Di Candia: “El FA estaría dispuesto a darle gobernabilidad al Partido Nacional si Cabildo Abierto estuviera fuera del gobierno”

EN PANINI’S

Christian Di Candia, intendente de Montevideo


El proyecto de ley de Presupuesto Nacional generó fuertes críticas en la oposición y en la misma línea se expresó el intendente de la capital, perteneciente al Frente Amplio (FA). El jerarca entiende que el aumento de recursos para Defensa responde estrictamente a la participación de Cabildo Abierto (CA) en el gobierno, la cual espera “que no dure mucho”. En otro orden, se refirió al final de su gestión en Montevideo y respondió a las denuncias de Adeom, con quien mantenía una buena relación “hasta que comenzó la campaña electoral”.


 El menú  En la cava de Panini’s, el jefe comunal degustó carpaccio de lomo, que acompañó con agua mineral. Como segundo plato optó por corvina rubia con vegetales y para beber eligió Coca-Cola light. De postre, prefirió helado artesanal de crema y un té.


Por Magdalena Raffo | @MaleRaffo

-Su gestión se extendió más de lo previsto debido a la pandemia. ¿Qué le queda por hacer en los meses que restan y con qué sensación se irá?

-Me voy a ir con la sensación del deber cumplido, con un sinfín de aprendizajes. Creo que la experiencia fue positiva para el FA, el sistema político y la sociedad en sí misma. Uno de los mayores desafíos era que esta última pudiese incorporar que alguien de 30 y pico de años fuese intendente; había que ver cómo lo tomaba y cómo se daba esa relación, que finalmente fue sana, madura y natural.

Me hubiese gustado desarrollar algunas políticas de agenda ambiental y clasificación, que tuvimos que tirar para atrás por cuestiones financieras este año, ya que no nos quedó mucho margen para hacer nada nuevo más que atender la emergencia.

Lo más importante, más allá de las inauguraciones que faltan, es hacer una buena transición. Ya aprendimos con el gobierno nacional la relevancia que eso tiene, porque hubo espacios donde pasó un mes y todavía no había directores designados.

-Usted empezó en 2015 en el equipo de Martínez y le toca ahora terminar como intendente. Pasados estos cinco años, ¿hay algo que cree que no se hizo de la mejor manera o que identifica como un error?

-No sé si fue un error, aunque sí creo que se invirtió mucho en recolección de residuos, en contenedores nuevos, se puso mucho pienso en lo interno y mejoró el funcionamiento, pero es evidente que Montevideo necesita cambiar radicalmente el mecanismo de gestión de los residuos.

En el próximo período se va a tener que hacer un proceso de mediano plazo; no va a ser en cinco años, pero es importante plantear la meta a 10 años de modificar totalmente la gestión de la recolección. Hay que ir a un modelo donde la clasificación comience en los hogares y la Intendencia de Montevideo (IM) deberá facilitarles los recipientes.

-¿Ha cambiado su relación con Adeom desde que asumió como intendente? La secretaria general del sindicato, Valeria Ripoll, ha sido muy crítica con la gestión de Martínez, con la suya; ahora salió a denunciar la contratación de “la nueva secretaria”.

-Fue una relación muy buena hasta que comenzó la campaña electoral, con diferencias, como debe ser, porque nos toca el papel de gestionar y a ellos el de plantear la plataforma de trabajadores.

Ella es consciente de que cuando tuvimos que darle la razón a Adeom se la dimos, por ejemplo, en el caso del mantenimiento de la flota de limpieza. Incluso en aquel momento se generaron un montón de cambios. No debe haber existido otro período en la historia de la IM con un año y medio sin paros en la División Limpieza y con un mes de diciembre prácticamente limpio.

Seguramente, Adeom aprovecha los últimos meses de gestión, cuando hay una campaña y cualquier conflicto pega desde el punto de vista público, para tratar de colar algún reclamo al que ya se le dijo que no por alguna razón. Siempre las campañas electorales entreveran la cancha, entonces los ánimos se crispan un poco.

En el caso concreto de la contratación (de la socióloga especializada en opinión pública, María Fernanda Souza), yo ya la expliqué: en julio cambiaron de actividad varias personas que tenían previsto irse a otro lado, porque ese iba a ser el último mes de la gestión si no hubiera sido por la pandemia. Ella entró para sustituir a mi antigua asesora de Comunicación, que desde julio ya no está en mi equipo.

La IM hasta diciembre sigue, no se para por la campaña electoral, entonces se cubrieron esos espacios, y ya sabemos cómo lo utiliza Adeom.

-Ripoll dijo que su exasesora de Comunicación, la que se fue en julio, volvió a su cargo anterior en la IM. ¿Es así?

-No, ella tenía dos funciones en la IM: trabajaba para Desarrollo Urbano y Desarrollo Inteligente, y facturaba la mitad de las horas semanales conmigo. Volvió a estudiar para terminar una tesis, agarró una consultoría y dejó de trabajar conmigo para tener tiempo. Sigue haciendo cosas aisladas para los otros departamentos, pero los factura cuando corresponde.

-Decía que tenía buena relación con Ripoll hasta que empezó la campaña. ¿Cree que tiene que ver con un tema político en contra del FA?

-Evidentemente, al ir en contra de la gestión hoy, va en contra del FA, eso está claro, y su cercanía con Raffo ha sido evidente.

-¿Cómo se explica que se estén haciendo todas las obras viales en este momento, dejando desvíos a lo largo y ancho de la ciudad? ¿Faltó organización?

-Hay varios motivos. Primero, Montevideo está recibiendo el shock de infraestructura más grande de la historia del departamento.

Hay algunos instrumentos financieros, sobre todo el Fondo Capital y el FIM (Fondo de Infraestructura Metropolitana), que tienen muchísimas etapas de validación. Una de ellas es a nivel internacional, en la sede de la Unops (Oficina de las Naciones Unidas de Servicios para Proyectos).

El Fondo Capital se votó en la Junta en 2016, fue al Banco Central, se generó el fideicomiso, se hicieron los préstamos, los pliegos, estos fueron a la Unops, y empezamos las obras en 2018.

También tuvimos situaciones particulares, como el concordato de una de las empresas, Bersur, que es un imponderable imposible de saber. Fue la que ganó la licitación y tuvo obras grandes paradas más de tres meses. Y ahora estuvieron 40 días paradas por la pandemia.

La buena noticia para la ciudadanía es que vamos a tener obras del nivel de capitales europeas.

-¿Hacia dónde deberá apuntar el futuro intendente en materia de transporte?

-No sé qué es lo que hará… todos (los candidatos) están presentando algunos planes posibles, otros no tanto.

-¿Se refiere, por ejemplo, a la idea de Villar sobre el tren?

-La idea de Villar es buena, pero precisaría 20 años.

-Es algo que se habla desde hace décadas.

-Claro, y justamente los cinco años que vienen van a ser los más complejos desde el punto de vista presupuestal y financiero como para hacer cambios de ese tipo, pero está bien tenerlo como un sueño, una utopía.

Un nuevo sistema de transporte de Montevideo tiene que ir en la línea del transporte eléctrico, multimodal, incorporar la movilidad sustentable y las ciclovías, como se hizo este período y mucho más. Para eso se tienen que generar otro tipo de políticas que fomenten el uso de la bicicleta; puede ser una especie de Plan Ceibal, pero de bicicletas, a nivel liceal.

-¿Y en la financiación?

-En la financiación debiera irse hacia un sistema mucho más público, con un financiamiento por impuesto nacional, de modo que algún porcentaje de IVA financie el sistema de transporte; que sea más público, accesible y de mejor calidad.

-¿Cómo evalúa la gestión del gobierno en estos primeros meses?

-El gobierno es un fiel reflejo de su ideología; a mí no me sorprende ninguna de las decisiones que ha tomado. Es un gobierno que cree que el mercado y el sector privado son los que tienen que tirar de la bicicleta y que el resto corre atrás. Es un modelo de gestión que ya ha demostrado que genera más exclusión, que aumenta los niveles de desempleo, de pobreza, de indigencia, que están a la vista.

Seguramente se le pueda discutir a la Cepal, pero el organismo claramente afirma que somos de los países que menos ha invertido en el combate a la pandemia. Se hizo un buen trabajo en el tema sanitario, pero faltó inversión social. Esto no se arregla con canastas de 1.200 pesos ni con asignaciones sociales de 1.500 pesos; como país debimos haber dado otra espalda social a las familias que más lo necesitaban.

Hay algunas áreas de la economía que están totalmente detenidas y hay gente que está sin recibir ingresos. Todo bien con la baja cifra de fallecidos, pero tenemos 100.000 pobres nuevos y una situación social más que compleja.

-¿El FA lo hubiera resuelto de otra manera?

-Por supuesto, no tengo ninguna duda. La espalda social a esos sectores hubiese sido muy diferente. Estamos en un momento donde el propio FMI pide que se endeuden los países y que generen prestaciones sociales. O sea, tenemos un gobierno que es más liberal que el FMI.

-El argumento del equipo económico es que la necesidad de recortar el gasto viene dada por un déficit del 5%, que terminó siendo el doble del que proyectaba el exministro de Economía, Danilo Astori, por lo cual no se puede seguir gastando en la misma línea. ¿Usted percibe esa realidad?

-Está bien. Los equipos económicos del FA decían que se iba a tener que trabajar en la línea de la contención del gasto. Ahora, tenemos la emergencia, que es inesperada. Uno no puede poner la situación fiscal del país por encima de la necesidad de la gente de comer o de vestirse.

Hay una cuestión de prioridades, las mismas que se expresan cuando se expande el gasto del Ministerio de Defensa y se contrae el de la educación. Se habla de controlar el gasto, pero no se dice nada de la famosa Caja Militar y los 600 millones de dólares de déficit que deja por año. Lugares para contraer el gasto siempre hay, el tema es cómo se expresan esas prioridades en un programa político.

-¿Cree contradictorio que en el Presupuesto Nacional se incrementen los salarios de los presidentes de los entes? La explicación es que se necesita a los más capacitados, que de otra forma se van al sector privado.

-Es contradictorio. Lo del sector privado es una realidad, le pasa a la IM también. Yo no voy a nombrarlo porque es su vida privada y no corresponde, pero me pasó con un director, que cuando asumió vio su primer recibo de sueldo y me dijo que ganaba cuatro veces más en la consultoría en la que trabajaba. Hay personas que durante mucho tiempo deciden dejar su vida privada para ponerse al servicio de lo público.

Se pasaron 15 años diciendo “¡Lo que roban ahí!”, y ahora lo están viviendo en carne propia y se están dando cuenta de que los mejores que les quedan –porque la gran mayoría los tiene el FA- prefieren trabajar en el sector privado.

Yo no veo mal que se pague lo que le corresponde ganar a la gente según su experiencia y formación. También entiendo que hay momentos para todo y que si hay 47.000 familias que se anotan para un sueldo de 10.000 pesos (en referencia a la política de empleo que desarrolló la IM), duplicarles el sueldo a algunos directores de entes parece un poco duro.

-Mencionaba a las Fuerzas Armadas (FFAA). Ahí aumentaron los generales y coroneles y también los sueldos de los soldados, con la justificación de que son los funcionarios públicos con los salarios más deprimidos.

-Alfie argumentó el no aumento de las partidas de la educación diciendo que había una baja en la matrícula escolar. Yo no sé cuántas guerras hemos tenido últimamente en Uruguay, pero seguramente han bajado, así que con el mismo razonamiento de Alfie, poco puedo comprender que se aumenten los cargos altos.

Sí entiendo que las familias de los soldados rasos puedan tener una necesidad, pero antes que eso tendría que haber una reestructura importante de las FFAA.

-¿En qué sentido una reestructura?

-En el sentido de que las distintas fuerzas se capaciten y se invierta en la infraestructura que se necesite, como sucede en la Armada, donde se precisa un mayor despliegue en nuestro mar territorial.

Entiendo muy poco –quizás es por desconocimiento y pediré disculpas por eso- qué función tienen los soldados rasos y la infantería en Uruguay, más allá de las fronteras o de ayudar en los momentos de necesidades sociales. Quizás tengamos que tener cuerpos de emergencia y guardias de fronteras y no soldados, pero sigue teniendo que ver con una reestructura de las FFAA.

-¿A qué atribuye el aumento de recursos en esa área?

-Claramente responde al armado y a la consolidación de una coalición que necesita cada uno de los votos en el Parlamento, y a que el Partido Nacional (PN) llegó al poder aliado de un partido militar que defiende las actuaciones de torturadores en la dictadura. Eso se expresa en el Presupuesto también, que es el programa político de un gobierno.

-CA es un partido nuevo que no tenía experiencia en política. ¿Cómo ha visto su actuación hasta ahora?

-Las FFAA siempre tuvieron experiencia en política; han hecho política en toda la historia de nuestro país, de América Latina y del mundo entero. La diferencia es que lograron armarse dentro de un partido político e ingresar en el sistema de partidos. Su discurso logró permear en ciertas capas sociales, sobre todo, en algunos relatos en los que los demás partidos, incluyendo al FA, tuvieron falencias.

Me da mucha pena que el PN y el Partido Colorado se hayan dejado correr por derecha de esa manera. Creo que todavía podían representar democráticamente a algunos sectores sociales que dejaron de representar, y espero que no dure mucho.

-El senador Mario Bergara se expresó en la misma línea en una entrevista con CRÓNICAS en la que dijo: “Ojalá que la coalición con CA dure poco, por el bien del Uruguay”.

-Totalmente de acuerdo, y estoy seguro de que el FA estaría dispuesto a darle gobernabilidad al PN –si la necesitara- si CA estuviera fuera del gobierno, por responsabilidad con el país y con la historia.


“Me asombra que el presidente no le acepte una reunión al intendente de Montevideo”

-¿Cómo ha sido su relación con el presidente Lacalle Pou?

-Al presidente lo vi solamente una vez, cuando se hizo la inauguración de los ómnibus eléctricos de Cutcsa. Le vengo pidiendo reuniones desde diciembre y nunca me las dio así que ya dejé de insistir.

Después tuve un intercambio epistolar, ante la necesidad de la apertura de los espectáculos públicos y de que los sectores culturales volvieran a tener algún ingreso.

He tenido muy buena relación con el ministro de Salud Pública (Daniel Salinas) y con el secretario de Presidencia (Álvaro Delgado).

-¿El FA debió aceptar la reunión entre Lacalle Pou y los candidatos a la IM?

-No lo sé. Yo lo que sé es que Lacalle Pou todavía no le aceptó la reunión al actual intendente de Montevideo, la capital del país, o sea, si es por cuestiones de gestos, arranca bastante abajo.

-¿Es una mala señal esa falta de diálogo entre los gobiernos departamental y nacional?

-Por una cuestión de sanidad del sistema político, de madurez republicana y de altura democrática, los partidos y los líderes políticos en el gobierno tienen que hablar permanentemente, discutir sus acuerdos y sus desacuerdos; el diálogo no se puede romper nunca. Que el presidente no le acepte una reunión al intendente de Montevideo, a mí me suena bastante singular, me asombra. Yo no me veo en ese lugar haciendo lo mismo.