Sebastián Arrieta aconseja poner el foco en la estrategia de mediano y largo plazo

Sebastián Arrieta, gerente de Banca Premium de Scotiabank


En toda inversión, resulta crucial establecer los objetivos de corto, mediano y largo plazo, el riesgo a asumir, y la etapa de la vida en que se encuentra el inversor, entre otros factores. En base a estas premisas, posteriormente, se debe diseñar una estrategia de largo plazo, donde se seleccionan las diferentes clases de activos a los que mirar.

¿Qué hay que tener en cuenta a la hora de invertir en tiempos de turbulencia? ¿Cómo tomar las mejores decisiones?

Siempre cuando alguien invierte, previamente debe haberse tomado el tiempo para establecer claramente sus objetivos de corto, mediano y largo plazo, cuánta pérdida toleraría asumir, su situación patrimonial, si puede llegar a necesitar liquidez en algún punto, y en qué etapa de la vida se encuentra. Luego, en base a todos esos elementos, se debe diseñar una estrategia de largo plazo, en la que se seleccionan las diferentes clases de activos en que invertir, y dentro de éstas, los instrumentos específicos que mejor se ajustan a esa estrategia.

Lo anterior se vuelve crucial en épocas de turbulencia, ya que tener claros los objetivos de largo plazo evitará tener una actitud errática ante movimientos bruscos en los valores de las inversiones. En este sentido, si bien es fundamental no perder de vista el largo plazo, también es importante comprender qué es lo que está pasando, cuáles son los factores que explican los movimientos en los precios, si alguna de nuestras inversiones corre peligro real de no poder recuperarla o si la diversificación de nuestro portafolio no es adecuada y es preciso hacer algún ajuste.

Por tanto, las mejores decisiones se toman siempre si el foco está puesto en la estrategia de mediano y largo plazo, y no actuamos de forma errática por factores coyunturales.

¿Es oportuno arriesgar o esperar?

Cuando la volatilidad del mercado es elevada lo que hay que hacer es asesorarse para comprender qué es lo que está moviendo el mercado, formarse opinión y siempre actuar en el marco de la estrategia establecida para el mediano y largo plazo. Entonces, si tenemos clara la estrategia, y entendemos la realidad, en general se abren oportunidades en algunos instrumentos de inversión que harán la diferencia en el retorno a largo plazo de nuestro portafolio. Asimismo, cuando una inversión que habíamos hecho en el pasado sufre una desvalorización aguda, si estamos cómodos con el riesgo de crédito, entendemos que se trata de un efecto pasajero y nuestra exposición es razonable; muchas veces en lugar de entrar en pánico y vender, lo que hay que hacer es justamente lo contrario y comprar para capitalizar la oportunidad. Pero para esto volvemos al inicio, y debemos tener súper claros los objetivos y poner foco en el largo plazo.

¿Es conveniente cambiar los objetivos de mi inversión?

Es razonable que los objetivos de inversión cambien a lo largo del tiempo, y por tanto también es razonable que regularmente se deba revisar si la estrategia y diversificación del portafolio se adecúa a los nuevos objetivos. Asimismo, en épocas de turbulencia siempre es recomendable revisar el portafolio, y poner atención en el corto plazo, es decir en lo que está pasando ahora, pero también en los objetivos de largo plazo.

En cuanto al corto plazo, debemos estar seguros de que no tenemos una sobreexposición a ningún emisor o sector que pueda atravesar dificultades de solvencia serias, y en cuyo caso habrá que hacer los ajustes necesarios de inmediato. Sin embargo, lo que no se debe perder es el foco en el mediano y largo plazo, y saber que los mercados muchas veces son irracionales y las valoraciones no siempre tienen que ver con solvencia sino con pánico u otros factores que son transitorios.

Por tanto, los objetivos no deberían cambiarse dramáticamente salvo porque haya cambiado la realidad del inversor. Por el contrario, si la realidad del inversor permanece incambiada, los objetivos de inversión de largo plazo deberían estar más presentes que nunca en épocas de turbulencia.

¿En qué sectores debería invertir en este momento? ¿Qué opciones aparecen como las más seguras?

Este es un momento muy particular, diría que único en muchos aspectos. Es un evento de magnitudes enormes que no solo afectó la demanda, sino que afecto a la oferta en la mayoría de los sectores de actividad. Por ejemplo, todo lo que es hotelería, restaurantes y comercio han sido sectores muy golpeados. A su vez, y no solo vinculado a los efectos del Covid-19, el sector energético está sufriendo mucho. Por otro lado, como en toda crisis hay sectores que resultan ganadores como por ejemplo farmacéuticas, algunas compañías tecnológicas y de comercio en línea. Por tanto, es crucial elegir clases de activos que permitan tomar exposición en sectores de actividad golpeados, pero con perspectivas de retomar su crecimiento en tanto la economía global vaya recuperándose, pero al mismo tiempo mantenga una diversificación adecuada para evitar sufrir pérdidas por una mala selección de los créditos.

También hay que mirar la evolución de las tasas de interés internacionales, ya que es altamente probable tengamos un periodo de tasas ultra bajas por un tiempo prolongado debido a que los bancos centrales de las principales potencias estarán inyectando dinero para reactivar sus economías. Esta coyuntura abrirá oportunidades en renta variable tal como sucedió luego de la crisis de 2008.

En este sentido los fondos mutuos son una buena solución para capitalizar el crecimiento que queda por delante manteniendo una adecuada diversificación en cuanto al riesgo crediticio.

Algunos analistas dicen que las crisis representan oportunidades.¿Esto es así cuando se refiere a alternativas de inversión o simplemente se trata de un mito?

No es para nada un mito. Como comentaba antes, las crisis en general siempre presentan oportunidades, simplemente es cuestión tener una buena estrategia de largo plazo que cumpla con los objetivos trazados, así como tener una correcta lectura de lo que está moviendo al mercado. Con estos dos elementos se pueden capitalizar oportunidades que redundarán en rendimientos extraordinarios del portafolio.

Lo que sí es un mito es querer comprar un activo financiero ya sea acción, bono o moneda en el piso y venderlo en el techo. Eso sin una estrategia de largo plazo atrás es tremendamente peligroso y en general no da buenos resultados.

¿Hay que mirar a todos los mercados o algunos están vedados ante tanta incertidumbre reinante en estos días?

Hay que mirar todos los mercados por varios motivos. Primero, porque en general hay mucha interconexión entre los diferentes mercados y eso ayuda a comprender mejor lo que está pasando. Pero además es importante mantener una adecuada diversificación, lo que incluye diferentes clases de activos, y por tanto en el marco de la estrategia de largo plazo se deben capitalizar oportunidades disponibles en cualquier mercado. Sin embargo, en momentos de alta volatilidad es crítico invertir en mercados e instrumentos en los que tengamos totalmente claros los riesgos que estamos asumiendo, su liquidez y los costos transaccionales para entrar y salir.