Ceres observó la realidad de la educación en Uruguay y sugirió aspectos fundamentales para su desarrollo y mejora

Docentes > deben atacarse problemas como su formación, titulación y salario

Dentro de los aspectos analizados por el instituto, se encuentra la necesidad de capacitación docente, horario extendido con actividades extracurriculares, y un fuerte involucramiento de los padres en el proceso de formación. Para Ceres, es fundamental generar las condiciones dentro del sistema educativo uruguayo para que se cumplan o profundicen dichas características, según se abordó en su último estudio.

La educación se volvió la protagonista de la última edición del Ceres Analiza, publicada por el ente homónimo (el Centro de Estudios de la Realidad Económica y Social). Así, el equipo detrás del informe lo tituló “una reforma impostergable”.

De esta manera, desde el comienzo del documento se destaca la relevancia del tema. “Es un problema, pero también una oportunidad; y una urgencia”, refiere el texto a la educación uruguaya. Se repasó, así, la “preocupante” historia de la tasa de egreso en el país, la cual -si bien ha mejorado en las últimas décadas en cuanto a los niveles de educación media-, se mantuvo en torno al 40% en 2019.

Este fenómeno es la contracara de las altas tasas de desvinculación, de acuerdo con el informe.

A su vez, Uruguay también presenta dificultades en comparaciones internacionales. Al observar los resultados de las pruebas PISA 2018 de los alumnos uruguayos de 15 años de edad que realizaron el test, apenas un 40% alcanzó niveles mínimos de suficiencia en las tres áreas de la prueba -matemática, ciencia y comprensión lectora-, mientras que un 0,2% llegó a niveles de excelencia. A nivel global, el promedio fue de 53% y 2,4%, respectivamente, mientras que para las economías emergentes de América Latina se situó en 28% y 0,1%.

Esta realidad, según las observaciones del Centro, conlleva una fuerte restricción para el desarrollo tanto económico como social del país. “Un mal sistema educativo se refleja en menor crecimiento económico, peores condiciones laborales y mayor pobreza”, resalta el análisis.

Asimismo, no solo se subraya que la cantidad de personas con enseñanza secundaria y terciaria completa es insuficiente entre las generaciones más jóvenes, sino que la calidad propia de la educación también es una problemática. “Y ambas se retroalimentan: más calidad lleva a más cantidad de educación, por ser percibida como más útil para la vida y el trabajo”, además de que “más calidad temprana lleva a más calidad final”, de acuerdo al documento.

Mejorar la situación

Frente a esta realidad, desde el instituto se observó que con el presupuesto designado para la Administración Nacional de Educación Pública (ANEP) para este quinquenio, de US$ 1.800 millones, “hay capacidad para avanzar en la agenda de reformas”.

Al respecto, el texto sostiene que investigadores especializados de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) analizaron los sistemas educativos que lograron mejoras significativas en las sucesivas ediciones de PISA y encontraron enormes similitudes. Estas son: la distribución de estudiantes de diferentes contextos socioeconómicos en las instituciones educativas, y no concentrados en determinados centros; la detección de dificultades y atención temprana, para corrección puntual; una capacitación de docentes que puedan afectar positivamente las expectativas de estudiantes; horario extendido con actividades extracurriculares; y un fuerte involucramiento de los padres en el proceso de formación.

Estos cinco aspectos están presentes en las propuestas de Eduy21, y Ceres consideró “fundamental” generar las condiciones dentro del sistema educativo uruguayo para que se cumplan o profundicen dichas características.

En este sentido, el Centro remarcó que “gran parte de estas reformas de la estructura de la organización del sistema educativo” fueron aprobadas en el marco de la Ley de urgente consideración (LUC). Por otro lado, la ANEP presentó el “Plan de Desarrollo Educativo 2020-2024”, donde se compromete a llevar adelante una batería de medidas y objetivos en pos de fortalecer la educación uruguaya.

Finalmente, Ceres concluye que “sin cambios profundos la mayoría de los estudiantes quedarán con escasas posibilidades de mejora social sustantiva, y el país en su conjunto sin posibilidades de mayor desarrollo futuro, lo que hace impostergable la reforma” en la materia.


Educación de educadores

En una mirada profunda, el instituto pone el foco en los docentes. Según se investigó, la cantidad de alumnos matriculados por el total de profesores en el sistema es muy similar en Uruguay al resto del mundo; no obstante, el número esconde un ausentismo docente muy elevado. Los estudiantes que concurren a centros con estos problemas superan el 60% en el país, un registro muy superior al del resto del mundo, tanto en economías avanzadas como emergentes.

Apenas la mitad de los docentes uruguayos de educación media básica están titulados. No sólo se está por debajo del promedio global (83%), sino que el dato es inferior a lo reportado en promedio por los países de América Latina (69%). Mientras tanto, los profesores con título de maestría son solo el 1% del total en Uruguay, frente a 17% en América Latina y 36% en la comparación global. Esto se asocia en gran medida con que la titulación docente en Uruguay no es de carácter universitario, lo cual limita las posibilidades de realizar estudios de postgrado.

Es así como el instituto se refirió a una variedad de investigaciones -citadas en un artículo de The Economist-, las cuales determinan que “la formación docente, si se hace bien, es efectiva”. Por lo tanto, en el informe se analiza que es necesaria dicha capacitación, “así como también un apoyo profesional y permanente a los docentes, bajo el liderazgo de mentores especializados”.

Por tanto, Ceres determinó que se debe atacar una serie de problemas en torno a los funcionarios de la educación. Se debe definir qué conocimientos y habilidades deben tener, la problemática de su titulación, y su salario.