Klaus Mill: “La morosidad aumentó tras la pandemia, pero no hubo un impacto muy grande en la recaudación”

EN PANINI’S

Klaus Mill von Metzen, presidente de la Agencia Nacional de Vivienda


Luego de la llegada de la pandemia al país, la Agencia Nacional de Vivienda (ANV) tomó medidas de facilidad de pago para aquellos que no pudieran hacer frente a esa obligación, aunque “hubo un buen comportamiento de pago en general”, declaró el jerarca. Por otro lado, se refirió al avance que ha tenido la construcción en madera, sistema en el que las autoridades han hecho una gran apuesta. Además, enfatizó en la necesidad de flexibilizar los reglamentos de la agencia para hacer una gestión más eficiente.


 El menú  En la cava de Panini’s, el arquitecto degustó bocatta de prosciutto San Daniele, queso parmesano estacionado, corazón de gruyere, higos y aceitunas marinadas. De segundo plato optó por risotto de salmón marinado, zanahoria, zest de naranja y finas hierbas. Acompañó el menú con agua mineral y una copa de vino Alamos Malbec, de Catena Zapata. A la hora del postre, eligió tartina de manzana y pera con helado de crema.


Por Magdalena Raffo | @MaleRaffo

-¿Cómo analiza la política de vivienda que está desarrollando el gobierno?

-El Ministerio de Vivienda (MVOT) está desarrollando los diversos programas que tiene y tratando de buscar nuevos mecanismos para que las personas de menores ingresos puedan acceder a la vivienda. En breve se va a estar anunciando el nuevo fideicomiso impulsado por el organismo, que es una herramienta adicional.

Por un lado, tenemos la vivienda promovida, que atiende a aquellos que pueden pagarse su propiedad, y por otro lado están los programas que buscan darles soluciones a las personas que no tienen cómo acceder o que están dentro de sistemas como cooperativas o realojos, que ya tienen un perfil definido. Este fideicomiso va a llenar un espacio que está vacío, llegando a aquellas personas que quieren tener su techo propio de forma individual y para quienes los proyectos promovidos tienen un precio muy elevado.

Creo que la política general que está llevando adelante el MVOT es muy acertada en ese sentido de poder unir dos polos que conceptualmente tienen características distintas.

-Hace un año, tras la llegada de la pandemia a Uruguay, el gobierno anunció que destinaría viviendas para personas en situación de calle, donde la ANV cumplió un rol importante. ¿Qué se hizo hasta el momento y cuál es la perspectiva a futuro?

-La agencia firmó un convenio con el Ministerio de Desarrollo (Mides) en conjunto con el MVOT, en el que ingresaron 10 viviendas para entregar a gente en situación de calle en el marco del programa Housing First. La entrega fue lenta, se hizo en el transcurso del 2020. Este año se renovó el cupo de 10 propiedades, de las cuales cinco ya están arregladas y designadas, y para el segundo semestre vamos a estar ingresando las restantes.

A su vez, el MVOT y la ANV tienen el Convenio de Emergencia Crítica Habitacional, que justamente atiende a personas en situación de emergencia. Es temporal, por lo tanto, cuando las familias logran mejorar su situación, se las incorpora en una cadena de adquisición de las casas en las que están, dentro de la financiación que ofrece la agencia. Eso no se ha dado en el período anterior, o sea, se completó el cupo en 2019 y no se ha retirado a los beneficiarios de ese programa.

La emergencia sanitaria nos permitió generar un mecanismo de flexibilización de los reglamentos, lo que posibilitó la permanencia de la gente dentro del programa, pero hoy no podemos asignar más viviendas porque estamos con el cupo completo. Se está haciendo un análisis para ampliar el convenio y en breve vamos a aumentar los cupos.

Al mismo tiempo, vamos a crear un producto de Emergencia Crítica Habitacional propio de la ANV. Se está llevando a cabo un estudio para presentarlo al propietario del fideicomiso, que es el Ministerio de Economía (MEF), o sea, la agencia como fiduciaria administra los créditos de las propiedades que son del MEF, pero tiene que pedir autorización para generar algún cambio dentro de lo que ya está establecido.

-La ministra de Vivienda, Irene Moreira, ha hecho hincapié en la importancia de comenzar a utilizar otros materiales de construcción, como la madera, para hacer más accesible la vivienda. ¿Cuál es la visión que tiene usted al respecto?

-Ese es otro instrumento muy interesante que refuerza la herramienta del fideicomiso en el sentido de dinamizar otros sistemas constructivos alternativos. Hoy los sistemas constructivos no tradicionales se inician con un proceso de otorgamiento del DAT (Documento de Aptitud Técnica), que requiere la participación del Instituto de Construcción de Facultad de Arquitectura y de otros organismos externos.

El mecanismo del CIR (Certificado de Ingreso al Registro) posibilita que se incorporen modalidades constructivas, revalidando sistemas que tienen el otorgamiento de construcción en otros países catalogados de importancia por sus certificados y seriedad, y se los admite acá para empezar a construir. Además, el CIR no libera de forma abierta la construcción, sino que lo hace gradualmente, y realiza un proceso de evaluación de cómo se viene desarrollando ese sistema, para corregir alguna falla en caso de tenerla, entonces, se otorga un primer CIR para la edificación de 100 viviendas y así sucesivamente.

La construcción en madera es un sistema no tradicional, que puede ser de entramado ligero o de madera maciza. Ya hay un CIR aprobado y hay cinco en estudio, o sea que ya se está avanzando en eso.

-¿Cuáles son las ventajas de la construcción en madera?

-Una de las principales ventajas medioambientales es la generación de carbono neutro, pero para el individuo que vive en esas viviendas, podemos mencionar el confort térmico y la calidez.

Lo primero que todo el mundo señala como desventaja es el mantenimiento y el riesgo del fuego, porque la madera se quema y supuestamente hay que mantenerla más, pero todos los materiales de construcción requieren de ciertos cuidados para asegurar su adecuada subsistencia.

La calefacción se resuelve muchas veces mejor en una casa de madera que en una de mampostería tradicional, donde hay que hacerles doble muro, pero como el costo es tan grande, nunca se les hace en viviendas de medio nivel para abajo. Ahí es cuando empiezan a tener problemas de condensación, de humedad interna, tienen que calefaccionarlas más, y si se hace mediante estufas a gas se genera la concentración de vapor en el interior. La madera respira y eso es súper importante para una pared, porque absorbe la humedad, la vuelca al exterior, y también brinda abrigo.

-¿Qué posibles soluciones ve para el actual déficit habitacional?

-Con el fideicomiso se está recorriendo un camino para generar soluciones más rápidas. Asimismo, el cambio de reglamento de la vivienda promovida implicó un gran incremento de los de proyectos: solo en el primer cuatrimestre de este año la cantidad fue la misma que en todo 2019.

La agencia tiene sus herramientas propias para asignar viviendas a medida que van quedando libres, pero como los procesos judiciales están detenidos, no siempre se pueden liberar las propiedades y volver a volcarlas al mercado. Son pocas las que están en esas condiciones y deben estar destinadas a resolver problemas de alta vulnerabilidad y de emergencia crítica.

También hemos salido a los distintos departamentos, donde estamos visitando a los intendentes y resolviendo los temas pendientes con ellos para que las intendencias puedan adjudicar las viviendas que tienen disponibles, que están vacías y que se encuentran en la órbita de administración de la agencia.

-Destacaba la importancia de flexibilizar los reglamentos. ¿Cuál es el objetivo en ese sentido?

-En el sector público sucede que tenés que atenerte a determinados reglamentos y a veces generar flexibilizaciones es muy complejo porque involucra a muchos sectores con los cuales tenés que conversar interinstitucionalmente. A pesar de que la pandemia trajo muchos problemas, también nos posibilitó flexibilizar algunos procedimientos.

Los reglamentos de recupero de la ANV, por ejemplo, son muy estrictos y están basados en el Uruguay de hace 10 años, pero hoy necesitan una revisión. Se está trabajando en eso, aunque lleva tiempo.

-¿Cómo impactó la pandemia en la recaudación de la ANV?

-Hubo una política en coordinación con el MVOT donde se tomaron medidas de facilidad de pago, como el corrimiento de las cuotas y demás, tanto el año pasado como este, donde la gente que no pudo pagar se ajustó a estas disposiciones o buscó refinanciar. La morosidad aumentó, pero no hubo un impacto muy grande en la recaudación. Hay un buen comportamiento de pago en general.

-¿Qué desafíos tiene la ANV por delante?

-El desafío más grande tiene que ver con la estructura interna de la agencia, que se dejó muy desatendida. Hoy no se pueden llevar a cabo las escrituraciones como quisiéramos, porque hay solo tres escribanos, dos de los cuales están próximos a jubilarse, y cinco abogados, de los cuales también dos están próximos a jubilarse. Además, tenemos solicitudes de pases en comisión y debemos responderlas.

Son desafíos que desatienden el trabajo principal, pero hay que abordarlos, así como una gran cantidad de jubilaciones que se están dando, por lo que estamos en un continuo proceso de llamados a concurso.

En tanto, tenemos el llamado de inversores para la culminación de la obra inconclusa ubicada en el km 27.500 de la Av. Giannattasio, en Canelones, que está activo y va a ser una de las obras emblemáticas de la agencia.

-El movimiento de los deudores de UR reclama una solución a su situación alegando que, a pesar de haber pagado por muchos años, deben seguir haciéndolo con importantes montos. ¿Es posible atender su solicitud?

-El año pasado recibimos a los representantes del movimiento y seguimos en contacto con ellos, nos han enviado distintas formulaciones que las hemos remitido al MEF. La agencia es la fiduciaria de la reestructura del BHU, donde este es el fideicomitente y el MEF es el beneficiario, por lo tanto, este último es el que toma las decisiones finales.

Estamos hablando del cobro de cuotas donde muchas veces pagan más de lo que vale la vivienda que adquirieron hace muchos años, pero nosotros recibimos las propuestas, hicimos nuestros comentarios en la Comisión de Vivienda del Senado, y esto es un tema nacional, no es algo que pueda resolver la ANV. A nivel parlamentario se está trabajando. Una vez que se resuelva, la agencia tendrá que seguir los procesos que le digan.


“Aspiramos a profundizar en el carácter social de la ANV”

-¿Qué objetivos se planteó para cumplir en este período?

-Aspiramos a dejar una agencia que trabaje en forma más dinámica en los procesos y a profundizar en su carácter social, puesto que entendemos que no tiene la capacidad de adaptarse a los cambios que suceden a nivel nacional. Lo que vemos hoy, a un año de estar en la ANV, es que se generó muy rápido por la necesidad de dar respuestas, pero que en el camino no se pudo estudiar cómo armarla realmente.

-¿A qué se refiere?

-La agencia fue creada con funcionarios del BHU asignados para tratar temas del fideicomiso, de la reestructura del banco, pero luego se le empezaron a sumar servicios a terceros –por integrar el Sistema Público de Vivienda- como el MVOT, la Dirección Nacional de Vivienda, el Banco de Seguros, las 19 intendencias, temas en común con el BHU y otros servicios que la agencia presta.

Todo eso se hizo, y el tiempo de organizar se ve que nunca estuvo muy contemplado, tan es así que dentro de la institución conviven exfuncionarios del BHU que trabajan bajo la normativa de la banca pública, seis horas y media y con ingresos de bancarios, y funcionarios públicos que trabajan ocho horas y con ingresos correspondientes a ese régimen.

-Volviendo a la pregunta, ¿qué otras metas espera cumplir?

-Otro tema fundamental es la transformación digital, para tener procesos más eficientes, más ágiles, y posicionarnos como agencia en un país que tenga el dinamismo para generar inversión y construcción para todos los estratos sociales. Ese es un proyecto muy grande que va a abarcar una transformación de toda la matriz de funcionamiento de la agencia para que los funcionarios puedan trabajar más cómodamente.

Además, la intención es reforzar un poco más las sucursales del Interior para que puedan trabajar mejor, que a veces con cuatro o cinco funcionarios hacen el mismo trabajo que hace la agencia acá en Montevideo dividida en sus distintas reparticiones.