Las expectativas sobre la economía uruguaya son optimistas, se prevé que continúe creciendo. Sin embargo, existen riesgos que pueden generar desafíos para el país.
Por Sofía Tuyaré (*)
El escenario cambió, las nuevas noticias que se conocen de la región y del mundo generan incertidumbre y existe cautela en los agentes económicos. Hace unas semanas analizábamos lo que sucede en la región, dejaron de ser tan buenas noticias. Argentina enfrenta dificultades internas, algo que generó turbulencias en sus mercados y Uruguay no estuvo cien por ciento impermeable a dicha volatilidad, y luego se conoció que Brasil crecería menos de lo esperado.
En los últimos días nuevos nerviosismos se generaron, pero esta vez en Europa. Italia transita una crisis política, no logra formar un ejecutivo que sea aprobado, no consigue la coalición de gobierno, y esto generó desconfianza en los mercados financieros, el euro perdió fuerza frente al dólar y otras monedas consideradas más seguras. Creció la incertidumbre y el temor de una salida de la Unión Europea.
El mundo está expectante a lo que suceda en el viejo continente, Uruguay observa con atención los sucesos. Recientemente se conocieron las expectativas de los analistas locales, y van de la mano de las proyecciones de los organismos internacionales. La economía uruguaya continuaría creciendo, algunas variables muestran señales de debilidad y el nuevo rumbo en el plano internacional y regional hace ser más precavido.
Según los que responden la Encuesta de Expectativas Económicas que elabora mensualmente el Banco Central del Uruguay (BCU), en mayo la mediana de los analistas estimaban que la economía uruguaya crecería 3% en 2018 y 3,10% para 2019. Si bien se continúa previendo expansión en el nivel de actividad, se observa un leve deterioro a lo proyectado en abril, donde la mediana de los analistas encuestados preveía un incremento del 3,2% para este año y 3,3% para el próximo.
Las proyecciones del FMI son similares a las expectativas de los analistas locales. Recordemos que el Fondo Monetario Internacional (FMI) en la última revisión de abril del informe de “Perspectivas de la economía mundial”, el organismo estimó que el Producto Interno Bruto (PIB) uruguayo aumentaría 3,4% para 2018 y 3,1% en 2019. Según las estimaciones del Banco Mundial, el nivel de actividad de la economía uruguaya aumentaría 2,8% en 2018 y 3,2% en 2019.
Si bien se proyecta crecimiento, el nuevo escenario puede presentar desafíos a la economía local, y algunas variables continúan presentando signos de alteración. Los precios desde el año pasado dieron respiro, la suba del dólar a través de los bienes transables puede generar presiones al alza. El déficit fiscal no logra acercarse a la meta establecida y el empleo no consigue recuperarse.
Precios y dólar
A partir de marzo de 2017 la inflación se ubicó dentro del rango meta oficial de 3%-7%, a excepción de febrero de 2018 que sobrepasó levemente dicho objetivo.
Según el Instituto Nacional de Estadística (INE), en abril-último dato disponible- la variación interanual del nivel general de precios fue de 6,49%. Recordemos que en marzo los precios se expandían un 6.65%.
Según los que responden en la Encuesta de Expectativa de Inflación que elabora el BCU, en mayo la mediana de los analistas locales estimaban que la variación de precios este año sería de 7%.
Uno de los factores que colaboró en la desaceleración de la inflación en los últimos meses, fue la estabilidad del dólar. Pero esta tendencia cambió en abril, la divisa extranjera acompañó lo sucedido a nivel global y regional. En nuestros principales vecinos, Argentina y Brasil, el tipo de cambio se apreció y Uruguay acompañó la tendencia.
En lo que va de 2018 al 29 de mayo, casi completos los cinco primeros meses del año, el dólar creció 8%. Al lograr que en los últimos meses la inflación cediera, existe margen para que el dólar se aprecie sin generar un problema en los precios. El contagio del incremento del tipo de cambio en los precios se da a través de los bienes transables, los que se comercializan con el exterior, por lo que se puede prever que en los próximos meses se acelere un poco la inflación.
Los analistas encuestados por el BCU en mayo proyectan un dólar a fin de año a 31,10 pesos por dólar, nivel en que se encuentra actualmente. Esta estimación es superior a la del mes pasado, en abril la mediana de los encuestados preveía un tipo de cambio a 30,10 pesos por dólar
Inflación, variación últimos doce meses (%)
Fuente: elaboración propia en base a datos del INE.
Déficit fiscal
El déficit fiscal es un tema que preocupa. Según la mediana de los analistas que responden la encuesta en mayo, proyectan que el déficit fiscal sea de 3.5% del PIB este año y baje levemente a 3.3% del PIB el próximo. El indicador continúa por encima de la tasa objetivo de 2,5% que estimó el gobierno.
Mercado laboral
El empleo es una variable que, a pesar de que el nivel de actividad se expanda, no logra recuperarse.
El desempleo según INE en marzo fue de 8,5%, un registro un 0,9 puntos porcentuales inferior al mes anterior (9,3% en febrero de 2018). En el primer trimestre del año, la tasa de desocupados fue de 8,8%.
La tasa de empleo en enero fue de 56,6%, un 0,7% inferior a la del mes anterior (57,3% en febrero). Este indicador muestra señales de estancamiento, en 2017 la variable se ubicó en 57,9% y por tercer año consecutivo cayó para el registro anual.
Respecto a las proyecciones para el empleo, la mediana de los analistas que responden la encuesta, prevén que no varíe significativamente la generación de trabajo. La mediana de las respuestas espera una variación de la cantidad de ocupados nula para este año y de 0,7% el próximo.
Tasa de empleo (%)
Fuente: elaboración propia en base a datos del INE.
(*) Economista, integrante del departamento de Consultoría de CARLE & ANDRIOLI, firma miembro independiente de Geneva Group International.