Sistema de Cuidados no prevé pago de despido a cuidadores porque “el Estado no se puede encargar de todo”

Julio Bango, director de la Secretaría Nacional de Cuidados


Unas 3.200 personas en situación de dependencia severa son beneficiarias del programa de asistentes personales implementado por el Sistema Nacional Integrado de Cuidados (SNIC); más de 2.000 lo serán en breve, y cerca de 1.000 ya iniciaron el trámite. Pero este servicio tiene algunas carencias. Quienes tienen entre 30 y 80 años y lo requieren, no pueden acceder a él porque no hay recursos suficientes. Además, en caso de que un usuario esté disconforme con su cuidador y quiera cortar la relación laboral, debe pagar el despido aunque no tenga las condiciones económicas necesarias. También está pendiente la regulación de los asistentes en los Consejos de Salarios. Igualmente, ya se buscan soluciones.

Por Magdalena Raffo | @MaleRaffo

El SNIC, una de las grandes apuestas del presidente Tabaré Vázquez para este período, hoy está en marcha plenamente y está beneficiando a miles de familias en todo el territorio nacional. Ha dejado de ser un proyecto para pasar a ser una realidad, que se está desarrollando de acuerdo a los plazos previstos. Así lo dijo en entrevista con CRÓNICAS el sociólogo que dirige el plan, Julio Bango.

La gran finalidad del sistema es asegurar el derecho a ser cuidado de las personas que se encuentran en situación de dependencia, diferenciadas en tres poblaciones: niños, discapacitados y personas mayores.

Los destinatarios que se llevan más presupuesto son los niños de cero a tres años, cuyos programas están bastante encaminados (ver recuadro 1). Para los adultos mayores existen varias alternativas –algunas todavía en desarrollo-, dependiendo de la edad y del grado de dependencia (ver recuadro 2). Existe también un servicio que está teniendo mucho éxito, el de los asistentes personales, pero que por el mecanismo de la contratación y la carencia de recursos estatales, presenta algunos inconvenientes, a los que ya se les está buscando solución.

“Yo prefiero que menos gente reciba los servicios de cuidados, pero que sean de calidad”

-Hoy una persona con dependencia severa menor de 30 años o mayor de 80 puede solicitar un asistente personal y, según sus ingresos, recibir un subsidio del 100%, 67%, 33%, o 0% pero usufructuar el servicio haciéndose cargo del costo. ¿A qué responden esos rangos de edad?

-El haber establecido un criterio de edad tiene que ver con que el programa es universal, es decir, no depende de la condición económica de las personas. Después que hacemos la evaluación [de quien solicita el servicio], con un instrumento que nos permite saber si está en situación de dependencia y qué grado tiene, y determinamos que le corresponde el asistente personal, chequeamos los ingresos del hogar.

De los ingresos totales descontamos un concepto llamado carga de cuidado –relacionado con que un hogar que tiene a su cargo a una persona con dependencia severa, tiene una estructura de costos mayor que uno que no la tiene-, que está alrededor de 10 mil pesos. Eso lo dividimos entre la cantidad de residentes para obtener un monto per cápita, que comparamos con un sistema de franjas que diseñamos a los efectos de otorgar el subsidio. Si queda en la primera obtiene el 100%, en la segunda el 67%, en la tercera el 33%, y de ahí en adelante, 0%.

Es un financiamiento solidario, porque el Estado no ahorra lo que paga el usuario, sino que lo invierte en otro que lo necesite, y eso permite ampliar la cobertura. Hoy el 80% de las personas con asistente tiene 100% de subsidio, y solo el 3% tiene 0%. ¿Qué gana una persona que no tiene subsidio? La tranquilidad de saber que el cuidador está formado, porque nosotros definimos una currícula avalada por el sistema educativo y exigimos la formación, algo que no existía en Uruguay.

-Volviendo a la pregunta, ¿a qué se deben los rangos de edades establecidos?

-Lo que observamos en los análisis estadísticos que hicimos fue que la curva de dependencia severa en las personas mayores se vuelve más pronunciada a partir de los 80 años, y en las personas con discapacidad también hay una concentración fuerte de la dependencia severa en niños, adolescentes y jóvenes. Eso no quiere decir que no haya personas de entre 30 y 80 años que necesiten el servicio, de hecho, nos llaman todos los días.

-¿Y qué pasa con esas personas?

-Ahí entra en juego la dimensión de los recursos económicos.

-Pero ¿está previsto que se amplíe la cobertura?

-No. Hoy no tenemos recursos como para cubrir eso, no hay posibilidad de atender a todos. Veremos qué pasa con la evolución del presupuesto, pero hoy no tenemos más recursos para poder achicar esa franja. Será tarea de los gobiernos futuros. Lo importante es que esta política ya comenzó y no para, porque además tiene el consenso de todo el sistema político, que votó la creación del SNIC.

-¿Está contemplado que se pueda generar un problema o disconformidad con el cuidador?

-Sí. Cuando se firma el contrato entre la persona que va a ser cuidada –o un familiar responsable- y el cuidador, cada uno asume sus deberes y derechos. Nosotros creamos un área de exigibilidad de derechos en la Secretaría Nacional de Cuidados (SNC), donde usuarios y cuidadores pueden hacer quejas, reclamos o denuncias que tengan que ver con las cuestiones de relación, pero los aspectos de conflicto laboral se procesan por la vía del Ministerio de Trabajo.

bango2-¿Qué pasa en caso de despido?

-Esto es una relación laboral de dependencia como cualquier otra. O sea, si vos tenés una persona a cargo para lo que sea y la despedís, te tenés que hacer cargo del pago del despido. El subsidio incluye el salario del asistente personal más el aguinaldo, el salario vacacional y otras cargas sociales, pero la cuestión del despido… aquí no hay cuidadores del Estado.

-Pero ¿por qué financian esos derechos laborales y no el despido?

-Porque al Estado le interesa que esta política pública se pueda llevar adelante y generar las condiciones para que la mayor cantidad de gente la pueda tomar. En ese sentido, entendimos oportuno incluir el aguinaldo y el salario vacacional, pero en todo lo que tiene que ver con conflictos entre un empleador y un empleado, corre el marco privado de las relaciones laborales.

-Pero si se tienen en cuenta los ingresos para otorgar el subsidio, ¿por qué el sistema no prevé el pago de indemnización por despido con el mismo criterio, considerando que probablemente haya familias que no puedan hacerse cargo de ese costo?

-Lo que pasa es que el Estado no se puede encargar de todo.

-O sea, es por un tema presupuestal.

-El Estado te da una ayuda, te alivia la carga de cuidados y sos libre de pedirlo o no. Pero, lamentablemente, no podemos cubrir todas las necesidades.

-¿A futuro se podría pensar en cubrirlo?

-Estamos tratando de cambiar el mecanismo de provisión de asistentes, para que las personas tengan otras dos formas de obtener el servicio. Hasta ahora, la única que funciona es que la persona contrate al asistente personal y asuma esa relación laboral.

-¿Se refiere a los mecanismos a través de cooperativas y empresas privadas?

-Exactamente. Estamos trabajando con empresas de cuidados para ver si les interesa brindar el servicio. Queremos promover alternativas tanto de la economía social a través de cooperativas, como de privados. Eso va a reportar beneficios a los usuarios porque ya no se van a tener que hacer cargo de pagar el despido, y cuando el asistente tome licencia, por ejemplo, la empresa o la cooperativa podrá suplirlo. Dependemos de que las compañías quieran, de que vean la posibilidad del negocio.

Las personas con dependencia severa de entre 30 y 80 años no pueden acceder al programa de asistentes personales por falta de recursos del Estado.

-¿La licencia de los asistentes está prevista?

-Sí, dentro del subsidio.

-¿Este colectivo de trabajadores –asistentes personales- se empezará a regular en los Consejos de Salarios?

-Ese es un tema que tenemos pendiente. Tiene que haber una regulación laboral del sector, pero hay un montón de complejidades; recién estamos dando los primeros pasos para evaluar cuál podría ser el mejor esquema.

-¿Se crearía un colectivo nuevo o se los incluiría en uno ya existente?

-Hay muchas posibilidades. Primero montamos los servicios, formamos los recursos humanos, pusimos a andar la cuestión; ahora llega el momento de empezar a mirar esos aspectos.

-¿Quién se haría cargo de los ajustes salariales?

-Hoy ya tenemos un mecanismo de ajustes porque los subsidios están en BPC (Base de Prestaciones y Contribuciones), que se actualiza anualmente, y [los ajustes] están a cargo del Presupuesto Nacional.

-¿Cuántas relaciones usuario-asistente hay actualmente?

-Hay más usuarios que asistentes personales, porque algunos atienden a más de uno. Al cierre del 31 de julio tenemos 3.195 personas con cuidador. Además, más de 2.000 ya fueron notificadas de que les corresponde el servicio y ya se determinó el subsidio, y hay 962 que fueron evaluadas y ya iniciaron el trámite. También tenemos gente por visitar.

-¿Hay cuidadores suficientes?

-Sí. Cerca de 9.000 personas se presentaron para formarse.

-¿El cuidado es de lunes a viernes?

-Son 80 horas mensuales; la persona arregla con el cuidador la forma de organizarlas. En promedio serían cuatro horas por día, cinco días a la semana.

bango3-¿La familia puede elegir al cuidador?

-Sí, siempre y cuando esté en el Registro Nacional de Cuidadores.

-¿La SNC controla el registro en el BPS (Banco de Previsión Social) de los asistentes?

-Por supuesto. Tenemos una articulación de los sistemas de información con el BPS para eso.

-O sea, no podría haber trabajadores en negro.

-No.

-Uno de los requisitos para registrarse como asistente personal es no ser familiar directo del beneficiario. ¿A qué se debe? Le hago esta consulta porque CRÓNICAS recibió la inquietud de la madre de un chico con discapacidad severa, que tiene que dedicarse a él las 24 horas “sin sueldo ni beneficios”. Lo que plantea es la posibilidad de poder ser considerada como asistente de su hijo para contar con un ingreso.

-A ella le podrá corresponder la Pensión por Invalidez para Discapacitados Severos, que es otra cosa. Nosotros no venimos a sustituir la responsabilidad que tiene un familiar de cuidar a una persona que lo requiere, lo que hacemos es aliviar la carga de cuidado de la familia, no pagarle para que siga cuidando, porque de esa forma iríamos en contra de nuestros objetivos.

-¿Por qué lado diría que es perfectible el SNIC?

-Yo me he impuesto desafíos, principalmente, la calidad. Prefiero que menos gente reciba los servicios, pero que sean de calidad. En materia de políticas públicas, la experiencia indica que cuando los servicios ya están instalados hace tiempo, es mucho más difícil hacer cambios cualitativos.


Primera infancia

El SNIC está destinado a atender a toda la infancia –de cero a 12 años-, pero para este quinquenio ha puesto el acento en los niños de cero a tres años. En ese rango, “el país ha hecho una inversión importante desde el retorno a la democracia”, afirmó Bango, aunque todavía existe un faltante, que es lo que este plan pretende cubrir. De hecho, si logra alcanzar la meta propuesta para el 2020, habrá hecho en cinco años lo que se hizo en los 15 años previos al 2015.

De las poblaciones a las que atiende el SNIC, la primera infancia es la que tiene más prioridad: el 60% de su presupuesto está dirigido a ella. Todos los CAIF (Centros de Atención a la Infancia y la Familia) de uno a tres años son parte del plan de cuidados, y la idea es que los niños de tres vayan a los jardines de la ANEP (Administración Nacional de Educación Pública), para liberar cupos y poder aumentar la cantidad de niños de uno y dos años. Hacia 2020, el objetivo es universalizar la oferta del servicio de cuidado de tres años. La meta global para este período es ingresar al SNIC 28.000 niños. Otro de los programas otorga becas en guarderías privadas.


Adultos mayores

Las personas mayores de 70 años con dependencia leve o moderada podrán acceder a la teleasistencia domiciliaria, que será provista por el mercado. En vez de abrir una licitación, lo que hizo el SNIC en este caso fue convocar a las empresas que ya brindaban este servicio, y se presentaron 13. Si cumplen los requisitos, contarán con el aval del sistema para proveerlo. Hay dos que ya culminaron el proceso satisfactoriamente, por lo que en breve podrán comenzar la actividad en conjunto con el Estado, que otorga subsidios con el mismo criterio que para los asistentes personales. Al usuario se le dará una pulsera o collar con un botón, que podrá pulsar si se encuentra en situación de riesgo, lo que activará una llamada a un centro, que contactará de inmediato a las personas que indicó previamente.

Además, para adultos con los mismos grados de dependencia que el programa anterior, pero mayores de 65, se instalarán centros diurnos en nueve departamentos, donde habrá profesionales que trabajarán aspectos de estimulación cognitiva y física, para retrasar la entrada a una dependencia mayor. Ya se hizo el llamado público a organizaciones de la sociedad civil interesadas. El SNIC brindará los gastos de funcionamiento, pero la infraestructura la tendrá que poner quien vaya a gestionar el servicio.

En cuanto a los residenciales, la tarea del sistema no es crear propios, sino regular los ya existentes. Desde diciembre pasado hay una nueva regulación, y ahora se está trabajando en un plan de mejora de la calidad de esas instituciones, que será lanzado en los próximos meses.