Las precipitaciones del último fin de semana volvieron a traer preocupaciones a los productores de trigo debido al exceso de agua acumulada en los campos. A eso debe agregarse que los cultivos no han podido ser curados lo que implica mayores riesgos. En la región el panorama también es grave, en Argentina hay 10 millones de hectáreas bajo agua.
La gran cantidad de agua caída no da tregua a los cultivos de invierno, principalmente a la cebada, de acuerdo al informe de Grupo Trigo. Indica que se siguen registrando precipitaciones voluminosas semanalmente, en suelos que ya están saturados.
Carolina Silveyra, integrante del equipo técnico de la cooperativa Calmer, señaló que siguen retrasándose los tratamientos en cultivos que han registrado enfermedades – principalmente roya – así como también retraso en las aplicaciones de nitrógeno. “Sin duda va a repercutir en el rendimiento…habrá que ver qué pasa en la primavera. Ya los cultivos han pasado Z33, dos nudos del encañado y más, es el momento de máxima demanda de buenas condiciones para establecer el rendimiento”, aseguró.
La lluvia no da tregua a la producción agropecuaria. No se puede ingresar a las chacras para observar los posibles daños y poder aplicar tratamientos; otro sector que está sufriendo es el lechero debido al barro que dificulta el traslado de animales, sumado a la caminería rural que no soporta más.
También se verán retrasados los cultivos de verano previéndose por parte de los técnicos que se producirá una caída en el área a sembrar.
El cultivo con mayor área sembrada desde algunos años es la soja. Los productores que tenían grano disponible aprovecharon para cerrar negocios de soja a precios bastante atractivos por los negocios a puerto, mientras que han aparecido movimientos por la soja nueva.
En Brasil, casi como una contradicción, las zonas sojeras han retrasado el inicio de los cultivos ante la falta de lluvias. Igualmente se estima que volverá a incrementarse el área de siembra de soja en detrimento del maíz que perdería hectáreas.
En Argentina, la inundación que presentan los campos ha llevado a los técnicos a asegurar que para la próxima siembra de soja descenderá en forma importante.
La empresa ALUR procura duplicar el área de siembra de sorgo para la zafra 2017/18 a los efectos de producir mayor cantidad de etanol. Para ello, a comienzos de semana informó que pretende alcanzar un área máxima de 20.000 hectáreas.
Detalló que pagará un precio mínimo de US$ 150 por tonelada por 4.500 kilos por hectárea, un valor que está por encima de los valores actuales por el sorgo disponible (según la Cámara Mercantil, US$ 135 – US$ 140 por tonelada, puesto en Montevideo).con
Por último, cabe señalar que el clima también marca su incidencia sobre el maíz; de hecho, dicha demora continúa alentando las importaciones del grano.
El volumen importado hasta comienzos de este mes llegó a 104.420 toneladas. Lo importado este año triplica lo adquirido en igual período de 2016 (36.548).
La Cámara Mercantil consigna que para el maíz nacional, la referencia es de US$ 180 a US$ 185, mientras que por el importado es de US$ 175 a US$ 180.
Ha comenzado a ingresar maíz desde Paraguay, y se comenta la posibilidad de importar una barcaza con dos mil toneladas a un precio conocido por la Cámara Mercantil.
