Moreira: “No podemos poner a Mujica a gestionar otra vez el aparato del Estado”

EN PANINI’S

Constanza Moreira, senadora y líder de Casa Grande – Frente Amplio


José Mujica dice que no va a ser candidato, pero lo cierto es que en el Frente Amplio (FA) todavía esperan que tome una decisión. Algunos dirigentes se resisten a que se presente y apuestan por la renovación. Es el caso de la senadora Constanza Moreira, quien descarta la candidatura del expresidente. En una larga charla con CRÓNICAS, la líder de Casa Grande advirtió que la coalición “va camino a la disputa más difícil de los últimos 15 o 20 años”, y lamentó su propio fracaso en el intento de impulsar una política de transparencia en el partido de gobierno.


 El menú  La senadora degustó pimiento relleno de vegetales y parmesano, y de segundo plato eligió corvina con guayabos confitados y kabutiá glaseado, menú que acompañó con agua mineral. A la hora del postre, prefirió cheesecake.


Por Magdalena Raffo | @MaleRaffo

-Ha trascendido que usted podría conformar una fórmula presidencial con Daniel Martínez. ¿Es una posibilidad? ¿Cómo es su vínculo con el intendente?

-Daniel Martínez es un buen amigo, es una persona con la que tuve muchas coincidencias cuando compartimos el Senado. Nosotros lo apoyamos en las elecciones departamentales del 2015, tuvimos problemas con eso porque parte de los grupos que se habían sumado a Casa Grande en octubre tomaron otros caminos, y hay muy valiosos compañeros que están trabajando en el gobierno departamental –Silvana Pissano, Fabiana Goyeneche, Christian Di Candia y Andrés Scagliola-, que hacen una buena evaluación del intendente como un hombre capaz de armar equipo que está abierto a consultas y críticas.

Pero sobre tu pregunta, primero hay que ver quién se presenta a la elección interna. Por ahora sabemos que Daniel es un candidato seguro, no sabemos quiénes van a ser los otros. Al FA esto no le resulta tan sencillo. En la elección pasada la única que se presentó contra Tabaré fui yo. Él generaba un gran desincentivo a que cualquier otro se presentara; no es el caso de Daniel. Pero hasta que no esté el panorama completo y las definiciones del MPP, que es la fuerza más importante que tiene el FA, ese juego de las candidaturas recién se está desarrollando.

-¿Volvería a ser candidata? Marcos Carámbula la nombró hace poco como posible figura de renovación.

-Solo en circunstancias muy especiales. En el 2014 yo fui candidata porque nadie más quiso serlo; ahora la situación es otra.

-Hay quienes dicen que la candidatura de Mujica aseguraría el cuarto gobierno del FA.

-El FA tendría que haber procesado su renovación generacional hace cinco años, cuando lo hizo el resto de los partidos. Es más fácil hacerlo en la derrota, pero cuantas más chances de ganar tenés, más conservador te volvés, y eso es lo que pasa con esta idea de que tiene que ser Mujica, Astori o Tabaré. Pensar que ellos maximizan las posibilidades de ganar porque reducen el margen de incertidumbre de introducir candidatos nuevos puede ser comprensible, pero es un razonamiento del que no arriesga, y la izquierda nació en este mundo para arriesgar.

La renovación generacional y de género tiene un gran retraso en este país y debe producirse en esta elección. No creo que la elección del FA esté muy determinada por la renovación de sus figuras, sino por el ejercicio de gobierno de estos cinco años, porque buena parte de los votos se acumulan en el período, no en la campaña electoral, entonces lo que haga el gobierno y las señales que dé el FA son tan importantes como los candidatos. Descarto que Mujica y Astori se presenten, no creo que lo vayan a hacer.

constanza2-¿Mujica no aseguraría la continuidad en el gobierno entonces?

-No, para nada. Mujica tiene cosas muy importantes que hacer como representar a Uruguay en el mundo, y hay que aprovecharlo como el referente político que es, no ponerlo a gestionar otra vez el aparato del Estado.

-A propósito de la renovación, ha dicho que tiene que haber una mujer en la fórmula del FA. ¿Es unánime esta idea dentro de la coalición?

-No, pero debería serlo. Si no es unánime demuestra que no estamos tan avanzados. Las mujeres quieren votar mujeres, se sienten representadas por ellas y la izquierda es la que tiene que dar el ejemplo.

-¿Ve hoy una posible fórmula que cumpla con esas condiciones?

-Todavía no. Pero creo que [el presidente del FA] Javier Miranda podría cumplir un buen rol en esto, pidiendo una fórmula paritaria y la renovación generacional.

-Igualmente, puede pasar que gane el peso de los sectores por sobre la renovación.

-Espero que no, o sea, espero que en el respetar el peso de los sectores esté incluida [la renovación].

-¿Y si finalmente no hay una mujer?

-Se generaría una gran bronca entre las mujeres frenteamplistas.

“He fracasado con total éxito en impulsar una política de transparencia en el FA”.

-¿El FA va camino al cuarto gobierno?

-El FA va camino a la disputa más difícil de los últimos 15 o 20 años. Más allá de que yo quiero que gane, me gustaría que lo hiciera condicionado a un programa de gobierno más “polenta”, con un compromiso de transformación del país que lo empujara para adelante en la educación, en la salud, en la innovación tecnológica y en la política exterior. Espero que gane no solo para que siga en el poder, sino para seguir avanzando en las cosas en las que Uruguay ha avanzado.

Pero más allá de eso, creo que si el FA no gana, la conducción política del país cae en una coalición de muy dudoso concierto y sin un liderazgo claro que la pueda mantener. Ahora ya no son solo los blancos y los colorados; está [Edgardo] Novick [líder del Partido de la Gente], el Partido Independiente, entonces tenés que hacer una coalición de cuatro o cinco, donde todos van a pedir cosas. Por el bien del país espero que eso no triunfe porque ofrecería cualquier cosa menos certezas y seguridad, y por otro lado tendría al FA, que va a seguir siendo el partido más grande, pisándole los talones.

-¿Por qué afirma que el FA va hacia la disputa más difícil? ¿Hay cosas que ponen en riesgo ese cuarto gobierno?

constanza3-Varios factores explican la caída de intención de voto del FA. El primero es la situación económica, donde la disminución del crecimiento genera problemas. El segundo es el desgaste después de 15 años de gobierno, acentuado por la estrategia de apostar a Tabaré Vázquez y a los mismos elencos políticos.

El tercero es la cuestión ética, la corrupción, los fallos de la Jutep (Junta de Transparencia y Ética Pública), los casos ante la Justicia. Estos temas están muy magnificados por la prensa, la gente es culpable antes de tener una sentencia y después ni se entera si es o no. Todo eso acentúa la natural desconfianza que la gente tiene hacia la política, y eso tiene un impacto sobre el partido de gobierno, pero también sobre todos los demás.

Y cuarto, hoy somos una sociedad materialmente mucho más satisfecha que hace 15 años, y es como si la gente dijera “estamos cansados del FA y ya estamos bien económicamente, ¿qué nos puede pasar?”, entonces eso puede generar cierto grado de irresponsabilidad política y querer probar otra cosa. ¿Por qué un gobierno que económicamente es un éxito fracasa políticamente en su legitimidad? Porque hay un montón de mediaciones entre éste y la población, incluyendo a los medios, a las redes, donde no le va bien.

-¿Cuánto pesó en el factor de la ética el caso del exvicepresidente Raúl Sendic?

-Mucho, en el elector más politizado pesó mucho, en la izquierda también. A la oposición le sirvió para tirarnos con todo, aunque ellos tienen un escándalo de corrupción atrás del otro, o sea, no están en la mejor posición para capitalizar nada.

-¿Es un tema laudado?

“El FA va camino a la disputa más difícil de los últimos 15 o 20 años”.

-No, esto recién empieza. Ahora vamos a ser políticos rigurosamente vigilados. Muchas veces la derecha desesperada se agarra de los temas de corrupción para erosionar la credibilidad política de los gobiernos de izquierda. En Brasil claramente ha sido así. Y lo de Sendic no está laudado en el sentido de que vamos a ver todo el tiempo noticias sobre él, sobre [el senador Leonardo] De León y su grupo político.

-¿Qué debe hacer el FA tras esos episodios con respecto a los mecanismos de control?

-Yo presenté un documento antes de las elecciones pasadas pidiéndole al FA que se revisaran los cargos de confianza y si realmente se necesitan todos los que hay, para que sean designados en función de la idoneidad técnica, moral y política de los postulantes y con una evaluación del desempeño de los cargos políticos.

-¿Y qué pasó con ese documento?

-Ahí quedó, archivado. En aquel Secretariado primó la idea de que el FA no podía tener participación en esto, que tenía que ser el Poder Ejecutivo el que nombrara los cargos políticos que quería.

-¿Volvió a reflotar el tema ahora?

-Sí, pero no lo volvimos a mandar al FA, deberíamos hacerlo. El cargo político es necesario; es una gran responsabilidad para el compañero que lo asume, pero también un gran privilegio. Para mí los cargos de confianza tienen que ser rotativos, no vas a estar 30 años ahí. Y deben ser paritarios y se tiene que privilegiar el conocimiento técnico y la voluntad política.

-¿Cuál era el objetivo de su propuesta?

-Que el FA tuviera un sistema de distribución de cargos políticos racional, explícito, transparente. Es decir, la política de transparencia que el partido de gobierno maravillosamente impulsó en el Estado –que hemos abierto una página web donde se ve todo-, impulsarla hacia adentro del FA. En eso he fracasado con total éxito.

-¿Va a seguir?

-Sí, voy a seguir por una política de transparencia para la designación de los cargos políticos.


“Liderar un grupo da más poder que integrarlo y eso impidió que Casa Grande creciera”

constanza4Moreira fue la única que se animó a disputarle la candidatura a Tabaré Vázquez en las elecciones del 2014, y en ese entonces Casa Grande reunía a varios grupos como el Partido por la Victoria del Pueblo, el Partido Socialista de los Trabajadores, Magnolia, IR y Alternativa Frenteamplista, entre otros.

La idea de la senadora era consolidar un bloque con todas esas agrupaciones en torno al sector que hoy lidera y que ya tiene dos años como miembro oficial del FA. “Pero eso no funcionó bien”, confesó.

Lo cierto es que no todos estaban dispuestos a acompañar la candidatura de Daniel Martínez a la Intendencia de Montevideo en las elecciones del 2015, por lo que algunos siguieron por otros caminos y eso echó por tierra el crecimiento que se creía que podía llegar a tener.

Otra razón para ese fracaso, según la legisladora, es que hay una “tendencia natural” a que cada líder de grupo, incluso de los más pequeños, prefiera encabezar su propia agrupación para competir en el mercado electoral antes que formar parte de otra. “Tener tu grupo político te da más poder que estar en uno, y esa lógica fue la que impidió que fuéramos todos juntos un grupo grande”, aunque “me hubiera gustado”, explicó.


Feministas contra el capitalismo, las armas y la depredación ambiental

Casa Grande es abiertamente declarada feminista y apuesta por la paridad. De hecho, se caracteriza por tener liderazgos femeninos. Es por esto que una de sus contribuciones para la campaña del 2019 será aportar la presencia y la voz de mujeres y jóvenes al elenco político uruguayo, en un sistema donde predominan “la masculinidad y la vejez”, señaló Moreira.

constanza5En materia de política exterior y de política económica, el sector mantiene “una postura muy crítica respecto de la forma en que el desarrollo capitalista genera desigualdades, depredación ambiental, concentración de la riqueza”, y defiende “la búsqueda en la inserción internacional de Uruguay de una estrategia propia que no sea subordinarse al interés de los poderosos”, comentó.

El grupo es también ecologista; cuenta con la participación de biólogos, agrónomos y sociólogos que le brindan una perspectiva orientada al debate de los temas del medio ambiente, la sustentabilidad y los recursos naturales, por lo cual le aporta a la coalición de izquierda una perspectiva medioambiental.

A su vez, en seguridad pública y los temas relacionados con las Fuerzas Armadas, Casa Grande es contraria a cualquier tipo de control autoritario de la población. Sus integrantes se definen como “pacifistas” y están a favor del desarme, por lo que reclaman que la izquierda tenga ese enfoque y miran con preocupación que ese asunto no esté en la mesa política de otros partidos.