Para el director general de UTU, Juan Pereyra, “este año fue muy bueno” y “se cumplieron los objetivos” que tenían previstos, pero para la presidenta de Afutu, Ana Borges, “fue un año agotador” donde no tuvieron puntos de encuentro, y “la reforma se realizó de forma inconsulta”. Pereyra destacó que la institución tiene más de 200 convenios con empresas del sector productivo, y eso hace que se trabaje en conjunto para establecer las competencias que son necesarias.
Por Sofía Dri
Inmersa en la transformación educativa que viene implementándose desde inicios de este año, la Universidad del Trabajo del Uruguay (UTU) se enfrenta a varias novedades para el año entrante. Entre ellas, la fusión de varios bachilleratos, que podría significar un recorte en horas docentes. CRÓNICAS consultó a Juan Pereyra, director general de UTU, y a Ana Borges, presidenta de Afutu, quienes tuvieron posturas divergentes sobre la reforma en la Universidad del Trabajo.
La reforma educativa comenzó a implementarse en UTU a comienzos de este año, cuando se aplicaron los cambios establecidos para la Educación Básica Integral, otrora Ciclo Básico. Para el año entrante, empezará a regir también para el nivel de bachillerato.
Consultado por CRÓNICAS sobre el balance del año 2023, Juan Pereyra, director general de UTU, opinó que “fue un año muy bueno”, y que “la implementación de la transformación curricular en educación básica ha andado muy bien”. Según el director, “se cumplieron todos los objetivos” que la institución tenía previstos.
Sin embargo, Ana Borges, Presidenta de la Asociación de Funcionarios de la Universidad del Trabajo del Uruguay (Afutu), comentó a CRÓNICAS que el año fue “agotador” para funcionarios y docentes, dado que “no hubo puntos de encuentro” entre la dirección y los trabajadores. “Esta dirección general no cree en la negociación colectiva”, aseveró Borges, y aseguró que la reforma educativa se realizó “de forma inconsulta” por parte de las autoridades.
La representante sindical argumentó que si bien quizás sí era necesario hacer una reforma a nivel educativo, “no se tomaron en cuenta a los actores involucrados”. Citó como prueba de esto que el 99% de las Asambleas Técnico Docentes se posicionaron en contra de la reforma, y recordó que esto incluye tanto a docentes afiliados al sindicato como no afiliados.
Cursos de nivelación
Una de las particularidades de la reforma para bachillerato es la implementación de cursos de nivelación que permitan mayor navegabilidad al estudiante, tanto entre Secundaria y UTU como dentro de cada subsistema. Una vez que el alumno termine el primer año de bachillerato (a partir de 2024), se le permitirá cambiarse de trayecto siempre y cuando realice un curso de nivelación a lo largo del año.
Consultado por la gestión de estos cursos, Pereyra aclaró que como esta función entraría en vigencia en 2025, aún no está clara la logística de cómo se implementará. “Todavía estamos en un diseño preliminar”, dijo el director, pero comentó que los cursos serían llevados a cabo por docentes de UTU del área correspondiente, y que “no sería una carga horaria muy importante porque hay asignaturas comunes”.
Elección de horas
En lo que respecta a la elección de horas para los docentes, Pereyra argumentó que “prácticamente no va a haber afectación este año”, aunque si la hubiera “le buscaremos una solución”. Esto viene a cuento por la disminución de orientaciones al inicio de bachillerato para la UTU, que antes de la reforma eran 20 y ahora pasan a ser 12. “Hay algunos bachilleratos nuevos, otros que se fusionarán en primer año, pero que se vuelven a diversificar en segundo”.
Para Borges, sin embargo, la reducción de bachilleratos en primer año sí significará un “recorte presupuestal de muchas horas”. A esto se le suma que la elección de horas será en febrero, y no en diciembre como era el caso anteriormente. Esto resulta, según Borges, en un clima “caótico”, “estamos en diciembre y no hemos finalizado los cursos, pero tampoco hemos podido tomar horas para 2024, eso genera una gran inestabilidad laboral, no saber dónde vas a trabajar el año siguiente”, comentó.
La adaptación al mercado laboral
Para Pereyra, la adaptación de UTU al mercado laboral en estos últimos años “fue muy importante”, y “viene de la mano con el relacionamiento que tenemos con el sector productivo”. Según el director, la institución tiene más de 200 convenios con empresas “de todo el sector productivo”, y “eso hace que se trabaje en conjunto para ver las competencias que son necesarias”.
Un estudio realizado por la encuestadora Cifra en marzo de 2022 midió varios aspectos de la inserción laboral de egresados de UTU entre 2015 y 2019, tanto para alumnos de carreras terciarias como para aquellos que cursaron FPB (Formación Profesional Básica), un programa de certificación de educación media básica para alumnos de 14 o más años de edad.
Según el estudio, si bien nueve de cada diez egresados de carreras terciarias de UTU tienen al menos un empleo, para aquellos que terminaron el FPB el porcentaje apenas sobrepasa el 50%. De aquellos que cursaron una carrera terciaria y tienen trabajo, la mitad se desempeña en el rubro del que estudió, y de los egresados del FPB con trabajo, sólo un cuarto lo hace en su área de estudio.
Esto es, que el grado de inserción laboral para los egresados de UTU varía ampliamente si se desagrega por nivel educativo, área de estudio, género y otros factores. Sin embargo, en ambos grupos estudiados por el informe de Cifra hay una alta valoración para los cursos correspondientes, prácticamente todos los egresados de FPB lo recomendarían a amigos y familiares, y siete de cada diez egresados de las carreras terciarias valoraron mucho haber terminado el curso en UTU.
Perspectiva para el año entrante
Sobre las expectativas de cara al 2024, Pereyra comentó sobre varios centros nuevos que abrirán, entre los que se cuentan uno en el Comcar, otro en la sede de Liverpool, y varios en el interior, en localidades como Punta del Diablo, Florida, y Rivera. El director mencionó como desafío para el año entrante “que la transformación curricular que iniciamos el año pasado llegue a buen puerto, y que continúe como viene hasta ahora”. Para Borges, en cambio, “nos enfrentamos a un fin de año caótico, porque no hemos podido tomar horas para el año que viene”. “Tendremos un fin de año caótico, y un comienzo de año aún peor”, advirtió la dirigente.