El pasivo de Conexión Ganadera, según se anunció en enero, se estimaba en el entorno de los US$ 400 millones. Sin embargo, en el preludio de que el síndico presente el inventario de activos y pasivos de la empresa, se espera que se reduzca a la mitad, lo que aumentaría la posibilidad de cobro de los acreedores, confirmaron a CRÓNICAS fuentes cercanas al caso. El pasivo que se presentará se estima que ronde los US$ 200 millones y el activo total de la empresa se reduciría en 80.000 cabezas de ganado, valuadas en US$ 80 millones.
Por Mateo Castells | @teocastells
El próximo sábado 24 de mayo vencerá el plazo de 30 días para que el síndico del caso Conexión Ganadera presente en el juzgado la situación del pasivo y activo de la empresa. Sin embargo, una vez concluido el período luego de que los inversores damnificados presentaran la verificación de sus créditos el pasado 24 de abril, existe una alta probabilidad de que se solicite una prórroga por parte del síndico, dada la cantidad de información que se debe procesar, confirmaron a CRÓNICAS fuentes cercanas al caso. Según establece la ley, el síndico puede pedir una prórroga si existe una razón fundada.
Si el síndico no pide prórroga, el próximo lunes presentará un escrito con el listado de todos los acreedores que lograron verificar sus créditos y un inventario de los activos que tienen las empresas concursadas -Conexión Ganadera y Hernandarias-.
De ese resumen se dilucidará si el pasivo ronda los US$ 400 millones, tal como trascendió en enero de este año, o si la cifra es menor. Fuentes allegadas al concurso confirmaron a CRÓNICAS que es de esperar que el número final del pasivo sea menor y que ronde los US$ 200 millones. De ser así, las probabilidades de cobro por parte de los acreedores se duplicarían. Esta disminución en el pasivo se debe a inversores que dieron su dinero por perdido, personas que no pudieron verificar sus fondos porque realizaron arreglos sin contratos con los directores de la empresa o damnificados que invirtieron poco dinero y decidieron no gastar en un proceso penal. En definitiva, el pasivo verificado es el que tomará trascendencia, porque será el número que se utilizará para el reparto una vez avanzado el caso.
El activo de la empresa y un problema
Cuando a principios de este año se presentaron los números de la empresa, se habló de un activo de US$ 150 millones. Sin embargo, según pudo saber CRÓNICAS, el activo que presentará el síndico de ambas empresas ronda los 80.000 animales, valuados en US$ 80 millones aproximadamente.
Varios de esos animales están registrados en la División de Contralor de Semovientes (Dicose) en el Sistema Nacional de Información Ganadera (SNIG) del Ministerio de Ganadería a nombre de una parte de la masa total de acreedores. Al respecto, el abogado representante de un grupo de damnificados, Juan Pablo Decia, explicó a CRÓNICAS que el punto de debate estará en si el síndico decide si esos animales son de los inversores que los tienen registrados en el SNIG o si, por el contrario, dada la naturaleza de los contratos que se firmaron y que parte de ese ganado no tiene la marca de su inversor -porque la propiedad del ganado se prueba con la inscripción en el SNIG y con la marca en el cuero de su dueño-, ingresarán como un bien común de la empresa concursada.
“Aparentemente, la definición que tomaría el síndico sería que esos animales ingresaran como un bien común de la empresa concursada, lo que beneficiaría a todos los acreedores de igual manera”, aclaró Decia.
De ser así, se generaría una impugnación del inventario que el síndico establezca, entre los inversores que tenían la modalidad de inversión de pool y de bono ganadero, que son aquellos quienes tienen ganado inscripto en Dicose, pero que no están marcados.
En definitiva, según explicó el entrevistado, la falta de registro de la marca en algunos casos, sumada a la naturaleza de los contratos firmados, hacen que exista una duda “razonable” acerca de la titularidad del ganado, que ameritaría llegar a lo que el abogado denominó como el “camino del medio”.
“El camino del medio es reconocer a algunas personas un porcentaje de su ganado como propio y que el otro porcentaje se integre al del resto de acreedores. En eso se va a trabajar luego de que el síndico se pronuncie”, concluyó el abogado.
De esta forma, se les reconocería un privilegio a aquellos acreedores que invirtieron en la modalidad de pool y bono ganadero, que son quienes tienen sus animales registrados en Dicose.
El apartado penal
En cuanto al decomiso de bienes de los administradores de la empresa concursada que hoy no estén declarados ni alcanzados por el concurso, se puede, mediante el proceso penal, embargar determinados bienes mediante la Ley de Lavado de Activos.
Esto es así porque, según lo establece la mencionada normativa, la estafa y la apropiación indebida -delitos de los que se acusa en este caso a los responsables- son precedentes al lavado de activos y los bienes decomisados deben ir a la Junta Nacional de Drogas (JND).
Esto, según dijeron a CRÓNICAS distintos abogados de inversores, sería un problema, porque ese dinero no iría a parar a manos de los acreedores. Sin embargo, explicaron que existe un salvoconducto que la propia ley establece, de que en determinadas ocasiones no vayan directamente a la JND.