Docente en búsqueda de imposibles certezas: su repercusión en quienes la rodean y en ella misma

Memorable y sensible > ISABELLE HUPPERT

Por A. Sanjurjo Toucon

El porvenir (L’avenir). Francia / Alemania 2014. Dir. y guión:  Mia Hansen-Love. Con: Isabelle  Huppert, André Marcon, Roman Kolinka.

La profesora de filosofía, militante  política en su pasado, mantiene fluida relación con sus jóvenes alumnos; les invita a la reflexión y búsquedas existenciales, con visible preferencia por uno de ellos a causa de una vocación compartida: la filosofía.

En breve y magistral secuencia, nos enteramos que esta mujer es autora de varios libros de filosofía, de tapas tan adustas como su contenido, al tiempo que sus editores quieren imponerle tapas con impacto y un texto ligero, alejado del rigor que le caracteriza. Su indignación –que comprenderán en su dimensión real quienes hayan tratado con ciertos editores- es discutida en el hogar, con su marido, también profesor de filosofía, firmemente anclado en ideas adquiridas en su juventud. Sin condecir conceptual y formalmente con la flexibilidad de su esposa. El hijo se mostrará distante de la vocación de sus  progenitores; en cierto modo rebelándose contra estos. Rápidamente, el enjambre de personajes se ensancha con criaturas contenidas, aunque de vibrante presencia (y acertada ausencia): una madre anciana, egoísta, moribunda y solitaria, y el resquebrajamiento del vínculo conyugal. Semejante arsenal parece más que suficiente para, por lo menos, un par de culebrones televisivos.

Asumiendo el desafío, producido por tan abigarrado y melodramático material, la realizadora-guionista Mia Hansen-Love (1981) lo convierte en sobrio y eficaz drama cinematográfico. Meta alcanzada por la asepsia con que  presenta los vínculos  interpersonales, donde cada palabra adquiere  la exacta dimensión requerida por la historia, al ser  puesta en boca de espléndidos intérpretes, con muy especial destaque de Isabelle Huppert, impecable en todos los matices de su profesora. Revelando con la expresividad de su rostro todo aquello que visualmente suplanta a la palabra.

Adaptándose a la óptica de la  realizadora, la fotografía elude toda complejidad. Su presencia es visualmente sigilosa, coadyuvando a la funcional y realista sistematización de cada rubro del film.

No se puede desconocer el caudal de aspectos no presentados explícitamente, pero presentes a través de cuanto podemos suponer. El ejemplo más claro está en esa profesora de filosofía, cuya relación con su madre reviste cierto temor por parte de la primera. Obviamente viendo una réplica del camino que muy probablemente le aguarda: soledad y senilidad.

Hansen-Love parece ser aventajada dramaturga en torno a la vida cotidiana. Y no sería arriesgado hallar en sus films personajes y circunstancias reflejo de su propia existencia.

Sus abuelos, como el matrimonio eje de “El porvenir”, fueron profesores de filosofía. Estos dos matrimonios (el de sus abuelos y el de los que protagonizan el film) desempeñan tareas similares, trasluciendo –por lo menos en “El porvenir”- los celos profesionales surgidos ante los logros de su cónyuge.

Circunstancias similares a las suyas, ya que es la esposa del realizador cinematográfico Olivier Assayas, que la dirigiera en un par de títulos de su breve trayectoria como actriz.

Los vínculos familiares asoman y son centro de sus restantes películas:

– Tout est pardonne (2007) recrea la reunión de una joven y su padre, once años después  que este se entregara a las drogas  abandonando a su familia

– Le pére de mes enfants (2009), acerca de un  productor cinematográfico cuya exitosa trayectoria – (trabaja arduamente durante la semana dedicando a su familia los días de asueto) es amenazada por la quiebra.

– Un amour de jeunesse (Primer amor) (2011) toma el romance interrumpido de una chica de quince años y un muchacho de diecisiete, cuando este viaja a América. Años después él retornará, reencontrándose con ella que ha formado sólida pareja con otro hombre.

– Eden: Lost in music (2014) recrea los primeros pasos dados por un joven de los años 90 como DJ. El hermano de Mia Hansen-Love fue un famoso DJ.

Los amores truncos y dramas familiares aparecen como constante en la filmografía  de quien demuestra ser talentosa recreadora de vidas cotidianas.

Después de nosotros (L’economie du couple). Francia / Bélgica 2016. Dir.: Joachim Lafosse. Con: Bérénice Bejo, Cédric Kahn,  Marthe Keller.

Al realizador belga Joachim Lafosse (1975), le bastan unas  pocas escenas con escasos diálogos, para establecer las coordenadas de la historia: joven matrimonio, con dos hijas y quince años de casados, vive una torturante situación. Se han separado, si bien continúan durmiendo en la misma casa, lo cual no evita el constante ataque entre ambos.

Un minucioso guión, logrará el mismo poder de síntesis y convicción para diseñar a personajes secundarios, los que irrumpen coadyuvando en el  conocimiento de la pareja. Su participación ha sido minuciosamente  elaborada para contribuir, con sus palabras y con sus actos, a revelar a estos seres. Todos ellos presentados objetivamente, sin que el film tome partido. De ahí buena parte del interés que despierta esta crónica de un deterioro conyugal, cuyas motivaciones irrumpen progresivamente, asomando por entre diálogos de inocua apariencia y feroz contenido.

El guión del director Lafosse y varios colaboradores (Fanny Burdino, Mazarine Pingeot y Thomas van Zuylen), cuida al detalle que cada escena amplíe la imagen de la pareja, siempre sin juzgarlos, buscando errores compartidos.

No estamos sin embargo ante una clásica “historia” con final feliz o sin él, sino frente a una vivisección de la vida de una familia, sin comienzo ni fin, asumida como un episodio, doloroso para todos, de dos seres a los que une un pasado armonioso y compartido, los hijos y las dificultades económicas. Factor, este último, emergiendo como principal escollo. Si  tuviésemos dinero no sucedería esto, parecen manifestar los personajes, y el film, aquí sí optando por tomar partido, se convierte en acusador de un materialismo capaz de derrotar la mutua comprensión.

Podrá aducirse que lo visto aquí es material susceptible de convertirse en un drama -al estilo de “Quien le teme a Virginia Woolf” (Mike Nichols, 1966) o más cerca en el tiempo y en estilo  a “Escenas de la vida conyugal” (Bergman, 1973)-, o bien un vulgar melodrama. Y es cierto, todo depende del tratamiento a dar a los personajes, a la historia y no menos importante a la existencia del componente audiovisual. Componentes que en manos de Lafosse se articulan dando paso a un relato perfectamente ensamblado, de dinámica expresión y constante tensión. Un elenco de especial destaque y una cámara inquieta, colocada en el lugar preciso en el  instante preciso, hacen de “Después de nosotros” un título mayor.

7 cajas. Paraguay 2012. Dir.: Juan Carlos Maneglia y Tana Schembori. Guión: Juan Carlos Maneglia. Con: Celso Franco, Victor Sosa, Lali González, Nico García.

Bienvenido reestreno de este sorprendente film paraguayo, cuya historia, en su casi totalidad transcurre en el gigantesco “mercado 4” de Asunción. Enjambre de comercios instalados en edificios y en la calle, reuniendo diariamente a miles de personas.

Un humilde adolescente, que por allí merodea, recibe tentadora oferta de uno de los comerciantes. Cien dólares por transportar, hasta un sitio que oportunamente le  indicarán, una carretilla con siete cajas de ignorado contenido. El jovencito y su carga deambulan sin preciso destino, develándose que ello provocará repercusiones en la vida de varios hombres y mujeres ligados al lugar. Una frenética persecución -ya sea para preservar las enigmáticas cajas o apoderarse de ellas-, será eje de vertiginoso “thriller” desarrollado sin pausas ni respiro.

Las imágenes se corresponden con unos diálogos breves, precisos, exponentes de los vericuetos de un relato que se expande sobre un  friso humano donde cada individuo pretexta su propia historia. Pequeños complementos anecdóticos, justificadamente situados en torno al adolescente obnubilado por la oportunidad de ganarse unos dólares a riesgo de su vida.  Relatos que van entrelazándose, convergiendo hacia el meollo de todo el asunto; entramado que confiere solidez dramática y coherencia al film. Sin abandonar la faceta policial; “7 cajas” se transforma en documento social y humano de un sitio tan particular como ese “mercado 4” permanentemente presente.

Son las imágenes las encargadas de articular la peripecia, así como de desarrollar los infinitos apuntes surgidos de manera casi imperceptible: la venalidad policial, el desamparo de los adolescentes que si bien no se ve es perfectamente intuido, la explotación laboral, las diferencias y coincidencias étnicas y culturales, de una nación donde aún se viven las consecuencias de lejanísimas guerras. Universo de corrupción generalizada, donde los pobres no tienen lugar. Un hampa tenebrosa y en cierto modo tolerada, parece abarcarlo todo. Escasas imágenes y pocas palabras, marcarán la existencia de otro(s) segmento(s) de la población, grupos exógenos, componentes no visibles de este relato.

Todo ello es producto de un inteligente guión, hábilmente desarrollado, cuidadoso en el equilibrio entre el eje del asunto y los no menos  importantes incidentes laterales. Ejemplar en cuanto a la velocidad y claridad con que en pocos minutos establece las coordenadas sobre las que habrá de desplazarse, para culminar su(s) historia(s) del mismo modo.

Ese virtuosismo narrativo, tanto en forma como en contenido, se apoya en un elenco sorprendente, con abundancia de gente muy joven, que impone a sus creaciones el mismo hálito de documental realismo que envuelve al film.

“7 cajas”, formidable “thriller” neorrealista, proviene de una cinematografía en la que es difícil hallar títulos medianamente estimables. A su vez se integra a un cine latinoamericano que aquí logra una combinación ideal: elementos propios de un cine popular,  melodramático, más fugaces relámpagos de humor negro, coexistiendo con la componente social, de subrepticia, ajustada y necesaria presencia. Tantas veces reduciendo la cinematografía del continente a lo panfletario.

Los autores de este título: Juan Carlos Maneglia (Asunción 1966) y Tana Schémbori (Asunción, 1970), se han desempeñado en diversos rubros del cine y TV paraguayos. Con este trabajo lograron amplia y merecida repercusión internacional.

Imperdible.