Talvi: En momentos de dificultades económicas, “un FA radicalizado y contra la pared, es peligroso”

EN PANINI’S | ESPECIAL PRECANDIDATOS

Ernesto Talvi, precandidato por Ciudadanos – Partido Colorado


Se siente preparado para gobernar, pero asegura que lo importante es estar donde la ciudadanía decida. De todas formas, advierte que si vuelve a ganar el Frente Amplio (FA) el futuro será complicado, dado que, en momentos en que se deberán tomar medidas para reducir el déficit fiscal, un FA radicalizado y sin el mismo peso de Astori, será “una aventura peligrosa”. Por otra parte, Talvi le responde a Raúl Batlle, hijo de Jorge Batlle, quien se mostró molesto con él por nombrar constantemente al expresidente para su campaña.


 El menú  El economista degustó sorrentinos rellenos de queso cuartirolo, lomito ahumado y tomillo, con crema de champignones y nueces, y para beber prefirió Coca-Cola. A la hora del postre, eligió flan casero con crema chantilly, que acompañó con café macchiato.


Por Oscar Cestau | @OCestau y Magdalena Raffo | @MaleRaffo

-¿Dónde se imagina el 1º de marzo del año que viene?

-En algún lugar en el que podamos contribuir significativamente a un cambio de rumbo indispensable e impostergable que el país precisa para revertir la decadencia, recuperar la capacidad de convivir en armonía y que nuestros jóvenes puedan soñar con un proyecto de vida afincados en el país y no con irse. O cambiamos la pisada o no tenemos futuro.

-Pero ¿dónde se ve usted?

-Donde la ciudadanía decida. Si nos toca gobernar, estamos preparados, tenemos un formidable equipo político y profesional, renovado, joven, con vocación de servicio, que está comprometido con un proyecto de cambio. Y si no nos toca gobernar no importa, vamos a representar a la ciudadanía, empujando por los cambios que el país precisa. Por eso les digo a los ciudadanos: dennos la confianza, no los vamos a defraudar.

-¿Estaría en el Parlamento?

-Por supuesto. Yo voy a ser candidato al Senado por el sector Ciudadanos. Si me toca, estaré en el Parlamento apoyando lo que espero sea una nueva coalición de gobierno entre los partidos Colorado, Nacional e Independiente, que reemplace a la que hoy nos gobierna, que en mi opinión está agotada, sin ilusión, sin ningún tipo de posibilidad de encarar los desafíos que plantea el porvenir. Si gana el FA sin mayorías parlamentarias, haré una oposición responsable, que quiere decir dar gobernabilidad a cambio de sensatez, esto es, no hacer la plancha, encarar las reformas productivas, educativas, de seguridad y medioambientales que el país tiene que hacer.

-¿Qué considera que puede aportarle al Partido Colorado (PC) en caso de ganar la interna?

-Lo que le va a aportar Ciudadanos al partido, y al sistema político, es una renovación profundamente transformadora. No es porque somos nuevos, sino porque tenemos un proyecto de país que fue construido a lo largo de 21 años de trabajo de Ceres, trabajando con equipos de gente enormemente competente, viajando por el mundo, viendo qué hicieron los países exitosos para curar las enfermedades que hoy tiene el país, la falta de empleo, la inseguridad, el fracaso educativo, la fractura social. Tenemos propuestas concretas, factibles, financiables, y un equipo político y profesional con ganas de gobernar.

-Muchas encuestadoras coinciden en que quien levantó al PC, que había sufrido una considerable caída en intención de voto, fue Sanguinetti. ¿Lo ve de la misma forma?

-No, el PC comienza a crecer cuando el Dr. Sanguinetti empieza a insinuar su vuelta a la política y cuando Ciudadanos nace a la vida política, y esto lo reconocen hoy todas las encuestadoras, es decir, que lo que le ha dado vitalidad y vigor al PC es que tiene una competencia interna muy atractiva. Yo no puedo desconocer de ninguna manera el aporte que ha hecho Sanguinetti; le reconozco el esfuerzo de haber regresado estando ya retirado de la política, porque vio al PC como lo veía Jorge Batlle cuando me vino a buscar para asumir esta responsabilidad: en peligro de extinción.

-En la entrevista que hicimos con Sanguinetti para este ciclo, afirmó en relación a usted: “Yo lo hubiera apoyado porque me parecía que era una posibilidad interesante, pero en las características del diseño que él quería, no cabía la mayoría del partido; no cabíamos”. ¿Qué responde?

-Jorge Batlle recorrió el país diciéndole a todo el mundo que se tenía que organizar para respaldar una posible candidatura. Realmente lo que hizo por mí fue extraordinario; primero, convencerme de que podía estar a la altura de este desafío, segundo, trabajar para que pudiera surgir una propuesta de renovación. Yo lo único que le dije al Dr. Sanguinetti fue que creíamos en hacer algo nuevo, que no queríamos heredar ningún aparato político preexistente, entonces construimos Ciudadanos, y a la vez también confluyó gente valiosísima que venía de Vamos Uruguay, de la 15, que era sanguinettista o de otras corrientes, o que nunca había hecho política.

Decidimos que esto iba a ser nuevo, que iba a tener su identidad propia, queríamos que quien ingresara al proyecto a representarnos políticamente tuviera compromiso con los valores y principios que pretendemos traer a la política. Es decir, nosotros no somos partidarios de meter a alguien que está a favor de las medidas prontas de seguridad y a otro que está completamente en la vereda opuesta, en aras de ampliar el abanico electoral. No quisimos armar un proyecto puramente electoral. No tengo nada que objetar a lo que dice el Dr. Sanguinetti porque tiene razón; en el proyecto que nosotros pretendíamos armar, no cabían todos, y él tomó la posta de aquellos que configuraban su viejo aparato que lo acompañó toda la vida.

-Resalta que Batlle lo fue a buscar para promover su candidatura. Sin embargo, su hijo Raúl se ha quejado públicamente de que usted nombre tanto al padre. ¿Ha hablado con él?

-No, no he hablado recientemente. El hijo de Batlle es una persona y Batlle era otra. Yo no me involucro en los temas privados que atañen a la vida de la familia. Sí hablo de Batlle como figura nacional, todos podemos hablar, es una persona pública, y hablo de lo que fue mi vínculo con él, que me pertenece a mí, y de lo cual centenas de personas –empezando por su esposa, Mercedes Menafra, que nos apoya- son testigos.

-¿Cómo empezó esa historia?

-El Dr. Batlle vino en noviembre del 2015 a Ceres a decirme: “Ernesto, usted tiene un proyecto de país, un sueño, un montón de gente capacitada a su alrededor para armar un equipazo de gobierno, una comunicación con el ciudadano común que es mejor que con las élites, un amor por el país que solo puede tener el hijo de un inmigrante agradecido. A usted le puede ir muy bien en política y yo lo vengo a invitar a que se anime a asumir esta responsabilidad porque lo necesita el partido, lo necesita el país, pero tiene que tener ganas. Si no, me levanto y me voy, pero si tiene ganas yo le enseño lo que sé”.

Después, en enero de 2016, le dije: “Jorge, arranquemos, y vamos a ver adónde llegamos”. Empezamos una relación intensísima de 10 meses en que él iba una vez por semana a verme. Hice un posgrado en política con él, y además viajó por todo el país diciéndole a quien lo quisiera escuchar: “Ahora puedo estar tranquilo porque ya tengo mi ‘pollo’, ya tengo a quien se va a hacer cargo de este asunto”. Pero miren lo divino que me dijo: “Ernesto, yo le voy a enseñar el oficio, pero usted no va a ser mi heredero, usted tiene un sueño propio, cuénteselo a los uruguayos, que lo van a acompañar. Este país precisa volver a soñar”.

Es conmovedor. ¿Por qué no voy a contar una historia tan linda, si es verdad y hay cientos de testigos a los que él les repitió todo esto? No voy a parar de hacerlo, porque yo no estaría acá si no fuera por él y es mi manera de homenajearlo. Y no olvidemos que el hijo del Dr. Batlle adhiere al senador Amorín, así que estamos compitiendo políticamente y el comentario puede tener un matiz político que claramente no se puede descartar. Yo soy un ser humano libre y, con el respeto que me merece la vida íntima y familiar del Dr. Batlle y de sus hijos, a quienes aprecio, voy a hablar de lo que viví con él porque es parte de mi vida.


Las medidas propias y una propuesta que ve con escepticismo

-¿Qué dos o tres medidas tomaría inmediatamente después de asumir si le tocara gobernar?

-Primero tenemos que poner a la economía de pie, ponerla de nuevo en marcha, generar inversión y fuentes de trabajo. Nosotros vamos a hacer una apuesta estratégica a la producción nacional, que hoy, lamentablemente, no tiene ni competitividad ni rentabilidad. Es el país más caro para producir en las Américas, el más caro para vivir, por eso las empresas están cerrando, se están achicando, y estamos perdiendo empleos. Vamos a apostar a poner en marcha el gran motor de la economía, que es el campo; vamos a transformar al Uruguay en un formidable productor de alimentos, y [que sean] ecológicamente sustentables. Esa es la otra apuesta que vamos a hacer, es decir, un país ecológico no solo en lo turístico sino en lo productivo; Uruguay Natural como marca integral.

-¿Qué riesgos visualiza si no gana el PC, si no puede llevar adelante su proyecto, o si vuelve a ganar el FA?

-La propuesta del FA la estoy viendo con mucho escepticismo. Estamos ante una situación en que tenemos que tomar medidas importantes en materia económica, y la pregunta es hacia dónde se van a tomar. Con la pérdida de peso político de Astori, al que yo llamo –más allá de matices- el capitán de la moderación o el que vacunó al FA contra los delirios kirchneristas y chavistas, ¿qué nos queda? Un FA dominado por el MPP y por el Partido Comunista, que creen que Venezuela y Cuba son democracias originales, pintorescas… no, son dictaduras, y el 80% de los uruguayos no querría vivir en un país que esté organizado como Cuba o Venezuela. Segundo, la doctrina oficial del MPP, sector dominante, es gastar y repartir plata que no se sabe de dónde sale, y nos dejaron con un agujero enorme que ahora no sabemos cómo tapar. Así que yo veo un FA radicalizándose y, en un momento en que va a haber necesidad de tomar medidas para reducir el déficit fiscal y reactivar la economía, un FA radicalizado y contra la pared yo no sé para dónde salta, es una aventura peligrosa.


“Solo el hecho de que el FA haya gobernado fue muy positivo”

-¿Qué fue lo peor y lo mejor que le dejó la izquierda en estos 15 años al país?

-Lo mejor fue que haya gobernado porque ya nadie tiene el monopolio de las bonanzas económicas ni de la honestidad. Solo el hecho de que haya gobernado me parece que fue muy positivo. Lo otro que rescato es que el FA renunció a casi todas sus reivindicaciones históricas, es decir, no dejó de pagar la deuda externa, no rompió con el Fondo Monetario, no nacionalizó la banca, no hizo la reforma agraria, sino que, con matices, gobernó dentro de los carriles más o menos previsibles del Uruguay. ¿Y qué fue lo peor que dejó? El corporativismo exacerbado que reemplazó prácticamente a la democracia representativa, la sensación de que tienen más poder las corporaciones que los representantes legítimamente electos; y 70.000 funcionarios más, una cosa delirante, que no se tradujo en mejor educación, seguridad y salud, y que puso al país en una situación financiera muy comprometida.