Kechichian: “Uruguay va a seguir siendo elegido como un destino porque es un país que se ha posicionado en el mundo”

EN PANINI’S

Liliam Kechichian, senadora del Frente Amplio y exministra de Turismo


El turismo ha sido uno de los sectores más afectados por la llegada del covid-19 y la exministra considera que las medidas del gobierno para paliar su situación no han sido suficientes. De todas maneras, destacó que Uruguay ya tenía fortalezas para combatir la pandemia, además de que en los períodos pasados había transitado un proceso de construcción de la Marca País, lo que le ha permitido posicionarse internacionalmente. Por otro lado, lamentó que se hayan “desconocido” muchas de las políticas llevadas adelante por el gobierno anterior.


 El menú  La legisladora degustó corvina rubia acompañada de vegetales de estación, menú que acompañó con Coca-Cola light. A la hora del postre, prefirió crème brûlée.


Por Magdalena Raffo | @MaleRaffo

-¿Dejó el Ministerio con la sensación del deber cumplido?

-Lo dejé con la satisfacción de haber transformado muchas de las cosas que teníamos en nuestro programa de gobierno, como desestacionalizar, descentralizar, construir nuevos productos. Uruguay dejó de hablar de turismo solo en la costa atlántica y empezó a hacerlo en todo el país.

La concreción del turismo social fue un tremendo éxito como un derecho humano al ocio y la recreación, pero también viendo cómo impactaba en la gente que podía hacer uso del mismo, como quinceañeras, trabajadores de bajos recursos, jubilados y pensionistas.

Siempre pensás que pudiste haber hecho más, porque nadie que esté en un Ejecutivo siente que hizo todo lo que debía.

-¿Hubo alguna tarea puntual que le hubiera gustado concretar?

-Me hubiera gustado profundizar en algunos productos. Por ejemplo, todo el trabajo que hicimos con las áreas protegidas, que fue hermosísimo, me quedó con gusto a poco porque podíamos haber hecho más. Uruguay avanzó mucho en construir un Sistema Nacional de Áreas Protegidas, pero en los temas ambientales todavía el turismo tiene mucho para seguir aprendiendo y aportando.

-El turismo es uno de los sectores más afectados por la pandemia. ¿Cómo evalúa las medidas tomadas por el gobierno para paliar su situación?

-Efectivamente, todos los servicios y en particular los turísticos están dramáticamente afectados, porque con fronteras cerradas –una medida que yo comparto, porque si priorizamos la salud de nuestra gente, era dolorosa, pero había que tomarla- y sin la libre circulación de las personas, el impacto es enorme.

En lo personal, siento que las medidas siempre son bienvenidas, pero insuficientes, y que se desperdició buena parte del tiempo que tuvimos en hacer cosas que se podían, como capacitar a los trabajadores del sector en calidad sanitaria. Es decir, lo sanitario va a pasar a jugar un papel clave en los nuevos productos turísticos cuando esto termine; en algún momento la gente va a volver a viajar y Uruguay va a seguir siendo elegido como un destino porque es un país que ha construido una marca y que se ha posicionado en el mundo.

También se podría haber trabajado más en construir circuitos de turismo interno, a diferencia de lo que se ha hecho.

-¿Por qué lo dice?

-Porque se ha desconocido mucho de lo que hizo el gobierno anterior, especialmente, en el litoral del Río Uruguay, en el Corredor de los Pájaros Pintados. Eso me da una profunda tristeza y me parece que es una desacumulación en algo que se podría haber transitado, como intentamos hacer nosotros, que es el camino de una política de Estado.

Más allá de los cambios de gobierno, siempre hubo cierta continuidad, obviamente, incorporando las improntas de cada uno. Me da la impresión de que en este momento hay un enorme retroceso en ese sentido, tanto en la construcción de la política de Estado como en la disponibilidad de escuchar otras opiniones que no sean las del gobierno.

Propusimos que se hiciera un gran acuerdo nacional por el turismo porque en Uruguay hay excelentes profesionales en la materia de todos los partidos políticos. Por la importancia que esta actividad tiene en la economía del país y en la generación de empleo, así como hay un Grupo Asesor Científico Honorario, se podría haber construido otro de turismo que pudiera aportar ideas ante una situación nueva para todos.

-¿El turismo interno no está siendo fomentado de manera adecuada?

-El turismo interno tenía unas fortalezas muy grandes; entre otras cosas, todo el know how que dejó el turismo social, hubiera sido muy bien aprovechado. Un equipo de personas había trabajado con el sector privado y conseguido buenos precios en gastronomía y hotelería, había construido circuitos nuevos e incorporado a los pueblos turísticos.

Además, hoy la única herramienta que se tiene es el turismo interno, por lo tanto, haber desandado en el Corredor de los Pájaros Pintados, donde San Javier, Nuevo Berlín, Soriano, Mercedes, Bella Unión, Salto, Paysandú, tienen pueblos con encanto, gastronomía, historia, cultura… Todo eso parece no ser tenido en cuenta y es doloroso.

El ministro de Turismo, Germán Cardoso, dijo a Empresas & Negocios de CRÓNICAS que, cuando la pandemia pase, el país va a recibir una explosión de turismo no solo a nivel de visitantes, sino también en la captación de inversiones en el sector y en los servicios. ¿Comparte esa expectativa?

-Yo no soy muy proclive a hacer ese tipo de anuncios porque no sabemos cómo va a evolucionar esto; la competencia por captar inversiones va a ser enorme en el mundo entero.

Es cierto que nuestros gobiernos dejaron fortalezas para enfrentar la pandemia, como el sistema integrado de salud y un conjunto de políticas sociales que nos permitieron identificar dónde estaban los más vulnerables y asistirlos en forma inmediata. También dejamos un enorme bagaje en el trabajo de la Marca País y ahora se le quitó prácticamente el 50% del presupuesto a Uruguay XXI, que venía haciendo una tarea fantástica en el posicionamiento de la marca.

Pero Uruguay tiene muchas fortalezas que ha construido estos últimos años. Aparte de las bellezas naturales, tiene en su agenda de derechos, en el fútbol, en la trazabilidad de la carne, en muchas de las políticas que llevamos adelante, un posicionamiento que nos ubica muy bien en el mundo. Y hasta ahora el manejo de la pandemia nos ha dado una buena imagen en el exterior, que ojalá no se revierta.

-Más allá del turismo, en términos generales, ¿cuáles son las medidas fundamentales que el Frente Amplio (FA) entiende que el gobierno debería tomar en este contexto de pandemia?

-Tenemos una diferencia muy profunda sobre qué hay que hacer con la sociedad en momentos de crisis. El gobierno ha transitado por el camino de un ajuste muy salvaje y nosotros hubiéramos ido hacia una renta o subsidio que pudiera acompañar a las familias más vulnerables o a las pequeñas empresas. Para ello el país tiene recursos porque tenía créditos abiertos.

Se debió haber optado por sostener el tejido social, porque esto en algún momento va a pasar y no puede suceder que deje a las pequeñas y medianas empresas y a la mayoría de las personas en el fondo del pozo, como las encontramos en el 2005 cuando asumimos el gobierno. Hubo que esperar desde el 2001 al 2005, más de cuatro años, para tener alguna política vinculada a la pobreza.

-¿Cómo cree que va a quedar el país después de la pandemia?

-Después de esta pandemia va a quedar un número de pobres inmenso y una cantidad de empresas en situación dramática o perdidas definitivamente y eso conlleva cientos de miles de puestos de trabajo.

La pandemia ha sido realmente dramática para la actividad económica del Uruguay y del mundo. Algunos dicen que Europa tiene plata y por eso puede invertir, pero Uruguay hubiera podido redireccionar algunos préstamos, entre otras cosas, porque tiene reservas y porque se liberó, después de 47 años, de estar sujetado al Fondo Monetario Internacional. Eso nos hubiera permitido asistir económicamente a los más vulnerables.

-¿A qué adjudica la derrota del FA?

-No hay duda de que no supimos comunicar bien los logros a la gente, perdimos contacto con una parte de la sociedad, fundamentalmente, la del Interior y la del campo; no leímos bien esa realidad.

Hoy el FA está en un proceso de autocrítica que no es solo de por qué perdimos, sino de qué fuerza política precisamos. Nuestra derrota fue por una mínima cantidad de votos y eso nos indica que con un poco más de comunicación, de contacto, de trabajo con la gente, hubiéramos podido revertirlo, pero ahí tuvimos una dificultad.

-Cuando dice que hubo poco contacto con el Interior o no supieron leer esa realidad, ¿a qué se refiere? ¿Habla de Un solo Uruguay?

-No solamente. Un solo Uruguay incidió, su discurso impactó en las ciudades, en las capitales del Interior, no fue solo para el campo. Pero no me refiero solo a ellos, sino también al pequeño y mediano productor, con quien nos faltó esa comunicación, y que esta vez no se sintió tan representado con nosotros como en otras oportunidades.

-¿Fue solo un tema de comunicación o quizás no se atendieron sus problemáticas?

-De comunicación y de comprensión de algunas políticas que seguramente tendríamos que haber llevado adelante con más profundidad. No quiero decir que no nos entendieron, sino que nosotros no los escuchamos todo lo que debimos.

-El senador Danilo Astori dijo a En Perspectiva: “No debimos haber gobernado ignorando totalmente a los demás, sin preguntarnos cómo piensa el que piensa diferente”. ¿Usted coincide?

-Sí y no. Mi experiencia en el Ministerio fue muy abierta en ese sentido, nosotros trabajamos y dialogamos con los 19 intendentes, que en su mayoría no eran del FA, y lo hicimos de una manera muy abierta. Es cierto que a veces cuando tú tenés mayorías aseguradas podés perder un poco el reflejo del diálogo con el otro, eso es posible.

Danilo lo dijo con esa sinceridad que lo caracteriza y creo que aporta al debate que el FA tiene que hacer, pero también es verdad que hubo convocatorias para temas importantes como la seguridad, la política contra el alcohol, la política de drogas, donde se abrió el juego a la oposición, y seguramente faltó.

-¿Cómo ve al FA posicionado en su rol de opositor luego de 15 años en el gobierno?

-Después de gobernar 15 años teníamos claro que no podíamos ser los mismos que antes. Tenemos que ser una oposición responsable y creo que lo estamos logrando. Nosotros, desde este lugar, debemos controlar y denunciar, pero también acompañar y ayudar, porque hoy estamos en una batalla que no distingue a partidos políticos; esta lucha contra el covid-19 es de todos juntos, después volveremos a la lucha ideológica.

-¿Qué opinión tiene sobre el proyecto de Cabildo Abierto para limitar la forestación que se aprobó en Diputados con los votos del FA? ¿Por qué se apoyó ahora y no se planteó en 15 años una iniciativa de ese tipo?

-Hay gente muy seria trabajando en este proyecto, ingenieros agrónomos de todo el país, compañeros extraordinariamente capaces. Yo, en lo personal, necesito un poco más de tiempo para analizarlo, y capaz que en Diputados también se hubiera precisado más tiempo.

Una de las debilidades que puede tener es que no lo hicimos siendo gobierno, pero siempre puede suceder que se den las mayorías circunstanciales que te permitan avanzar.

Esto tiene una base seria en la ley de forestación y tiene que quedar claro que no es una actitud “anticelulósica”, sino que la celulosa, las vaquitas, el campo y la agricultura deben convivir en Uruguay.

-¿Hay algún tema puntual en el que planee trabajar en el Senado en este período?

-Por algunas cuestiones personales, he vivido la dificultad de la inclusión de la discapacidad en la educación. Por eso me gustaría y voy a concentrarme este año en trabajar sobre algún proyecto que profundice un poco más la verdadera inclusión en la educación pública.


El camino hacia la construcción de un espacio progresista

-El mes pasado, Fuerza Renovadora, el sector que integra, pidió el ingreso formal al FA. ¿En qué está ese proceso?

-Estamos empezando a juntar las más de 3.000 firmas que nos exigen y hemos tenido una respuesta muy buena. Creo que no va a haber ningún problema con el ingreso a la estructura del FA; tuvimos casi 90.000 votos. Será parte del proceso de este FA que viene emergiendo con raíces sólidas, con lo mejor de la historia, pero con cosas nuevas también, que son necesarias.

-El hecho de que haya tantos grupos dentro del FA…

-Pero Fuerza Renovadora también es la síntesis de varios grupos. Y sí, yo creo que es un problema la multiplicidad, no creo que haya 80 maneras diferentes de ver a la izquierda o los caminos por los que debe transitar el Uruguay progresista –lo digo porque hubo 80 listas-.

El otro día me alegró mucho escuchar a Danilo decir que debemos trabajar para construir un gran espacio que nos contenga a los seregnistas, progresistas, que somos una parte muy importante del FA y hoy tenemos incluso un peso mayor en el Parlamento del que teníamos en el pasado. Por lo tanto, es una tarea ineludible que vamos a tener en los próximos tiempos.


El conflicto en Armenia

Para la exministra, descendiente de armenios, un saldo muy doloroso del 2020 ha sido el conflicto en el Nagorno Karabaj, en el que “Armenia salió muy perjudicada, perdió muchas vidas de gente joven y perdió una parte de territorios que han estado poblados más de 3.000 años por parte de los armenios”.

Si algo desea Kechichian para este 2021, es que esa parte del mundo pueda “transitar por caminos de paz y de justicia y no solo de las imposiciones de las grandes potencias o de Turquía, que ha jugado un papel clave en este conflicto”.