“El 2023 comienza con señales mixtas a nivel de actividad”, según Ceres

Indicadores sectoriales tuvieron comportamientos heterogéneos

Si bien los últimos datos del 2022 mostraron señales de enfriamiento, el indicador adelantado de actividad del Centro para la Realidad Económica y Social (Ceres) cortó su racha negativa en el primer bimestre de 2023. No obstante, se destaca que el arranque del año fue con “señales mixtas”, debido, por un lado, al impacto negativo de la sequía, pero por el otro, la incidencia positiva de la temporada turística.

El Índice Líder de Ceres (ILC), que busca anticipar el comportamiento de la economía, registró en febrero un crecimiento de 0,3%, acumulando su segundo aumento consecutivo, según destaca el instituto en su informe. Sin embargo, advierte que “para que se consolide una tendencia de crecimiento al comienzo del año es necesario esperar al próximo registro para completar tres observaciones con igual signo”.

El ILC es un indicador adelantado del nivel de actividad que se utiliza para predecir cambios en el ciclo económico. Si bien no permite realizar proyecciones cuantitativas sobre los niveles de la actividad económica, está diseñado para dar señales sobre el signo de la evolución de la actividad económica general.

En 2022 la economía habría cerrado con un crecimiento cercano al 5%, según concuerdan las diversas estimaciones oficiales y privadas, continuando así con el crecimiento de 4,4% que se dio en 2021. No obstante, se destaca que la elevada tasa del 2022 se debió al resultado de la primera mitad del año, y por el contrario, en el segundo semestre se dio un estancamiento de la actividad, que tuvo su reflejo en el ILC, destaca Ceres.

Asimismo, se subraya que el ILC ha sido efectivo para anticipar los cambios de ciclo, así como la salida de la caída por la pandemia, con un aumento de actividad de cuatro meses seguidos (julio a octubre 2020). Luego, registró oscilaciones entre noviembre de 2020 y marzo de 2021, y comenzó una nueva fase alcista a partir de abril.

Los últimos datos del 2022 dieron una señal de posible enfriamiento de la actividad, pero el ILC primero de enero, y luego de febrero, cortó la racha negativa.

De cal y de arena

En línea con lo que muestra el ILC, el Índice de Difusión (que mide la proporción de variables del indicador que registraron un comportamiento positivo) se ubicó en febrero en 60%, lo que indica que más de la mitad de las variables que integran el Índice crecieron en el mes.

“El 2023 comienza con señales mixtas a nivel de actividad: por un lado, una temporada turística que mostró registros significativamente mejores que las dos temporadas de verano anteriores afectadas por la emergencia sanitaria; y por otro, la sequía histórica que atraviesa el sector agropecuario”, describe el informe elaborado por Ceres.

A propósito de la sequía, el instituto recuerda que la falta de lluvias llevó al gobierno a revisar a la baja sus estimaciones oficiales de crecimiento para el año en curso. Mientras en junio de 2022 se proyectaba un crecimiento de 3% en 2023, la última estimación divulgada a comienzos de febrero augura una expansión del producto de 2%.

Sectorial

El informe elaborado por Ceres señala que al analizar la evolución de los indicadores sectoriales se observaron diversos comportamientos. Por un lado, los efectos negativos de la sequía y un tipo de cambio real históricamente bajo se acentúan en el agro. No obstante, la faena repuntó en febrero y los precios internacionales se incrementaron debido a una mayor demanda y menor oferta.

En cuanto al turismo, se destacan los buenos registros de la presente temporada turística, aclarando que es la primera que se desarrolló sin restricciones sanitarias.

Por su parte, la producción industrial creció en diciembre, medida en términos desestacionalizados respecto al mes anterior, mientras que la construcción sigue mostrando firmeza tanto en obras grandes como en el sector viviendas.

En cuanto a la recaudación IVA  por parte de la Dirección General Impositiva (DGI), se destaca el crecimiento registrado en diciembre respecto al mes anterior, pero se advierte una caída de la misma en términos interanuales.

El consumo de energía eléctrica creció en diciembre en relación a un año atrás, en industria y en residencias; en tanto las ventas de gasoil y de nafta aumentaron en enero contra diciembre, medidas en términos desestacionalizados.

El movimiento de ómnibus en Tres Cruces fue superior en enero respecto a diciembre, y las ventas de boletos en la zona metropolitana fue mayor en diciembre que en noviembre, en ambos casos medidos en términos desestacionalizados. Sin embargo, el movimiento en rutas (por peajes) disminuyó en enero contra diciembre.