Inserción internacional de Uruguay es un “problema” que conlleva “enormes e inevitables cambios”

CED > presentó su Observatorio de Inserción Internacional

El investigador en Política Exterior, Nicolás Albertoni, dijo que la inserción internacional del país pasó de ser un “tema importante” a un “problema”, por lo que debatir al respecto debe traer soluciones concretas. Por otro lado, el embajador Guillermo Valles indicó que hay tres grandes tendencias que obligarán a Uruguay a trabajar en la materia.

Por Ignacio Palumbo | @ignacio_palumbo

El pasado miércoles 10, el Centro de Estudios para el Desarrollo (CED) inauguró su Observatorio de Inserción Internacional.

El proyecto, que nuclea todas las investigaciones, conferencias y propuestas del Centro en la materia, será dirigido por Nicolás Albertoni, investigador en Relaciones Internacionales. En el evento de apertura, él y el embajador Guillermo Valles disertaron sobre “El presente y el futuro de la política exterior del Uruguay”.

Allí, los expertos discursaron sobre la necesidad de Uruguay de abrirse al mundo. Esto es, ir más allá de firmar tratados de libre comercio, así como también en la manera en que se debate sobre el tema en el país, y qué rol debería jugar.

El problema del país

Para Albertoni, la inserción internacional de Uruguay es como la interrogante “del huevo y la gallina”. El país necesitaría ser competitivo para abrirse al mundo, o tendría que abrirse al mundo para ser competitivo, que es lo que el investigador defiende.

Asimismo, consideró que “es interesante” ver la constante de cómo los países más abiertos tienen una correlación positiva con mejores índices de innovación y de educación.

En este sentido, el principal debate respecto a los acuerdos es que “lejos de sólo estar debatiendo comercio, estamos debatiendo realmente agendas de desarrollo”. De acuerdo con Albertoni, esto se debe a que, desde 1980 en adelante, los acuerdos comerciales han negociado otros temas además de aranceles. Servicios, propiedad intelectual, inversiones y regulación laboral son algunos de los -diversos- temas que han entrado en la agenda de la negociación de acuerdos.

Sin embargo, la oratoria del experto se focalizó en un aspecto en particular: cómo la inserción internacional de Uruguay dejó de ser un “tema importante”, para pasar a ser un “problema”. El retroceso “relativo” del país en materia de inserción internacional es “evidente”, indicó el experto, por lo cual los debates en torno a la materia deben traer consigo soluciones concretas.

Pensando para afuera

El calentamiento global, el crecimiento demográfico -con su dinamismo, acompañado del envejecimiento de la población y la urbanización- y la revolución tecnológica son tres tendencias que marcan el presente y futuro del contexto global, según Valles.

Estos “enormes e inevitables cambios” obligarán al país a trabajar en su inserción internacional, argumentó el embajador.

“En consecuencia, la política exterior es una combinación de muchas políticas, y más en un mundo crecientemente integrado”, señaló Valles. De esta manera, la política comercial es “una de las partes” de la política exterior, pero no la única; derechos humanos, medio ambiente, y política económica también forman parte de la ecuación.

Uruguay debe tener una política exterior “claramente coherente” con la de otros actores, opinó. Esa debe ser la preocupación esencial, según Valles, el tener una política exterior de Estado “donde no nos podemos permitir una falta de coherencia entre la línea económica y la política exterior”.  Esta es “una clara señal de fracaso”, alertó.

El viejo continente

Hablando de inserción y contexto internacional, el reciente acuerdo firmado entre el Mercosur y la Unión Europea (UE) no pasó desapercibido.

Para el embajador, Uruguay está “en el umbral” de un hecho histórico, y tendría que ser el primer país en ratificarlo. “Esta es una oportunidad única para estar primero en la lista”, comentó, “porque nos significa una agenda completamente diferente”.

Por otro lado, el investigador resaltó que este tipo de acuerdos son útiles porque los empresarios pueden utilizarlos como herramienta para medir su competitividad.

Un empresario podría ir al gobierno, expresó Albertoni, y demostrar que con arancel bajo está siendo menos competitivo frente a otro país que opera bajo las mismas condiciones. Por lo tanto, sirven la inserción y la apertura para concentrar y focalizar la política pública, ya que “el gobierno sabe adónde apuntar concretamente”.

Por último, destacó también que es necesario modernizar al bloque sudamericano si se quiere lograr un acuerdo “más transparente y flexible”.


El Observatorio

El Director Académico del CED, Agustín Iturralde, estuvo a cargo de presentar el nuevo Observatorio de Inserción Internacional del Centro.

Bajo la premisa de que “una de las grandes reformas pendientes” que tiene Uruguay es en materia de inserción internacional, y que “no existe país pequeño, cerrado y próspero”, el Observatorio busca impulsar el diálogo sobre el tema.

Funcionará bajo tres líneas de trabajo fundamentales: la realización de aportes concretos -investigaciones y trabajos académicos-, eventos de difusión como el realizado, y colaborar con el intercambio y debate en el tema.

“Uruguay no tiene ninguna restricción para tener realmente una agenda ambiciosa de transformaciones y apostar a ser un país desarrollado”, subrayó Iturralde.