“En dos años se han perdido 16.000 puestos de trabajo en la industria, lo que para mí es un número preocupante”

Carolina Cosse, ministra de Industria, Energía y Minería 


 La ministra de Industria, Energía y Minería, Carolina Cosse, se mostró preocupada por la pérdida de puestos de trabajo en el sector y aseguró que es necesario impulsar nuevas industrias para favorecer la competitividad del país. En la misma línea, aseguró que la empresa Petrel sigue con su plan estratégico en lo que refiere a la búsqueda de petróleo comercializable en el litoral y reafirmó que Uruguay apuesta a diversificar las industrias y no a centrar su economía en los hidrocarburos, aunque aseguró que está “en el horno” una política nacional de hidrocarburos por si las pruebas son favorables. Por otro lado, se refirió al acuerdo del gobierno con UPM, y aseveró que la intensa negociación se debe a que el gobierno procuró lograr, entre otras cosas, un importante derrame en la economía local y regional. Finalmente, la ministra se refirió a Ancap y aseguró que en negocios como el del portland “deben cambiar muchas cosas” para que funcionen correctamente. Aún así, resaltó la transparencia de la empresa pública y en materia de tarifas indicó que, a pesar del poco margen, el gobierno trabaja para disminuir las del combustible y la eléctrica. “Estoy convencida de que el cambio de matriz energética debe verse en los hogares”, ratificó. 


 El menú  En la cálida cava de Panini´s, la ministra degustó ensalada de repollo, zanahoria, cherry, rúcula y papas paillé con vinagreta cítrica picante. Para la sobremesa, optó por un café.


Por María Noel Durán | @MNoelDuran

-¿Qué reflexión hace sobre el indicio del hallazgo de hidrocarburos en el país?

-Que es un proceso de exploración largo y que hay que hacerlo para saber con qué recursos cuenta Uruguay, pero no me juego todas las fichas a eso ni se las juega el país; hubiera sido una importante omisión no hacer exploraciones.

Esto fue un paso más, y si llegara el momento en que se ve que es comercializable, igual el país tiene que hacer una profunda reflexión y no jugarse todos los petates a eso. Lo considero una parte más del trabajo que hay que hacer.

-¿Por qué se va a crear un organismo independiente a Ancap para gestionar este tema?

-Hace un tiempo vino un especialista de Noruega que tuvo un rol fundamental en lo que fue el proceso noruego, que creo es ejemplar en este tema. Él hablaba de la importancia intergeneracional de cómo hay que generar otras industrias y no jugarse todo a ello, pero más allá de eso, decía que lo primero era ver si había o no petróleo. En realidad lo que hay que hacer es, en vez de ponerse a pensar en cómo, quién, y la regulación, seguir un proceso serio y ver si realmente tenemos petróleo comercializable o no. Hasta no llegar a ese punto, todo lo demás son elucubraciones. Es un camino que hemos trabajado en un equipo muy grande, sentando las bases de lo que debería ser una política nacional de hidrocarburos y lo tenemos en el horno; primero hay que ver si hay.

-La empresa Petrel Energy se trasladó de Paysandú a Salto a realizar un nuevo pozo. ¿Por qué dejar la zona donde se encontró el hidrocarburo en primera instancia?

-La empresa va a seguir el esquema que tiene planeado. No deja sus actividades en Paysandú sino que continúa con su hoja de ruta. Trabajan a su ritmo y nosotros estamos a la espera de próximos resultados.

“Tenemos en el horno una política nacional de hidrocarburos”

-¿Se puede decir que es la primera vez que hay noticias alentadoras al respecto?

-Es la primera vez que se comprueba que hay un sistema petrolero activo. Ahora hay que ver las dimensiones del reservorio y si es comercializable. Hay que hacer muchos más análisis, que es dinero que está poniendo la empresa, que es la que corre el riesgo, y que además llevan tiempo; no son análisis que se hacen en dos días. Por eso somos tan escuetos en los comunicados que sacamos en el portal de Presidencia de la República. Somos precisos y escuetos porque no hay más información.

-¿Cuánto pesa el impacto medioambiental en la toma de decisiones sobre este tema?

-Es otro de los elementos a tener en cuenta cuando se establece una política de hidrocarburos. Es muy importante adherir a las mejores prácticas de cuidado medioambiental.

-Le tocó encabezar la misión a Silicon Valley, la meca del emprendedurismo. ¿Qué experiencias se llevó de ese viaje?

-Varias cosas. Preparamos mucho la misión, y en ese sentido quiero destacar el equipo del Ministerio y de la CUTI. Insistí en que no teníamos que pensarla como “la” misión a Estados Unidos sino como una misión. Estas cosas hay que hacerlas todos los años, volver y hacer seguimiento; eso es parte de la metodología. Los objetivos eran prepararnos para iniciar caminos de futuro de cooperación que no existieran, buscar inversores para empresas pequeñas pero maduras, y avanzar con la cooperación ya existente. También insistí en que hubiera gente de la educación. Me parecía que tenían que ir empresarios, instituciones públicas, las empresas públicas, pero además gente de la educación primaria, media y universitaria. Una de las cosas que más me importó fue el ánimo de equipo que se armó, porque en la misión se pudieron hablar muchas cosas entre empresarios y la gente de la educación.

La visita a Stanford fue fabulosa, primero porque enganchamos a la Anep con la Universidad de Stanford para seguir hablando. También tuvimos reuniones en Deloitte, en Google, en Apple, Facebook, y demás. Lo bueno fue que fuimos madurando la necesidad que hay de comunicar en Uruguay la potencia de esta industria. También destacamos la importancia de enseñar fundamentos y ciencia. Otavio Good, especialista en Machine Learning, dio una charla preciosa y allí concluyó que en definitiva su trabajo es matemáticas, y que cuando se habla de matemáticas no es aritmética, hacer cuentas, no es un cuco ni son cuestiones difíciles; las hacemos a veces sin darnos cuenta, sobre todo los niños, y esa es la base para poder adaptarnos aunque cambie la tecnología.

Tuve el orgullo de ver emprendedores pequeños que mostraban emprendimientos buenísimos y que necesitan más inversión. También estuvimos con uruguayos que son parte de empresas de acá pero están trabajando allá. Entonces, tienen un pie en Silicon Valley y el otro, a veces, en el interior del país.

 -¿Qué falta para que esa industria termine de explotar?

-Falta que las familias le digan a sus hijos que, si les gusta, se metan en esta industria. No es solo una novedad o una novelería, no es solo mirar videos y estar en las redes sociales que es muy divertido, sino que hay puestos de trabajo muy dignos, bien remunerados y que no tienen techo. A su vez, permite que los jóvenes no se vayan, que trabajen en industrias de futuro sin necesidad de irse.

Los recursos humanos faltan en todas partes del mundo. En Uruguay estamos empezando a contratar personal de otros países; yo quiero que sea al revés, que de otros países nos contraten a nosotros.

Hace falta que tomemos conciencia de que es una industria importante en Uruguay, que nos apalanca de cara al futuro, que no se necesitan inversiones de capital importantes y que el gobierno, junto con las cámaras empresariales, están ofreciendo una gran cantidad de oportunidades para que los jóvenes se vuelquen a esto.

“Festejo la transparencia y la seguridad de que si algo cambia en Ancap, la población lo va a saber”

 -Luego de asumir Marta Jara la Presidencia de Ancap, presentó un balance de US$15 millones de superávit. Frente a esto, el economista y director del Centro de Economía, Sociedad y Empresa del IEEM, Ignacio Munyo, señaló que no era una cifra para celebrar dado que el ahorro de la empresa pública por la baja del precio del petróleo debía reflejar cifras mucho mayores. ¿Cómo es ahora la situación financiera del ente?

-Yo creo que los anuncios hay que analizarlos en profundidad y con todos sus componentes. A veces me parece que hay gente que no tolera las buenas noticias. Yo creo que una de las cosas más rescatables que está haciendo el Directorio de Ancap es que le está explicando a la población cada seis meses cómo viene la cosa. La presentación que hacen está hecha para no economistas, es muy clara y con total humildad, si hay una variación en el precio del barril o el tipo de cambio varía el precio.

Obviamente, festejo si Ancap tiene superávit, pero lo que más celebro es que cada seis meses le informemos a la población qué sucede y qué se puede esperar. Creo que hay que ir algún escalón más de transparencia y publicar de forma entendible para toda la población los elementos que componen el precio del combustible. Ancap tiene muy poco margen para moverse, y está atada a factores que son exógenos, como el precio del barril y el tipo de cambio. Festejo la transparencia y la seguridad de que si algo cambia en Ancap, la población lo va a saber.

Estamos trabajando con transparencia, seriedad y mucha austeridad. Tratamos de que la empresa sea lo más eficiente posible, y para eso hay que mejorar la infraestructura y reorganizar el trabajo. Debemos atacar los problemas que tenemos, hay muchos problemas en Ancap.

“Hubiera sido una importante omisión no hacer exploraciones”

 -¿Por ejemplo?

-El portland. ¿Cuál ha sido la premisa? No cerrar las operaciones, cuidar los puestos de trabajo, pero para que puedas conservar el trabajo déjame cambiar los procesos, déjame cambiar la organización del trabajo. Porque si hace años se hace lo mismo con el mismo resultado, obviamente hay que hacer las cosas de manera distinta. Hemos conversado con el Directorio de Ancap y están implementando los cambios, pero soy una gran defensora de la autonomía de las empresas públicas.

 -¿Es viable y necesario el negocio del portland para Ancap?

-Es viable, pero hay que cambiar muchas cosas.

-¿Cómo se explica que Ancap haya tenido un déficit como el que tuvo siendo una empresa monopólica?

-Porque las reglas del mercado no son lo único que determina si una empresa gana o pierde. Una empresa puede estar en competencia y le puede ir muy mal o le puede ir mal siendo monopólica. En el porcentaje del precio del litro de combustible, más de la mitad tiene que ver con precio del crudo y tipo de cambio, entonces el margen que hay para moverse es muy poco. Ahora bien, esa carga impositiva, de alguna manera, aporta a rentas generales y hay que ver lo que tiene todo el país, no quiero decir que Ancap no tenga que mejorar pero hay que ver toda la película y no la foto. Es notorio que estamos intentando mejorar en muchos aspectos.

-En el otro extremo de lo que sucedió con Ancap, tenemos a Antel que ha cambiado su modelo de negocios, lo que repercutió en un importante crecimiento. ¿Es el ejemplo a seguir?

-Cada empresa es un mundo. A partir de 2010 cambiamos sustancialmente el modelo de negocios de Antel. Pasó de vender conexión a vender banda ancha, cambió su plataforma de productos e incluyó productos sociales e innovadores en el mundo, como Universal Hogares. Fuimos ambiciosos con el cable submarino, una inversión que estaba cantada porque la empresa gastaba millones en conectividad internacional. Eso lo logramos porque teníamos marcado un rumbo en ese sentido. Yo entendía que había que cambiar el modelo, pero no lo hice sola, se trabajó en equipo y, sobre todo, se le dio la posibilidad a las diferentes áreas de Antel de equivocarse. Como presidenta, cuando encaraban cosas nuevas les dije que podían equivocarse, yo los iba a respaldar pero siempre y cuando tuviéramos comunicación Eso es lo que se trata de hacer ahora en Ancap. A veces no se trata de tener la solución final de la ecuación, sino de tratar juntos de resolverla.

-El presidente de la República, Tabaré Vázquez, dijo en Nueva York que se está trabajando en bajar la tarifa del combustible y la eléctrica. ¿Qué cifras y plazos manejan?

-Hacemos revisiones semestrales dentro del Ministerio. Yo pienso que tenemos que encontrar la forma de que el cambio de matriz energética redunde en un beneficio para los hogares, estoy convencida.

-¿Por qué no se hace al día de hoy?

-Hay que trabajarlo más. Lo hemos trabajado en la interna del Ministerio pero nos falta compartirlo con el resto del equipo de gobierno. En todo el gobierno hay esa preocupación, las cosas tienen su tiempo pero estoy segura de que con el equipo de gobierno encararemos pronto este tema.

Tenemos varias ideas. No es que si llueve más te cobro menos, pero esa es la idea central.

-En la Cámara de Industrias del Uruguay (CIU) manejan proyecciones de crecimiento nulo para lo que queda del año y principios de 2018. ¿Cómo se ve desde el Ministerio?

-Trabajamos mucho con la Cámara de Industrias. Cada tanto tiempo yo voy a la CIU y recibo allí a varias empresas. Nosotros también tenemos un equipo que analiza datos e intercambiamos mucha información con la Cámara y hemos visto que el núcleo duro de la industria, sacando la refinería o las pasteras, ha venido creciendo. Vemos una recuperación que lo explicamos en un cambio en la matriz de producción; no se está produciendo lo mismo. La industria química, por ejemplo, duplicó su producción en los últimos 10 años. Hay otras que tienen problemas y las tenemos que apoyar, como la de autopartes. En este caso, por ejemplo, desde el Ministerio hemos elevado el decreto al Poder Ejecutivo para que se gatille la cláusula de revisión del acuerdo con Brasil porque estamos en un franco desequilibrio.

Vemos que la industria tiene desafíos. Hubo un golpe, sobre todo a principios de 2015, se recuperó y se estabilizó, y por los números da la sensación de que esa recuperación se va a mantener. Lo que me preocupa es que esa recuperación no se traduce en puestos de trabajo. Mi principal preocupación es la pérdida de puestos de trabajo que hubo y que tenemos que recuperar. Por eso estamos insistiendo tanto con nuevas industrias y nuevas formas de producir. Si nosotros pensamos que produciendo lo mismo vamos a recuperar puestos de trabajo, las cifras nos demuestran que no es así.

El índice de volumen físico de la producción está aumentando y los puestos de trabajo no; por eso insisto con las nuevas cosas. Hay que apoyar a las industrias que son base, a su vez, de otras industrias y que requieren puestos de trabajo mejor remunerados, como la química, la farmacéutica o la automotriz.

-¿Cuántos puestos de trabajo se han perdido de 2015 a la fecha?

-Se han perdido 16.000 puestos de trabajo en la industria, lo que para mí es un número preocupante.

-¿Tiene que preocupar la automatización de los empleos a raíz de la tecnología?

-Nos tiene que ocupar. El tema de la robotización no está en un futuro de ciencia ficción, está ahora. Nos ofrece una enorme oportunidad en la industria de la robótica y los jóvenes de Uruguay están preparados. También nos tiene que llevar a la excelencia, porque en este mundo cualquier cosa que hagamos lo tenemos que hacer muy bien, por ejemplo en la calidad de servicio.

Tenemos que trabajarlo en el turismo y sé que la ministra Kechichian lo está haciendo, pero hay que trabajar mucho en la formación para mejorar la calidad de servicio. La gente tiene que querer trabajar con Uruguay porque las cosas salen bien.

 -¿Cómo está el país en competitividad?

-Hay que mejorar la productividad y generar industrias que puedan ser más competitivas, basándose más en conocimiento que en volumen.

Hay que hacer mucho trabajo de sentido común, abatir la burocracia.

-¿Qué opina de los TLC?

-A mí me parece que en este mundo complicado, sin olvidar el barrio en el que vivimos hay que analizar cada tratado como un tema aparte. Nosotros, como Ministerio, analizamos cómo era la relación previa con el país y qué cláusulas pueden afectar a las ramas industriales nacionales. Hacemos un análisis objetivo y ese es nuestro aporte al equipo de gobierno.

-En los últimos 10 meses, 99 firmas fueron a concurso de acreedores, más que en todo el 2016. ¿Preocupan estas cifras?

-No analicé cuáles fueron a concurso, no tengo analizado qué rubros están yendo a concurso. A nadie le puede hacer feliz que una empresa cierre, pero hay que hacer un esfuerzo por llevar a cabo las cosas de forma distinta y también el gobierno tiene que hacer un esfuerzo colectivo para cambiar cuestiones que faciliten más el trabajo industrial en Uruguay. Hay pendientes.


Ecosistema de celulosa

A fines de octubre, la oposición citó a jerarcas del gobierno-entre los que se encontraba Cosse- para pedir explicaciones sobre las negociaciones del país con UPM. En este marco, el senador nacionalista, Luis Lacalle Pou, afirmó que el gobierno manejaba el tema con “secretismo”.

Ante este planteo la ministra respondió: “No estamos ocultando información, estamos protegiendo los intereses del país. La negociación ha insumido muchas horas de todos los días a varios ministros. ¡Es una inversión enorme de US$ 4.000 millones! Uno no anda mostrando las cartas de la negociación porque el otro también ve lo que uno dice”.

El pasado 7 de noviembre, el gobierno firmó el acuerdo con la empresa para promover la primera fase de la construcción de la planta de celulosa.

Acerca del impacto que esta planta tendrá en la economía del Uruguay, la ministra indicó que los gobiernos frenteamplistas “han aprendido mucho en los últimos años gracias a toda la inversión que se ha instalado en el país”.

En esta línea, hizo foco en ese aprendizaje: “Ahora sabemos que hay oportunidades locales en Uruguay que no debemos dejar pasar, además de cuál va a ser el derrame en la economía local y en la regional. Hemos insistido en esos aspectos, no hemos solo hablado de aspectos puramente técnicos y referidos al negocio de la pasta de celulosa”.

Asimismo, destacó la importancia de generar un ecosistema alrededor de esa planta que cambie la actualidad de la región.

“Si hubiéramos cedido a todo lo que la empresa pedía, acordábamos en 24 horas, no en un año”, concluyó.


Sin definiciones personales

Consultada acerca de las consecuencias que el caso Sendic podría tener en los resultados electorales de 2019, la ministra Cosse prefirió llamarse a silencio. Acerca de su posible postulación como candidata a la Presidencia de la República en 2019, Cosse aseguró que este “no es momento” para definiciones personales. “El presidente de la República me asignó una enorme responsabilidad que para mí es un honor, y la estoy ejerciendo con toda mi capacidad. No creo que sea el momento de definiciones personales”, puntualizó.

En la misma línea, la ministra aseguró que para ella es un honor que el MPP se sienta representado en su figura. “Soy una más y tengo una gran responsabilidad. Trabajo mucho y no sé otra forma de llevar las cosas adelante que no sea trabajar en equipo”, añadió.

Finalmente, Cosse se explayó en torno a la relevancia de su partido político: “El Frente Amplio es mucho más que sus candidatos, es una parte importante de la historia del Uruguay, es su comité de base, sus ideas, su juventud y un desafío constante de seguir pensando qué significa ser de izquierda en el siglo XXI. Será el FA el que defina quiénes serán los indicados. Creo que el Frente Amplio tiene que trabajar en la renovación de ideas, no se debe pensar la renovación como algo exclusivamente dirigido a las personas”.