respaldo al país durante la operación de reapertura del BIICC, también conocido como “bono verde”, prácticamente cuadruplicando la demanda de la emisión.
De acuerdo al comunicado difundido por el MEF, la emisión del BIICC alcanzó un valor nominal de US$ 700 millones, monto que fue superado ampliamente por la demanda, que de acuerdo al libro de órdenes, llegó a un máximo de US$ 2.701 millones.
“El resultado de esta emisión es una muestra más de la confianza que genera el país en los mercados financieros”, destacó la ministra Arbeleche, remarcando el trabajo realizado desde el comienzo de la administración para “transmitir certezas” y realizar “un manejo responsable de los dineros públicos”. “Esta transacción demuestra, una vez más, la fortaleza institucional del país y la credibilidad de las políticas públicas, que es valorada de manera positiva dentro y fuera de fronteras”, resaltó la ministra según el comunicado del MEF.
Demanda diversificada
Con esta operación el gobierno logra cumplir sus objetivos de: complementar el programa de fondeo del gobierno para el año 2023; reafirmar la estrategia de financiamiento soberana alineada con los objetivos ambientales de Uruguay; y diversificar la base de inversores de títulos del gobierno, accediendo a otros mercados e inversionistas focalizados en objetivos de sostenibilidad.
La reapertura del bono se realizó a un rendimiento de 5,6% anual, correspondiente a un diferencial de 95 puntos básicos respecto al bono de referencia del Tesoro de EEUU de plazo similar. El precio de reapertura del bono fue de US$ 101,15 por cada US$ 100 de valor nominal.
En su máximo, el libro de órdenes estuvo compuesto por 139 inversores, de los cuales 15 cuentas invirtieron por primera vez en un título soberano de Uruguay. Aproximadamente el 89,5% de la demanda provino de cuentas extranjeras, y la restante de inversores locales. El grueso de la demanda internacional tuvo como origen a EEUU y el Reino Unido, con la presencia de las mayores cuentas enfocadas en mercados emergentes de alta calificación crediticia. También participaron inversores de Alemania, Austria, Canadá, Chile, Dinamarca, Emiratos Árabes Unidos, Irlanda, Japón, Países Bajos, República Checa y Singapur. Asimismo, se destaca la participación de agencias del gobierno de Corea del Sur y Suiza.
“La operación permitió acceder a demanda incremental de fondos de inversión comprometidos con el desarrollo económico sostenible. La transacción también contribuye a aumentar la visibilidad de la estrategia de acción climática y desarrollo sustentable del país, como objetivo conjunto de los sectores público y privado. Asimismo, apuntala el desarrollo de otros instrumentos del gobierno de financiamiento climático con organismos multilaterales, para la transición a una economía más baja en carbono”, concluye el comunicado.