Lucía Etcheverry, ministra de Transporte y Obras Públicas
La infraestructura vial y ferroviaria se ha robustecido en los últimos años, pero es necesario potenciar otras áreas del transporte. La tecnología presenta múltiples oportunidades para optimizar el mantenimiento, el tránsito y la logística. La mejora de la movilidad metropolitana será una de las prioridades en este quinquenio.
¿Cuáles han sido los hitos más importantes en materia de infraestructura de los últimos 15 años?
Son muchos los cambios que ha vivido el país en materia de infraestructura y que dan pie a nuevos desarrollos. Por decir algunos, desde 2005 a la fecha el país ha venido invirtiendo de manera incremental para mejorar la infraestructura vial. Uruguay tiene una densidad enorme en infraestructura vial, pero el desafío mayor es mantener la inversión y los niveles de servicio de esa infraestructura.
Por otra parte, contamos con una infraestructura ferroviaria que ha provocado un cambio que no se vivía desde hace mucho tiempo. Esa infraestructura ferroviaria debe poder complementarse con otra carga para avanzar en desarrollos concretos de intermodalidad. Hoy tenemos la posibilidad de aprovechar esta infraestructura ferroviaria para captar más cargas desde otros lugares, para que se complemente con el transporte carretero. Y a su vez, que eso se conecte y alimente el desarrollo de las plataformas portuarias.
¿Cómo analiza la realidad actual de la infraestructura del transporte y la obra pública del país?
En estas semanas estamos recorriendo todos los departamentos del país para conocer de primera mano las inquietudes y necesidades, hablando con la gente y viendo los avances y también los inconvenientes que se presentan en cada territorio, sobre todo evaluando qué queda por hacer para adelante con los recursos que tendremos.
Al asumir encontramos un Ministerio que estaba haciendo obras, fundamentalmente, de vialidad. Ese fue claramente el foco de la pasada administración, pero se hizo en detrimento de otras competencias que tiene la cartera. Por ejemplo, la Dirección Nacional de Transporte debe retomar su rol regulador. También debe hacerse una planificación de las obras públicas y convenios sociales de la Dirección Nacional de Arquitectura que tienen un gran impacto en la vida de la gente. En este sentido, es una prioridad darle a cada dirección del Ministerio de Transporte y Obras Públicas (MTOP) el rol que debe asumir para impactar en la ciudadanía, tanto desde Transporte como Transporte Ferroviario, Hidrografía, Arquitectura y Vialidad.
En materia de vialidad, hemos definido que el MTOP tiene que recuperar el rol de la definición estratégica sobre dónde son prioritarias las obras. Una necesidad que hemos detectado y un objetivo que tenemos por realizar este quinquenio es empezar a conectar rutas. Son obras de tramos más cortos pero que comunican con las rutas principales y que, sin dudas, tienen su impacto. Cerrar una ruta secundaria que conecte rutas principales, la 3 con la 5, por ejemplo, tendrá ciertamente un gran impacto para el transporte de carga y también implica mejores condiciones de movilidad y conexión para la gente.
¿En qué medida el avance tecnológico y la irrupción de la inteligencia artificial (IA) pueden favorecer el desarrollo de la infraestructura?
Sin duda la IA puede mejorar la eficiencia en varios aspectos. Por ejemplo, pueden usarse sensores en infraestructuras como carreteras, puentes, redes eléctricas, luminarias, para la traza del transporte, para cruzar datos que permitan alertas.
En el tráfico permite una gestión más inteligente, de hecho, en la Intendencia ya se usa para detección de incidentes, cámaras con IA para detectar accidentes o vehículos detenidos. también para la optimización de rutas como lo hace la aplicación Waze, algoritmos que recomiendan rutas más rápidas para reducir el tiempo de los viajes.
A su vez, existe el uso de sensores y visión artificial que detectan grietas, baches y desgastes de carreteras y puentes que permitan un análisis predictivo para detectar cuando se necesita mantenimiento, reduciendo costos y previniendo fallas que pueden causar accidentes.
Por otro lado, en la planificación urbana y transporte, modelos que prevén y ayudan a planificar la red de transporte público, las frecuencias.
En lo que refiere a logística y transporte de carga, para planificar las rutas de camiones, división del tráfico, la automatización de almacenamiento y de puertos, mejorando tiempos de carga y descarga, para la seguridad vial.
Sin duda representa una oportunidad para el desarrollo de la infraestructura vial y del transporte, permite una mejor planificación de las obras, mejorar la gestión en tránsito en tiempo real, la traza del transporte de carga en tiempo real, y ahí habría que aplicar la IA a todos esos datos que vas almacenando y cruzarlos de distinta manera.
Pero, más allá de la IA, si hablamos de movilidad, por ejemplo, de obras que pueden ser en superficie, aéreas o subterráneas, y que a su vez tienen su propia tecnología, también se tiene que prever que la gente tiene que estar en un horario específico en su trabajo, y hay que dar certeza de que va a llegar a la parada y que en dos minutos va a pasar el transporte que lo trasladará en 25 minutos a su trabajo; eso no lo resuelven las obras o la tecnología solamente, lo resuelve una mirada de todo el sistema, tener claro cuáles son los problemas y cómo se solucionan.
¿Qué expectativas tiene para el segundo semestre en materia de gestión?
Seguir apostando al gobierno de cercanía; este Ministerio tiene como prioridad trabajar en contacto y en consulta con todos los actores, marcando presencia en todos los departamentos. Ya venimos recorriendo el país con todos los directores para conocernos con los funcionarios, nos reunimos con los gobiernos locales y con los legisladores departamentales de todos los partidos políticos, organizaciones sociales y empresas de cada departamento.
La cartera inicia también la gestión con un fuerte compromiso con la eficiencia, innovación y transparencia.
Ya estamos trabajando hace tiempo en el cambio en la movilidad del transporte metropolitano, que es una de las prioridades definidas por el presidente Yamandú Orsi para este quinquenio. El MTOP asume un rol de regulador de política pública tanto para el transporte de carga como de pasajeros a nivel nacional. Para eso hay una serie de decisiones que se vienen tomando.
Existe un consenso de todos los actores con distintos grados de responsabilidad en la movilidad metropolitana en que hay que cambiar esta situación porque ya no da para más. Además, ese cambio no se sustenta solamente con obras o con tecnología. Hay que trabajar en tres aspectos fundamentales: la regulación, la gobernanza y la sostenibilidad económico-financiera.
Por otra parte, la inversión en infraestructura ferroviaria tiene capacidades para aumentar todavía más la carga, y el sector privado está presentando propuestas concretas para ser operador de esas vías. Ese es un camino que ya empezamos a recorrer y que vamos a desarrollar en este período.
Nosotros trabajamos para que el Estado recupere y fortalezca su visión estratégica, y que en virtud de esa visión plantee dónde están las áreas prioritarias de inversión. Con esa visión se están elaborando cada uno de los planes de las diferentes áreas del MTOP.