Con una mesa redonda de alto nivel y una convocatoria que desbordó la sala, la Universidad de la Empresa (UDE) presentó el nuevo Instituto del Trabajo y Relaciones Laborales. Bajo el lema “El futuro del trabajo”, referentes del gobierno, el sector empresarial, los trabajadores y la academia debatieron sobre los desafíos que plantea la transformación tecnológica, la necesidad de capacitación continua y el rol del diálogo social como herramienta clave para un desarrollo sostenible.
La sala de conferencias del Radisson Victoria Plaza se colmó el pasado miércoles 6 de agosto para el lanzamiento del Instituto del Trabajo y Relaciones Laborales de la UDE. Con la presencia del presidente de la República, Yamandú Orsi, y figuras del más alto nivel del mundo laboral, el evento marcó el inicio de un espacio que buscará aportar reflexión, investigación, formación y asesoramiento en torno a la cambiante realidad del empleo en Uruguay y el mundo.
El seminario “El futuro del trabajo” convocó a los actores del diálogo tripartito: el ministro de Trabajo, Juan Castillo; el presidente del PIT-CNT, Marcelo Abdala; y el presidente de la Confederación de Cámaras Empresariales (CCE), Leonardo Loureiro. También participaron la presidenta de la Academia Nacional de Economía, María Dolores Benavente, y el exministro de Trabajo, Mario Arizti, junto al mensaje virtual del director regional adjunto de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) para América Latina y el Caribe, Fabio Bertranou.
Un nuevo instituto con vocación pública
En diálogo con CRÓNICAS, el director del instituto, Pablo Mieres, señaló que su creación responde a una necesidad de comprender los profundos cambios que atraviesa el mundo del trabajo. “Nuestra idea es que esto sea el punto de partida para un instituto que busca colaborar en la reflexión, en la formación de especialistas, actividades académicas que se van a seguir realizando a partir de ahora”.
En ese marco, anunció futuros seminarios sobre temas clave como la ronda de Consejos de Salarios o la relación entre empleo, salario y productividad. “Decidimos lanzar este instituto con una mesa sobre el futuro del trabajo porque se trata de un tema crucial, lleno de incertidumbre y de enorme actualidad”, sostuvo.
Un cambio de era
El ingeniero Leonardo Loureiro señaló que “no estamos solo ante nuevas tecnologías, sino frente a una transformación civilizatoria”. Subrayó la necesidad de preparar a Uruguay para una ola de disrupciones aún más profundas y mencionó que “la inteligencia artificial puede ser apenas la punta del iceberg”.
El ejecutivo propuso pensar en una “sociedad intensiva en aprendizaje” y destacó que más del 70% de los nuevos empleos estarán ligados a tecnologías emergentes. “En un mundo caracterizado por el cambio continuo, el aprendizaje permanente se convierte en una capacidad esencial”, afirmó.
Educación, tecnología y empleo de calidad
Marcelo Abdala advirtió que el trabajo sigue siendo una constante antropológica y que, pese a los cambios tecnológicos, “el optimismo se construye socialmente. Depende de nosotros su realización”. Señaló que la revolución tecnológica transforma el empleo, pero no lo elimina, y que las decisiones colectivas marcarán si el rumbo será de progreso o de retroceso social.
Desde su visión sindical, cuestionó la estructura productiva actual del país. “Esta matriz productiva no alcanza para sostener trabajo de calidad de manera masiva”, afirmó. Reclamó una planificación estratégica del Estado y mayor inversión en ciencia y tecnología para diversificar la economía y mejorar la inserción internacional.
El desafío de la regulación
La economista María Dolores Benavente aportó una mirada técnica al debate, repasando las leyes de oferta y demanda aplicadas al trabajo. Sostuvo que “la mejor política social es un empleo de calidad con un salario digno” y advirtió que los jóvenes y los trabajadores informales son los más afectados por errores en la regulación del mercado laboral.
En la misma línea, el exministro Mario Arizti consideró que Uruguay debe modernizar su sistema de relaciones laborales para adaptarse a los cambios en los vínculos de empleo, los horarios y las categorías laborales. “Hay que flexibilizar, y aclaro, flexibilizar no es desregular”, sostuvo. Reclamó revisar “las categorías laborales que están obsoletas” y los sistemas rígidos de horarios, y propuso avanzar hacia una legislación más adaptable: “Es mejor tener leyes flexibles de cumplimiento rígido, y no lo que está pasando ahora, que tenemos leyes rígidas de cumplimiento flexible”.
Compromiso con el trabajo decente
Desde la OIT, Fabio Bertranou saludó la creación del instituto como una señal positiva. “El mundo del trabajo sigue siendo un eje central de las sociedades justas, inclusivas y sostenibles”, declaró.
También destacó la importancia de sistemas educativos que dialoguen con las necesidades del mercado laboral, pero que a la vez formen ciudadanos críticos capaces de adaptarse e innovar. “El futuro del trabajo no está escrito. Dependerá de las decisiones que tomemos hoy, guiadas por la justicia social”, concluyó.
Un debate serio y sin ocultar ideologías
Al cierre de la jornada, el ministro de Trabajo, Juan Castillo, valoró la instancia como un espacio necesario de diálogo entre diferentes visiones. Resaltó la importancia de “generar ámbitos serios de intercambio sobre la base de nuestras concepciones e ideologías que no tenemos que esconder”. Llamó a construir una “verdad colectiva” a partir del respeto mutuo, con el objetivo común de adaptarse a los cambios del mundo laboral sin dejar a nadie atrás.