“Proteger la soberanía también es tener fronteras potentes; no marginadas, aisladas y pobres”

Emilio Silva, investigador del Observatorio Económico de Salto

Emilio Silva es doctor en Ciencias Sociales y director del Observatorio Económico del Campus Salto de la Universidad Católica del Uruguay (UCU). En diálogo con CRÓNICAS, evaluó el posible impacto del proyecto de ley que impulsa el Ejecutivo para atender las disparidades que afectan la competitividad y el comercio en las zonas limítrofes, estableciendo su importancia como “antecedente y plan piloto”. Además, insistió en la necesidad de impulsar una política de frontera establecida para “una mejora en demografía, infraestructura, turismo y servicios en un país hipercentralista”.

Desde su rol, el investigador se refirió a la batería de cinco políticas económicas para atender la situación en la frontera con Brasil que el Ministerio de Economía y Finanzas (MEF) anunció en Artigas a principios de junio y remitió al Poder Legislativo el pasado miércoles 2 de julio, entre las cuáles se incluyen tres que requieren aprobación parlamentaria: la creación de un régimen especial de importación exenta de tributos para ciertos rubros; la exoneración de aportes jubilatorios patronales a nuevos empleos; y la reducción del Impuesto al Valor Agregado (IVA).

Silva adelantó que, “si bien de antemano es difícil saber el impacto”, servirá para dar “un indicio de por dónde ir, cuáles son más efectivas, cuáles prescindibles y, finalmente, cuáles incorporar”, ya que se presenta “como algo dinámico” y sujeto a monitoreo. También va a funcionar “como un antecedente importante para ser aplicado a la frontera con Argentina”, de ser necesario, al contar de antemano con “los mecanismos para reaccionar” y no estar “por detrás de los problemas”.

El proyecto de ley se propone “la creación de un marco normativo que faculte al Poder Ejecutivo a instrumentar respuestas adecuadas y de carácter transitorio cuando se constate la existencia de brechas de precios que afecten el normal desenvolvimiento de la actividad económica y social”, según la exposición de motivos que exhibe el documento firmado por el presidente de la república, Yamandú Orsi; el ministro de Economía y Finanzas, Gabriel Oddone; y el ministro de Trabajo y Previsión Social de Uruguay, Juan Castillo.

Silva aclaró que muchas medidas ya se aplicaron en el pasado, o previamente existían y han sido ampliadas, pero nunca han estado presentes de esta forma, en simultáneo. “El descuento al Imesi es una buena medida que ha sido aplicada en ambas fronteras”, dijo, y destacó que “hay novedades que generan muchas expectativas porque a futuro pueden traducirse en una política de frontera”.

Comentó que desde el Observatorio las valoran como “medidas importantes” que van en línea con sus estudios desde múltiples aristas, principalmente la comercial, pero advirtió que “la integración fronteriza, tanto de derecho como de hecho, comprende muchos más aspectos y dimensiones”. En esa línea, la dinámica cultural y de intercambios de bienes no transables “quedan por fuera de cualquier medida que se puedan adoptar, pero también forman parte importante de una compleja realidad y de la vida cotidiana” en esos territorios, valoró. 

Debido a lo anterior, celebró que con las medidas “no se quiere cortar ni bloquear” la interacción de las sociedades locales, sino que la intención es buscar formas de volverse más competitivos. “Hay una integración natural, social, cultural y familiar que es muy importante preservar”, explicó. 

“Creo que el camino va en este sentido, y estas medidas en la frontera con Brasil van a ser una experiencia piloto más didáctica que las decisiones respecto a la frontera con Argentina”, dijo, refiriéndose a medidas que adjetivó “más radicales” como “la limitación en kilos, la realización de una declaración jurada y la burocratización de pasos de frontera”, que fueron “tal vez necesarias pero al mismo tiempo antipáticas” porque hoy hay “una reversión” y “pedimos que los argentinos vengan a comprar y hacer turismo al Uruguay”.

El camino a una política de frontera establecida
En opinión del entrevistado, tanto Brasil como Argentina tienen políticas de frontera formales y establecidas. En el caso del primero, la franja fronteriza tiene rango constitucional y, en lo referente al segundo, los incentivos especiales han llevado a un desarrollo de infraestructura, servicios y turismo de un nivel muy superior al uruguayo, como es el caso de la provincia de Entre Ríos.
“Desde el punto de vista de la infraestructura, la Ruta 14 de Argentina es parte del eje del Mercosur y conecta Santiago de Chile con Buenos Aires, además de que conecta con las principales ciudades brasileñas, pero Uruguay quedó por fuera del corredor. Desde lo demográfico, si se compara el crecimiento de población, hay una diferencia importante: mientras en el país vecino se duplicó, en territorio nacional permanece estable”, comentó a modo de ejemplo. 

Ambas normativas se ocupan “no solo de la seguridad de las fronteras” sino también de la “promoción de su desarrollo económico” porque “proteger la integridad y soberanía de los países” tiene que ver con tener “fronteras potentes y no marginadas, aisladas y pobres”, comentó el ejecutivo. Uruguay “no ha tenido una planificación fronteriza” -al margen de “una reciente ley de seguridad en fronteras pensada para el tráfico ilegal”- a pesar de que “14 de los 19 departamentos son fronterizos, considerando no solo los que limitan con Argentina y Brasil, sino también las costas que dan al Río de la Plata”.

En visión de Silva, en la misma línea, es un “país fronterizo que nunca se asumió como tal” por una visión “hipercentralista” que no valoró “el rezago de buena parte del territorio nacional como un problema” y en dónde no solo se van despoblando las fronteras a favor de Montevideo, sino también hacia los países vecinos.

“Más allá de la coyuntura comercial, muchos jóvenes uruguayos se forman en Argentina  y en Brasil. Hay una conexión cotidiana en la que no se aplican las medidas aduaneras. En un mundo globalizado las personas abandonan las ciudades del interior porque a veces los países vecinos son más atractivos que la propia capital y el área metropolitana. Debemos fortalecer las fronteras y los polos regionales en todo el interior para que nuestra soberanía sea sostenible en el tiempo”, finalizó.