Presidente del BCU aseguró que el debate sobre un supuesto atraso cambiario “no tiene sentido”

“Solo vamos a bajar la tasa cuando entendamos que el entorno lo permite; la cautela va a primar al tomar una decisión”

El presidente del Banco Central del Uruguay (BCU), Guillermo Tolosa, mantuvo un encuentro con periodistas especializados en economía del que participó CRÓNICAS, donde se refirió a diversos temas, entre ellos, la frecuente polémica por el denominado “atraso cambiario”. Aseguró que no entiende la utilización de ese concepto en el contexto actual y fundamentó que Uruguay “se encareció por factores estructurales”. Asimismo, defendió el compromiso de bajar la inflación, destacó la reducción de las expectativas, y respecto a la política de tasas valoró que se trata de “un sistema que funciona y llegó para quedarse”.

Lo primero a lo que hizo mención Tolosa fue al “compromiso reforzado” del gobierno, ya no con ubicar la inflación dentro del rango, sino con apuntar a un objetivo específico, de 4,5%. “No existe más el rango meta”, insistió.

Lo segundo que destacó fue la caída de la inflación a un nivel alineado a la meta y la incidencia que tuvo la tasa de interés en ese comportamiento. “La tasa lo hizo de nuevo”, señaló Tolosa, explicando que el descenso de la inflación se dio luego de un período de aumentos de tasas por parte de la entidad. Agregó que es la segunda vez que ocurre esta situación, ayudada por “factores exógenos”, lo que demuestra que “el régimen de tasas es un sistema que funciona y que llegó para quedarse”.

También valoró que las expectativas de analistas, empresarios y mercados financieros han ido convergiendo hacia la meta, lo que refleja una mayor credibilidad en la política, y se mostró confiado de lograr de “cerrar la brecha” en corto plazo.

En cuanto a la última decisión de bajar la tasa de interés en un cuarto punto porcentual al 9%, el presidente del BCU fundamentó que en realidad lo que hubo fue un ajuste de la tasa nominal, para mantener la tasa real. “La caída de la inflación hace que la tasa real aumente”, explicó Tolosa, por lo que “la reducción de la tasa nominal no hace ni más ni menos contractiva” a la política monetaria. “Bajar la tasa en este caso no implica relajar las condiciones”, agregó.

Escenario global

Al analizar el escenario internacional, comentó que a pesar de la elevada volatilidad, la actividad global se muestra más resiliente de lo esperado, y que actualmente estamos en un proceso en el cual la mayoría de los bancos centrales del mundo están cortando sus tasas de interés en contextos de desinflación. Señaló además que los aumentos de precios que se esperaban para los commodities no han ocurrido, algo que “no era obvio antes de la guerra comercial”.

Por otra parte, el debilitamiento del dólar persiste, y el billete verde registra “su peor año desde los años 70”. Tolosa indicó que en foros internacionales de los que ha participado existe un debate presente que se cuestiona sobre la fortaleza del dólar como moneda de reserva. En estos ámbitos, la conclusión más generalizada es que existe margen aún para que el dólar estadounidense se siga depreciando, pero que, aun así, es difícil que pierda su condición de moneda de reserva.

El precio del éxito

Respecto a la situación de Uruguay, señaló que ha registrado una apreciación de su moneda en sintonía con la de otras economías, y cuestionó con dureza la utilización del término atraso cambiario. En primer lugar, señaló que el dólar registró una depreciación del 10% con el conjunto de las economías avanzadas en el último mes, y un 5% con los mercados emergentes. “Uruguay está más o menos en el medio”, acotó.

Argumentó que el concepto del atraso cambiario hace referencia a una situación de “inflación desbocada” y un tipo de cambio que no acompaña esa evolución, una situación por la que atravesó Uruguay entre los años 70’ y 90’. “Hoy la inflación es baja y estable. No tiene sentido hablar de que el tipo de cambio se atrase respecto a la inflación”, sostuvo.

Para defender la situación de Uruguay, destacó que es importante medir el “indicador de rentabilidad de las exportaciones”, y también el “saldo de cuenta corriente” que verifica un superávit del sector privado mayor al 3,5% del PIB. “No entiendo el problema de competitividad o de atraso cambiario si tenemos un superávit en todo lo que compramos y vendemos al resto del mundo. (…) Uruguay no tiene una situación dramática, se encareció por factores estructurales”, valoró.

Por otra parte, destacó la “confiabilidad y credibilidad” que tiene Uruguay, que actualmente registra el menor spread de riesgo de América Latina, lo cual también es un motivo de atracción para el ingreso de capitales y una mayor oferta de dólares. “El precio del éxito”, señaló.

Que prime la cautela

Pensando a futuro, se refirió a la señal que se dio en el comunicado publicado luego del Copom, donde se daba la indicación de continuar bajando las tasas de interés, si la inflación y las expectativas continuaban bajando. Sin embargo, aclaró: “Solo vamos a bajar la tasa cuando entendamos que el entorno lo permite; la cautela va a primar al tomar una decisión”.

Tolosa manejó “cierta incomodidad” por la evolución de los precios no transables. “Nos gustaría que la inflación transable también baje, (pero) las expectativas juegan un rol importante” y se convierten en una “profecía autocumplida”.

No obstante, subrayó que las expectativas del BCU marcan que la inflación general se mantendrá dentro de la meta, y además que “todo el rango de incertidumbre” se ubica dentro del rango de tolerancia.


Pautas salariales “consistentes”

En relación a las pautas salariales presentadas por el gobierno para la próxima ronda de los Consejos de Salarios, Tolosa se mostró conforme y valoró que “son consistentes con nuestra meta de inflación”.

El presidente del BCU explicó que la pauta significaría un aumento del salario nominal de 5,6%, lo que implicaría un crecimiento real del 1%. Esta mejora del salario real podría ser compensada por el incremento de la productividad, que en términos históricos se ubica en ese nivel, lo que permitiría que se realizaran ajustes de precios del 4,5%.