Navarrine: “Nuestro más inmediato competidor es el propio Estado, entre UTE, OSE y Antel reparten el 28% de la factura que circula en el mercado”

Rafael Navarrine, presidente del Correo Uruguayo

El avance de la tecnología y la aparición de un gran número de empresas privadas de logística, le plantean al Correo Uruguayo el gran desafío no solo de resistir, sino de seguir brindando un servicio de calidad para todos. En esta búsqueda, ha emprendido camino a profundizar el aumento de la carga logística por parte del Estado y a establecer nuevos “centros de cercanía” en los puntos más lejanos del país. En una etapa de transición y cambios, Rafael Navarrine, máxima autoridad de la empresa estatal, conversó con CRÓNICAS.

Por Matías Kapek | @matias_kb

-Estamos en un momento histórico donde la tecnología ha tomado un rol protagónico de cara a solucionar los problemas de movilidad y logística. ¿Esto afecta al Correo Uruguayo? ¿Condiciona el nuevo escenario comercial?

-El avance de la tecnología es lógico, pero ha generado la necesidad de mirar hacia una reconversión. La tecnología nos va dejando sin trabajo y eso se puede ver con algunos ejemplos, uno de ellos es que se reciben muchas facturas y estados de cuenta de manera digital. No renegamos contra el avance tecnológico, sería ilógico hacerlo, pero debemos reconocer que nos obliga a ir buscando soluciones, entre otras cosas, para el reparto de correspondencia, que significa nuestro principal negocio. 

-Justamente, en lo que tiene que ver con el reparto de correspondencia, ¿cómo es la coordinación con las demás empresas públicas? ¿Son un sostén de la actividad del Correo en ese campo?

-En la correspondencia hoy tenemos como dificultad la tecnología, por un lado, y por otro, la competencia del propio Estado. Para ser un poco más gráfico, me voy a remitir a cifras: el Correo Uruguayo hoy reparte el 43% de la correspondencia a nivel nacional, facturas de UTE, OSE, Antel, BPS, DGI e Intendencias. Sin embargo, nuestro más inmediato competidor es el propio Estado, entre UTE, OSE y Antel reparten el 28% de la factura que circula en el mercado. 

-¿Considera que eso se debe cambiar? ¿Las empresas públicas deberían darle prioridad al Correo para el desarrollo de esa labor?

-Entendemos que somos el organismo oficial del Estado para repartir y por eso aspiramos a que esas facturas vengan al Correo. Mientras haya un organismo público con facturas en formato papel, hasta la última, su reparto debe ser competencia del Correo.

-En esa línea, el año pasado el directorio del Correo fue al Parlamento a plantear una mayor asignación de carga por parte del Estado, iniciativa que también fue apoyada por el sindicato. ¿Cuál fue la receptividad? ¿Se han logrado avances?

-El espectro político nos apoyó, tuvimos un amplio entendimiento por parte de todos los partidos políticos. Se votó en la Ley del Presupuesto que el Estado debía, progresivamente, a partir de este año, aumentar un 10% de la carga por año hasta llegar a un incremento del 30%. Debe recordarse que hoy tenemos un subsidio importante de parte del Estado y, por otro lado, poco trabajo, es un tema de lógica y de eficiencia que se le dé al organismo especialista esa tarea.

-De forma concreta, ¿ya hay ejemplos de ese incremento progresivo de las cargas?

-Por ejemplo, estamos haciendo la logística para el Censo 2023. Desde hace más de un año que estamos trabajando con el INE en la parte logística de una manera muy especial, trabajando a medida. También, a partir de la pandemia, se empezaron a repartir medicamentos para ASSE a través de una iniciativa que no fue del directorio ni del sindicato, sino de los trabajadores. En aquel momento llegamos a un acuerdo con el sindicato e hicimos un plan piloto con ASSE. Y hoy seguimos repartiendo medicamentos para ASSE de manera gratuita para el usuario, ya de forma oficial, con un presupuesto que se nos asignó para eso. Ahora ASSE nos ha planteado hacer un plan piloto más general de “Envío Farma”, y estamos en eso.

En esta etapa estamos trabajando en la habilitación de nuestra planta, ya que las condiciones para este tipo de logística son exigentes por parte del Ministerio de Salud Pública. Más allá de que la idea de ASSE es que podamos repartir medicamentos en una zona de Canelones, nuestro trabajo no va a ser solo el reparto, sino la logística en general. Esto quiere decir que además de eso, nosotros vamos a recibir en nuestro depósito a los laboratorios, allí nos van a dejar los medicamentos, los vamos a inventariar, los vamos a estoquear y vamos a recibir los pedidos de ASSE que nos indiquen dónde está la necesidad. En definitiva, puedo decir que el respaldo que se nos dio en el Parlamento de a poco se va a materializando en hechos.

-A las variantes tecnológicas, se le suma una gran aparición en los últimos años de empresas privadas de logística. ¿Qué evaluación hace de este escenario de competencia?

-El Correo, sin lugar a dudas, es la empresa pública que tiene más competencia de todas. A nivel de Ursec, hay más de 80 empresas registradas que hacen lo mismo que nosotros. Pero no tenemos ningún problema con la competencia, hay libertad para que así sea, está permitido mientras sea leal. Aun así, sí nos afecta, no podemos olvidar que tenemos muy buena capacidad instalada y que debemos mejorar nuestra performance. En eso estamos trabajando y creo que hemos avanzado. Por ejemplo, entendemos que estamos, en ocasiones, de espaldas a la gente en lo que se refiere al horario. Y es por eso que en este momento tenemos locales comerciales que están abiertos con una mayor amplitud horaria. Pero seguimos trabajando para lograr estar durante una mayor franja de tiempo a disposición de nuestro público, que es a quien nos debemos. Son nuestros clientes, pero son también los dueños de la empresa, entonces, por respeto a ellos tenemos que mejorar nuestra performance. Tenemos que mejorar todos los días para poder ser más eficientes y que la gente nos vuelva a elegir. El servicio hoy manda y la verdad es que estamos contentos en ese sentido, hemos tenido un crecimiento de algo más de 120.000 paquetes, se trata de casi un 4% de nuestro flujo logístico.

-Uno de los objetivos del Correo es favorecer la descentralización. ¿Por qué se apunta a este objetivo y en qué fase se encuentra el desarrollo de este proceso? 

-Para nosotros se trata de algo fundamental, como una empresa del Estado entendemos que el mismo tiene que estar cerca de los que están más alejados. Yendo hacia eso, hemos encontrado una herramienta que es fantástica, más allá de nuestros locales en las capitales departamentales. Se trata de algo que no es de nuestro gobierno, pero que nosotros entendemos que es muy bueno y lo hemos continuado y mejorado. Me refiero a los denominados centros de cercanía. Cuando llegamos tenían otro nombre porque participaban otros actores, particularmente, OPP y Agesic. Ahora participamos solo el Correo y las intendencias. Cuando llegamos había 19, hoy tenemos 46, y la idea es llegar a 60 antes de fin de año.

-¿Qué son los centros de cercanía? 

-Es un acuerdo que generan las intendencias con el Correo. A partir del mismo, el Correo se instala en una dependencia municipal y allí establece un mostrador donde ofrece los mismos servicios que tiene cualquier ciudadano en un local de una capital departamental. Un ejemplo es el pueblo Valentines, en el departamento de Treinta y Tres, una localidad que tiene algo más de 200 habitantes. Allí, cuando la gente tenía que pagar una factura, se debía desplazar hasta Santa Clara, hacer kilómetros, tomar un ómnibus que pasaba una vez por día, y ahora lo hace en Valentines. Es ahorro de tiempo, es ahorro de dinero, nos hacen mil historias de los beneficios que tiene. Eso es verdadera descentralización, es la presencia del Estado cerca de los que se encuentran más lejos. Estamos trabajando con 12 intendencias de las 19, y estamos en contacto con las otras para seguir instalando nuevos centros de cercanía. Pero no solo se trata de descentralización, es también economía para el Estado. El Correo no puede poner una oficina, alquilar un local, pagar todos los costos que significa atender una población tan pequeña, pero sí lo podemos hacer con las intendencias. Cuando los organismos del Estado se juntan por el bien común de la ciudadanía, se pueden hacer cosas importantes.

-Brindar un buen servicio y lograr trabajar con eficiencia requiere personal y presupuesto. ¿Cómo es el panorama del Correo actualmente en relación a lo primero?

-Tenemos alguna necesidad de personal, pero el avance tecnológico nos obliga a reformular, por ejemplo, nuestra zona de trabajo de los carteros, lo que llamamos radio. Hoy en día un cartero trabaja en su zona dos o tres horas y antes trabajaba seis. Queremos reformular esas zonas de trabajo para que mediante una justa jornada de trabajo podamos ser más eficientes. Por lo pronto, no podemos seguir ingresando funcionarios en lugares donde se trabaja tres horas. En esa línea, estamos en diálogo con el sindicato para reformular esos radios, una vez que los tengamos delimitados, ahí se procederá al ingreso de personal. 

-Más allá de que todavía no se puede dar el ingreso de personal, pero teniendo en cuenta la necesidad existente, ¿hay algún tipo de proceso en marcha para dar lugar a una incorporación inmediata posterior a que se destrabe esta situación?

-Va a salir próximamente un llamado, por la Oficina de Servicio Civil, a partir de ahí inicialmente se hace un sorteo y después algún tipo de prueba, una entrevista y finalmente se genera una lista de prelación, de manera que se disponga de ese personal pronto para ingresar en los lugares donde exista la necesidad. Sin embargo, por otra parte, quiero ser muy cuidadoso y no generar falsas expectativas. Tenemos la prohibición que tiene todo el Estado de que cada tres funcionarios que se van, puede ingresar solamente uno. Si se va un funcionario en Artigas, no quiere decir que ingrese inmediatamente uno a cubrir ese lugar. En esa situación, tengo que ver dónde es el lugar que más necesito el ingreso, una vez que se hayan generado las respectivas tres vacantes. Estamos trabajando muy bien con el sindicato y repito, los ingresos se van a dar en la medida en que esa reestructura se haga como corresponde, ya que dados los avances tecnológicos, que nos van dejando sin trabajo, no podemos tener la misma estructura de hace 40 años.

-Y en cuanto al presupuesto, ¿cuál es la situación? 

-Tenemos una muy buena noticia para dar. Más allá de que esta es una empresa que está muy subvencionada por el Estado y que desde el año 2016 al 2019 hubo una escalada muy importante en ese sentido, en algo más del 60%, hoy podemos decir que desde 2020 no solo hemos podido estabilizar, sino que logramos bajar la asistencia financiera del Estado. Cada vez le pedimos menos dinero al Estado para cubrir nuestro presupuesto, eso se ha logrado con el rubro cero y con el no ingreso de personal. El rubro cero y una mayor facturación han afectado positivamente a esa disminución de la asistencia financiera. Hemos bajado en términos reales una relevante suma de dinero a pesar de las subas de salarios. Lo valioso es que acordamos un monto con la OPP, y por ahora venimos cumpliendo a rajatabla.


“Estoy conforme con lo que hemos hecho, pero hay mucho más para hacer”

-Cuando se comienza una gestión se hace un diagnóstico, se identifican problemas y se plantean objetivos. Teniendo en cuenta esto, ¿cómo evalúa hasta el momento su gestión? ¿Qué objetivos quedan por cumplirse?

-Estoy conforme con lo que hemos hecho, pero nunca satisfecho, porque hay mucho más para hacer. Los objetivos se vienen cumpliendo, hemos logrado ocupar las plantas de proceso que teníamos instaladas y desocupadas cuando llegamos, hemos ido reduciendo la asistencia financiera, hemos incrementado nuestra facturación, no solo a nivel público, sino también a nivel privado. Pero queda mucho por hacer. Nuestros próximos objetivos son seguir mejorando la logística con el exterior. Hay un acuerdo con el correo brasileño que queremos cristalizar, creo que eso va a ser un empuje importante. También tenemos que hacer más logística para el Estado, eso es positivo para todos.

-¿Cómo es el acuerdo que se maneja con el correo brasileño?

-Nosotros tenemos un acuerdo con el correo brasileño para ingresar mercadería de manera más ágil a ese país. Estamos afinando eso para que el Correo Uruguayo se transforme en un hub a nivel de aeropuerto, por ejemplo, para mercaderías en tránsito que vienen de Asia para ingresar a Brasil. Mediante ese acuerdo nosotros vamos a lograr agilizar los procedimientos, los brasileros están interesados en eso, y estamos haciendo pruebas en ese sentido. En definitiva, considero que va a ser una muy buena noticia para el Correo cuando se pueda cristalizar.

-Esta idea de relacionarse con el exterior que tiene el Correo, ¿puede extenderse más allá de este acuerdo con Brasil? ¿Eso se plantea? 

-Tenemos un relacionamiento muy fluido con el exterior, en general, con todos los correos por intermedio de la Unión Postal de las Américas, España y Portugal (Upaep) y la Unión Postal Universal (UPU). Ahora, por ejemplo, hemos hecho un acuerdo para que 20 funcionarios vayan a Brasil a capacitarse. Fueron concretamente a Curitiba, 10 carteros y 10 ventanilleros. Esto se logró a partir de un acuerdo con Upaep y también en base a ahorros propios del Correo. En lo comercial, también tenemos un trato muy fluido con el exterior, pero con Brasil específicamente entendemos que se puede abrir una puerta muy interesante para verdaderamente incrementar nuestra facturación en lo que respecta a la logística del exterior.