Comercios de fronteras sufren pérdidas millonarias mensuales debido a compras en países vecinos

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Es una realidad histórica que padecen los comerciantes de las fronteras: todos los meses, miles de uruguayos cruzan a los países limítrofes para abastecerse de alimentos y productos de todo tipo a un precio mucho menor al que pagarían si los compraran en el territorio nacional. Para paliar la situación, empresarios comerciales e industriales proponen una política de fronteras acorde, que permita retener el dinero en Uruguay y así generar empleo. A su vez, recientemente surgieron iniciativas en el sistema político que persiguen el mismo objetivo.

Por Magdalena Raffo | @MaleRaffo

La irrupción de la pandemia del Covid-19 en Uruguay agravó esta problemática en los departamentos limítrofes con Brasil, pero no así en los que limitan con Argentina. Mientras que los primeros sufrieron la clausura de negocios que no pudieron hacer frente a la nueva realidad económica, los segundos se vieron beneficiados por el cierre de los puentes con el país vecino.

Fue así que, por primera vez en la historia, en Paysandú y Salto pudieron medir a ciencia cierta lo que genera contener el consumo que solía irse hacia Argentina.

Desde marzo, en el litoral se multiplicaron las ventas de alimentos y productos de higiene personal y doméstica. Según dijo a CRÓNICAS el dirigente del Centro Comercial e Industrial de Paysandú, Juan Della Corte, hubo algunos números llamativos, como las bebidas alcohólicas, los jugos en polvo o los jabones, cuyas ventas se incrementaron un 2.000% o hasta 3.000%.

Ese impacto lo vienen monitoreando desde marzo a través de distribuidores locales que trabajan con entre 600 y 1.000 puntos en cada departamento, es decir, almacenes, farmacias, autoservicios y supermercados.

De todas maneras, de a poco ha ido bajando ese aumento, por dos factores, explicó Della Corte. Primero, debido a la reducida capacidad de compra de las familias, causada por el desempleo que se ha producido, y segundo, porque empezó a aparecer contrabando.

“El incentivo que tiene el contrabando es enorme, porque la diferencia de precios es tan grande, que de alguna forma u otra las cosas empiezan a pasar. Las fronteras son permeables, siempre lo fueron; incluso en un cierre de fronteras la mercadería transita”, agregó.

Pese a que en términos generales los comerciantes se vieron beneficiados tras el cierre de los puentes, la crisis sanitaria ha afectado a los departamentos en otros rubros –como ha sucedido a lo largo y ancho del país- que están totalmente parados.

Dada esta situación, lo que preocupa a los empresarios es qué va a suceder cuando se abran las fronteras. “En el momento que eso pase, no queda nadie de este lado”, graficó Carlos Delfino, presidente de la Confederación Empresarial del Uruguay (CEDU), entrevistado por CRÓNICAS. Esto se debe a la “abismal” diferencia de precios, ya que en las ciudades argentinas a las que los uruguayos solían ir a comprar en forma diaria, los productos se consiguen a un 30% de lo que cuestan en suelo nacional.

“Lo veníamos diciendo hace años, pero al cerrar la frontera se notó realmente la plata que se iba para el otro lado, que es mucha y que no se recupera nada”, puntualizó.

El caso de los departamentos contiguos a Brasil es diferente. Al tratarse de ciudades binacionales, la gente sigue comprando del otro lado. A esto se le suma que el real, en lo que va de la pandemia, se ha devaluado un 20% o más, lo que significa que los productos están al menos un 20% más baratos de lo que estaban en marzo.

Solo en Artigas, se estima que son más de cinco millones de dólares los que se van mensualmente por la fuga de consumidores a Quaraí, tal como informó a CRÓNICAS el presidente del Centro Comercial e Industrial del departamento, Juan Brum. Además, los supermercados de esa ciudad brasileña ofrecen la entrega a domicilio de productos hasta el territorio uruguayo, por lo cual no es ni necesario que la persona concurra al lugar a comprar.

Esta realidad ha implicado el cierre de negocios, mientras que otros están subsistiendo, esperando una solución.

De acuerdo con el empresario, el hecho de que se vaya tanto dinero hacia el país vecino hace que aumente la pérdida de puestos de trabajo en el norte de Uruguay y, en consecuencia, el informalismo.

Lo que proponen los empresarios

Previo a las elecciones nacionales de 2019, representantes de CEDU presentaron propuestas a los candidatos de todos los partidos para elaborar una política de fronteras que ayude a paliar esta situación. Es algo que vienen planteando desde hace muchos años a los gobiernos de turno, y esperan que en este período se puedan alcanzar consensos en ese sentido.

La temática, a su vez, estaba presente en tres programas de gobierno: el del Partido Nacional (PN), el del Partido Colorado (PC) y el de Cabildo Abierto (CA).

Delfino comentó que lo que el sector empresarial pretende es que se establezca una ley de políticas de fronteras que sea permanente y, en lo posible, que se haga antes de que se abran los puentes con Argentina.

“Lo que nosotros le decimos al gobierno es que todos esos millones de dólares que se van tanto a Brasil como a Argentina, es plata que el Estado no recauda. Pedimos una resignación fiscal en algunos productos en las fronteras, de IVA o Imesi, para que los precios estén más baratos y así el Estado pueda recuperar algo de todo lo que hoy se pierde”, argumentó.

Esta exoneración impositiva que se solicita va en la línea de la resolución del gobierno anterior, que en 2008 dispuso la devolución del Imesi a la venta de nafta en estaciones de servicio fronterizas, como una forma de defender a los comerciantes uruguayos.

“Tendría que haber un monitoreo de los precios establecidos, como se hace con el combustible, que cuando pasan de un cierto monto, se aplica la rebaja del lado uruguayo para las ciudades limítrofes”, indicó Delfino.

Solo en Artigas, se estima que son más de cinco millones de dólares los que se van mensualmente por la fuga de consumidores a Quaraí, tal como informó el presidente del Centro Comercial e Industrial del departamento, Juan Brum.

Desde el Centro Comercial de Paysandú, además de monitorear la evolución de las ventas desde que arribó el nuevo coronavirus al país, han empezado a tocar puertas en el gobierno y se han reunido con autoridades de los distintos ministerios, a fin de lograr una política de frontera.

Lo que se busca, según Della Corte, es un plan de incentivos para que departamentos como Paysandú, Salto, Artigas y Rivera, puedan ser competitivos con Argentina y Brasil. “Los costos asociados a producir o a trabajar de este lado y el volumen de nuestro mercado hacen que no podamos competir, y lo más importante es que esto se traduce en un mayor desempleo”, lamentó.

Dijo también que los números del Instituto Nacional de Estadística de 2019 indican que estos departamentos son los que tienen más trabajo informal, más desempleo y más necesidades básicas insatisfechas en relación al resto del territorio nacional.

En la misma línea, Brum consideró que una política que apunte a regularizar los comercios informales, produciría una cantidad de mano de obra y haría que viniera gente a invertir en comercios en frontera, con un respaldo para poder trabajar y competir. Por ello, lo fundamental no es solo reactivar el comercio en esas zonas, sino abatir la informalidad.

Como parte de las medidas se plantea la conformación de un organismo de vigilancia y control de precios, regulando de acuerdo a las diferencias que haya en el precio de los productos uruguayos con respecto a los de Brasil y Argentina, y al efecto cambiario.

Para el presidente del Centro Comercial de Artigas, “la intención es hacer una regulación parecida a la que existe hoy con las naftas, para equiparar los precios”. Si bien cree que la exoneración del IVA en algunos productos sería una medida posible, entiende que es mejor tener un observatorio en el cual se traten de equilibrar las posibilidades del comercio, a nivel integral.


Las alternativas que plantea Cabildo Abierto para retener el consumo

El 30 de julio, CA presentó un proyecto de ley con el objetivo de brindar soluciones a esta problemática permanente en el litoral y el norte del país. El mismo tiene como objetivos retener el consumo y evitar nuevos recortes de personal y cierres de empresas.

Además, busca, entre otros fines, impulsar el desarrollo socioeconómico de las ciudades de frontera, crear empleos, reducir la pobreza y garantizar la formalización de la actividad comercial.

Consultado por CRÓNICAS al respecto, el senador de la fuerza política, Raúl Lozano, explicó que la iniciativa apunta a la devolución de impuestos como el Imesi y el IVA en algunos productos para las micro, pequeñas y medianas empresas que estén dentro de la zona de frontera.

Se trata, fundamentalmente, de alimentos, bebidas que no sean alcohólicas, ropa, calzado, artesanías, electrodomésticos y demás.

Según se desprende del articulado, la devolución se haría “de acuerdo a un porcentaje a determinar, a través del consumidor final, por medio de tarjetas emitidas para este propósito. El cliente podrá pagar con cualquier medio electrónico o efectivo. La devolución de los impuestos será para los clientes y se transferirá a los comercios, a través de retenciones”.

Alternativamente, se plantea la reducción del IVA en productos de la canasta básica, en el entendido de que “los impactos en la recaudación tributaria y los equilibrios fiscales se compensarían con el incremento futuro de ventas generado por la ganancia en competitividad del comercio local, una vez reducida la actual brecha de precios con los países limítrofes. A ello debe agregarse la mayor recaudación esperable de otros tributos, tales como impuestos directos (IRAE, IP, IRPF), contribuciones y tasas”.

El legislador aseveró que se pretende llevar una cierta equidad entre los productos uruguayos y los de fronteras y reactivar el comercio tanto a nivel local como nacional, dado que, “si la población de toda esa zona empieza a requerir nuestros productos en vez de comprarlos en los países vecinos, nuestra industria va a mejorar”.

Añadió que la creación de fuentes de trabajo en esas regiones vendría de la mano con la puesta en práctica de dichas medidas, y que la propuesta presentada meses atrás es “oportuna” dada la situación económica que atraviesa actualmente el país.

A su vez, dijo que el proyecto está “encaminado”, que se han reunido con personas involucradas con el tema, aunque todavía no se ha votado en la Comisión de Hacienda –donde se encuentra al momento- ni en las cámaras.


El planteo del Partido Colorado al Ministerio de Economía

Esta semana, el diputado (s) del PC, Hugo Cámara, presentó una propuesta al Ministerio de Economía y Finanzas para exonerar de IVA a algunos productos de la canasta básica alimenticia y de higiene personal y doméstica en la zona fronteriza, puesto que existe una diferencia “sustancial” entre los precios de Uruguay y los de Brasil y Argentina.

En diálogo con CRÓNICAS, el representante colorado expresó que el planteo surge en este momento por el agravamiento de la realidad de los centros comerciales tras la pandemia y la histórica fuga de consumidores hacia los países vecinos.

En principio, el parlamentario propone implementar esta medida por un plazo de seis meses, con el fin de que se pruebe y se pueda constatar la cantidad de dinero que se va hacia afuera del territorio uruguayo.

“Nosotros estimamos que, pese a esa renuncia fiscal, el Estado va a recaudar más por vía de otros impuestos, inclusive, combatiendo el contrabando”, remarcó, y puso énfasis en la necesidad de otorgar incentivos a los comercios de fronteras para repuntar sus ventas.

Delfino coincidió con el diputado, aunque resaltó que debería hacerse una política permanente y no solo por la pandemia. Asimismo, dijo que hay productos que por más que sean exonerados de impuestos, esa nunca será una medida suficiente para poder competir con Argentina o Brasil, por lo cual se tendría que complementar con otras disposiciones.


Asociación de Free Shops aguarda medida del Ejecutivo para vender a uruguayos

Desde hace varios años, los comerciantes de los free shops vienen solicitando a las autoridades nacionales que se les otorgue a los uruguayos el beneficio que tienen actualmente los extranjeros de comprar hasta 300 dólares en dichos centros comerciales.

El pasado miércoles, la Asociación de Free Shops del Chuy, la Cámara de Empresarios de Free Shops y la Asociación de Free Shops de Rivera fueron recibidas por la Comisión de Hacienda de la Cámara de Diputados. El objetivo fue plantearles formalmente esa propuesta.

De acuerdo con lo expresado a CRÓNICAS por Alejandro Couto, vocero de la Asociación de Free Shops, la actividad de este rubro se ha visto disminuida con el paso de los años debido a la crisis en Argentina y a las dificultades económicas en Brasil.

A esto se le sumó la pandemia, que complejizó bastante la situación, puesto que, como su principal cliente es el turista extranjero, al estar las fronteras cerradas no tienen a quién venderle los productos. Es por ello que la única manera de poder seguir funcionando y manteniendo las fuentes de trabajo es que se permita el consumo de los uruguayos en los free shops.

Couto sostuvo que los legisladores que los recibieron estaban en conocimiento de esta realidad y fueron muy receptivos. De hecho, de inmediato hicieron una minuta para presentar en la Cámara de Diputados, la cual fue aprobada y enviada al Poder Ejecutivo para que se tomen medidas para la subsistencia del sector.