«Creo que se necesita mayor educación financiera»

Elisa Facio > Presidente de ANDA

Fanática de su profesión, la ingeniera de sistemas Elisa Facio decidió apostar a un nuevo desafío y dejar de lado sus máquinas para hacer carrera y así convertirse en la primera presidente mujer, y profesional de ANDA. La Asociación sin fines de lucro cuenta con más de 265.000 afiliados y tiene presencia en todo el país. Las garantías de alquiler son el servicio más agradecido por sus socios y los créditos el más solicitado. Sin embargo, ANDA ofrece también un servicio odontológico de primer nivel y cuenta con un policlínico en donde se ofrecen consultas médicas con especialistas con una infraestructura digna del primer mundo. Estos servicios, a los que cualquier socio de la institución puede acceder, surgen de la reinversión del dinero que perciben. De esta forma, se concreta en los hechos la “solidaridad organizada” que pregona el eslogan de la marca que este año celebra su 85º aniversario.

Es ingeniera de sistemas. ¿Qué aspectos de su profesión aplica hoy en su rol como presidente de ANDA?

La ingeniería es una profesión que enseña a resolver problemas difíciles. Uno está preparado para analizar un sistema complejo y buscarle una solución sencilla, y eso me pasa todo el tiempo.

Yo estudie ingeniería porque es una profesión de servicio. El ingeniero siempre está al servicio de alguien y se ofrecen soluciones que brindan asistencia a la sociedad; y eso tiene mucho que ver con el rol que ocupo ahora, ya que la institución está al servicio de sus socios.

Comenzó trabajando en el Banco Central pero luego hizo carrera dentro de ANDA. ¿Cómo recuerda esta trayectoria?

Mi primer trabajo fue en el Banco Central en el 84, y allí trabajé durante nueve años. A la vez, aparecieron los PC, y junto con eso comencé a trabajar de forma particular para empresas. Cuando estaba embarazada de mi segundo hijo me dediqué de lleno a la actividad privada. Uno de los socios era mi marido, y en el año 98 me divorcié y empecé a trabajar en ANDA. En ese momento se estaba trabajando en un sistema informático nuevo; ahora, 20 años después, también estamos en el mismo desafío. Me contrataron por cuatro meses y después me fui quedando. Trabajé primero en base de datos, después me desempeñé como analista de sistemas, luego fui directora de informática, pero participaba de muchas cosas más allá de lo informático, y en el año 2013 me ofrecieron hacerme cargo de la dirección comercial. Ahí abandoné mis máquinas. Fue bastante difícil la decisión porque realmente amo mi profesión y sabía que me iba a alejar, pero también entendía que era un desafío que se me presentaba. Lo vi como un crecimiento, porque era salirme de mi zona de confort, pero yo me daba cuenta de que me podía proyectar a cosas que no me había ni imaginado ni aspiraba; y de alguna manera fue lo que pasó.

¿Qué representa para usted ser la primera mujer y, al mismo tiempo, la primera profesional que lidera ANDA?

Es un orgullo. Agradezco a todos los que me acompañaron en este proceso porque es un lugar privilegiado. Estar al frente de esta institución es un privilegio y lo honro todos los días.

El hecho de que sea mujer lo hace más difícil porque es una institución muy antigua. Lo vemos en todas las instituciones, en el gobierno, aunque existan excepciones, como Marta Jara, en Ancap o, previamente, Carolina Cosse, en Antel.

La gente se tiene que acostumbrar a un estilo de conducción diferente. Las mujeres somos más de acompañar y plantear los temas de una manera más suave y no de imponernos con un estilo autoritario; es más similar a lo que uno hace con los hijos, es decir, tratar de tender puentes.

¿Qué importancia tiene la tecnología en la institución?

Desde el año pasado estamos en un proceso de cambio del sistema informático. Algunos aspectos del sistema son obsoletos desde el punto de vista tecnológico y necesitamos poder generar productos inmediatamente.

La tecnología democratiza, es similar a lo que pasó cuando se popularizó la imprenta y el conocimiento empezó a llegar a las personas que se encontraban más allá de las élites.

¿Lo que más buscan los afiliados en ANDA son los créditos?

En cantidad, sí. El servicio más emblemático es la garantía de alquiler. Es el servicio por el que más nos reconocen y el que más agradecen; resolver su vivienda tiene una importancia más trascendente que sacar un préstamo. En cuanto a números, es mucho menor pero sí es más relevante desde el punto de vista del socio. En cuanto a volumen, el uso de tarjeta de crédito se disparó. Entre préstamos en efectivo y operaciones en comercios manejamos un volumen de unos US$ 400 millones por mes. El ticket promedio de la tarjeta está en $ 800 y el préstamo promedio más o menos en $ 1.600.

Además de las tradicionales actividades de la organización, ANDA colabora a través de su programa de RSE con la ONG Giraluna.

¿Es necesario que exista más educación financiera?

Sí, debe haber más educación financiera. Las personas cuando tienen necesidades ni se cuestionan la tasa de interés de los préstamos, por ejemplo, ni tampoco las políticas de cancelación. Hay empresas que no permiten cancelar antes, o cobran todos los intereses o gastos de administración que a veces son tan caros como los intereses. Hay condiciones que son leoninas en otros operadores y que en ANDA no son así. Hacemos lo que entendemos que debe ser, pero somos una organización social; los demás tienen fines de lucro.

El que posee más conocimiento es, quizás, el que tiene más posibilidades y muchas veces no son ellos los que llegan a nuestros mostradores. La gente solo mira si puede pagar la cuota y no hace la cuenta de cuánto está pagando realmente. Creo que se necesita mayor educación financiera.

¿Qué otros servicios, además de las garantías de alquiler y los créditos, ofrece ANDA al día de hoy?

Tenemos servicio médico y odontológico. En el policlínico, que se encuentra en la casa central, tenemos todas las especialidades y funciona muy bien, es muy fácil conseguir hora. En el Interior lo ofrecemos a través de convenios, pero eso depende de cada localidad por lo que estamos en el debe en ese sentido. Por eso estamos explorando la telemedicina, para poder darles mayor cobertura.

El lo que respecta a servicio odontológico, tenemos 40 policlínicos en todo el país. Se trabaja con tecnología de punta y poseemos la certificación de calidad UNIT ISO 9001 en Paysandú y Colonia y se trabaja para certificar en Maldonado y Melo. A su vez, la Asociación Europea para la Calidad nos otorgó un premio de mejores prácticas que recibirá la doctora Prandi, encargada del área de calidad en Bruselas.

ANDA es emisor de dinero electrónico autorizado por el Banco Central. ¿Qué piensa de la inclusión financiera?

Yo creo que es un cambio muy grande. Uruguay traía un rezago en comparación con el funcionamiento en otros países, es una tendencia mundial. Hay un tema de seguridad y de costo del dinero, ya que la logística para transportar el efectivo es muy cara. También ofrece beneficios en la transparencia y en la fiscalización ya que es más clara la trazabilidad de las transacciones. A la gente le cuesta adaptarse pero son muchos los beneficios.

Para nosotros como institución fue muy difícil, porque la ley nos golpeaba muy fuerte ya que nos cambiaba las reglas del juego. Todavía seguimos con coletazos de eso. El año pasado tuvimos un ejercicio económico bastante modesto comparado con los anteriores, porque a raíz de que el BPS aplicó el mínimo intangible sin gradualidad, tuvimos una cantidad importante de socios que quedaron morosos y empezaron a perder categoría en el Banco Central; y al perder categoría, empezaron a aumentar nuestras previsiones. Y ese aumento fue tan grande que, prácticamente, se llevó todo el resultado de nuestras previsiones.

Después los legisladores entendieron que era un problema grande que había afectado mucho a la sociedad y se volvió a la gradualidad en setiembre del año pasado, y venimos mucho mejor.

Es difícil, porque cuando a la gente le bloqueás la cuenta porque no te pagó todo lo que te tenía que pagar, después no se puede prestarle cuando te viene a pedir porque lo está categorizado mal y todo lo que le prestes va a pérdida. Esa gente va a golpear otras puertas y toma préstamos mucho más caros que los que ofrecemos nosotros. Igualmente, creo que así como se volvió a la gradualidad, se le va a encontrar una solución a esto.

Además de la tarjeta ANDA, ofrecemos los beneficios de una tarjeta de alimentación que da a la empresa la posibilidad de dar un aumento mayor a sus funcionarios si una parte se paga con ticket alimentación.

En lo que refiere a la imagen de marca, ¿qué le aporta a ANDA ser representada por una figura de la talla de Natalia Oreiro?

Fue una idea brillante de un creativo publicitario. Se adaptó de una manera notable a la institución, está muy involucrada con ANDA y tiene un compromiso social muy fuerte que demuestra en cada oportunidad.


Perfil

Elisa Facio está casada, y entre los hijos suyos y de su marido suman cinco y dos nietas. Se declara fanática de Mario Vargas Llosa, y “Conversación en la Catedral” es su libro de cabecera. “Es tan mi autor preferido que cuando le dieron el Premio Nobel, mis hijos me llamaron para felicitarme”, cuenta, entre risas a Crónicas Mujer. Se declara aficionada al cine y aunque no se desespera por las series, sí las consume dosificadamente. “Me gustó mucho ‘El tiempo entre costuras”, señala acerca de la serie basada en el libro de María Dueñas que también ocupa un lugar en su biblioteca.

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Se define como una optimista, virtud que heredó de su abuela y que resalta con una graciosa frase de cabecera que contesta cuando las cosas no van bien en los negocios. Ante la pregunta de ¿cómo va todo?, responde sonriente: “Muy bien, mi marido y mis hijos me adoran”. Finalmente agrega: “El espíritu de rescatar lo positivo o tratar de buscar lo bueno, aún cuando todo está mal, es lo más importante”.