México y Uruguay intercambian experiencias en emprendedurismo

Samuel González, fundador y presidente de Fundación E, una organización que desde hace casi dos décadas transfiere el modelo de desarrollo de emprendedores a más de 250 instituciones educativas en México y América Latina, llegó a nuestro país en el marco de Uruguay Emprendedor. El objetivo es intercambiar experiencias y prácticas entre las diversas instituciones que conforman el eco sistema de apoyo a emprendedores entre ambos países.

 Fundación E nació en 1999 en México. Desde entonces, hasta nuestros días, el mundo ha vivido mutaciones en la estructura de negocios orientados hacia las nuevas tecnologías. En este sentido, los cambios en la manera de educar son muy cambiantes y cada vez más acelerados, reconoció González a Empresas & Negocios.

“Hace dos décadas estábamos centrados en enseñar lo que implica realizar un plan de negocios y como ponerlo en práctica. Hoy, con la cantidad de recursos tecnológicos, las formas de fomentar la cultura emprendedora se han especializado en la creación de modelos de empresa puestos en práctica en poco tiempo, con el fin de poner a prueba el concepto y si funciona implementarlo y si no tiene éxito desecharlo lo más pronto posible”.

El nivel de conocimiento y apoyo que reciben los emprendedores es muy diverso, según González, y para ello es necesario contar con modelos de investigación y desarrollo que permitan, por un lado, crear modelos de formación, al tiempo de mantenerlos actualizados. Por otro, especializarlos con base a la vocación natural de la población objetivo y alinearlos a la perspectiva y planeación de país que se desee lograr en el mediano y largo plazo.

Hace poco más de una década, González tuvo la oportunidad de visitar Uruguay para implementar modelos de emprendimiento de la mano de instituciones educativas. En ese tiempo, recuerda, nuestro país no tenía la misma cantidad de oportunidades en emprendedurismo.

“Uruguay tiene grandes posibilidades desde diversos ángulos. Históricamente se ha caracterizado por la producción agroindustrial, ahora se trata de impulsar lo que ya existe, y crear nuevas industrias, por ejemplo, impulsar la economía creativa, el sector turístico, el médico, el tecnológico y el inmobiliario”, explicó.

Con la llegada de la famosa generación millennial al mundo laboral y, por ende, al mundo de las startups, se ha evolucionado mucho la manera de emprender, advirtió el entrevistado. En este sentido, mencionó que se implementa primero, para probar si hay éxito o fracaso, es decir si hay clientes que compren o no. “Hoy en día es contrario a como se hacía hace incluso una década, cuando se pretendía investigar primero al mercado y, sobre ello, desarrollar soluciones convertidas en productos o servicios”, señaló.

La nueva oleada de emprendedores también está muy centrada en su responsabilidad con el medio ambiente, y en su impacto social, creando una nueva propuesta valor, donde la generación de riqueza no solo está centrada en las ventas, sino en el talento humano vertido en el bien común, sostuvo.

En cuanto a las características de los emprendedores latinoamericanos, González mencionó que si bien hay muchos valores compartidos con las tendencias mundiales, lo que se necesita distinguir es evitar caer en la idea de que todos podemos crear una gran idea que nos hará millonarios en el corto plazo, con una computadora y desde un garage. “Estamos inspirados en historias de diversos líderes del mundo tecnológico como si fuera una tendencia en el mundo del emprendedurismo, descuidando, desde el ecosistema de apoyo a emprendedores, una gran cantidad de industrias que también son veta de oportunidades”, mencionó.