Fondos de equity e inversión en infraestructura, una oportunidad para Latinoamérica

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La relación entre infraestructura y crecimiento económico ha sido ampliamente analizada en la literatura económica y la evidencia empírica muestra que las inversiones en infraestructura contribuyen al crecimiento del producto e impactan, al menos, sobre cuatro aspectos del desarrollo económico: la estructura de costos de las empresas, la productividad de los factores, la conectividad y accesibilidad territorial, y el bienestar general de la población.

Por Alexis Gerschuni (*)

Crecimiento, infraestructura, y financiamiento

La provisión insuficiente y/o ineficiente de infraestructura opera como limitante del potencial de crecimiento, actuando como una restricción del sistema económico en su conjunto. Esta restricción suele denominarse ‘Brecha de Infraestructura’ y ha sido el centro de diversos estudios para América Latina y el Caribe (ALC). Los estudios especializados más influyentes estiman que las necesidades de inversión anual en ALC se sitúan entre un 4% y un 7% del producto interno bruto (PIB).

Sin embargo, la reducción de esta brecha es un desafío muy relevante para los países de ALC. Los niveles de presupuesto público, las múltiples necesidades que deben cubrir y el desempeño de los déficits fiscales de la región, dejan poco margen para alcanzar los niveles de erogaciones que requieren las inversiones en infraestructura. La necesidad de financiamiento aparece como una estrategia necesaria para construir infraestructura.

Existe, a nivel internacional, en particular en países desarrollados, una fuente de financiamiento que surge de los fondos de pensiones (fondos institucionales) que poco a poco se han ido interesando en inversiones de infraestructura de largo plazo. Asociada a esta fuente de recursos, ha surgido con fuerza un vehículo denominado Fondos de Equity en Infraestructura. Estos fondos han tenido, y seguirán teniendo, un rol muy relevante para canalizar recursos de los fondos institucionales de los países desarrollados hacia ALC.

A continuación, se describe el rol de los fondos de equity y las oportunidades para ALC. 

El rol de los fondos de equity para canalizar inversiones

Los fondos de equity especializados en infraestructura son un fenómeno reciente y en franco crecimiento. En 2004 este tipo de fondos cerraron financiamiento a nivel mundial por algo más de US$ 5.000 millones, mientras que en 2018 alcanzaron un monto de nuevos negocios por US$ 87.000 millones.

Los fondos de equity especializados en infraestructura surgen como un vehículo que canaliza el ahorro de terceros para invertir en activos de infraestructura. Para comprender su funcionamiento, se mencionarán tres elementos. En primer lugar, las inversiones en infraestructura (por ejemplo, una concesión) pueden ser clasificadas como una clase particular de activos financieros. En ese sentido, resulta de interés para un inversor, además de por las expectativas de beneficios propias del proyecto, por la posibilidad de diversificar una cartera de inversiones en una clase de activos con algunas características propias respecto a otra clase de activos financieros: tienen un horizonte temporal de largo plazo, proporcionan un flujo de caja estable, son inversiones de bajo riesgo y baja rentabilidad (aunque existe un perfil diferente de riesgo-rendimiento entre las inversiones greenfield y brownfield), proporcionan rendimientos vinculados a la inflación, proporcionan rendimientos menos correlacionados con el entorno macroeconómico.

En segundo lugar, las inversiones en infraestructura, a diferencia de otra clase de inversiones financieras, requieren un esfuerzo de gestión que determina la necesidad de contar con recursos y capacidades para administrarlos. Los inversores interesados en adquirir activos de infraestructura pueden seguir alguna de estas dos estrategias: o los adquieren directamente, lo que implica generar dentro de su organización las capacidades necesarias para gestionarlos, o bien, los adquieren indirectamente a través de un vehículo que cuenta con las capacidades necesarias para su gestión. Surgen así los fondos de equity especializados en infraestructura.

Además de la tercerización de la gestión, la inversión a través de un fondo especializado puede resultar atractiva (respecto a la inversión directa) porque permite una diversificación de proyectos y menor requerimiento de capital para participar en cada proyecto (invertir en un fondo implica invertir en varios proyectos).

En tercer lugar, estos fondos gestionan recursos de terceros, por lo que su creación como su dinámica responde a los intereses de sus inversores. Los grandes volúmenes de inversión que gestionan estos fondos provienen principalmente de inversores institucionales, típicamente fondos de pensiones de países desarrollados y compañías de seguros. 

Una oportunidad para ALC

Las tendencias observadas en los últimos años muestran un interés creciente de los inversores institucionales en aumentar el porcentaje de sus carteras destinadas en activos de infraestructura. Está situación implica una oportunidad muy relevante si se tiene en cuenta que la inversión en infraestructura de los inversores institucionales pertenecientes a la OCDE representaba en 2017 el 1.3% del total de activos bajo su administración. Asimismo, una encuesta realizada a estos mismos inversores refleja que la asignación actual de recursos dedicados a infraestructura está por debajo de la asignación objetivo de los próximos años.

Los fondos de equity juegan un papel muy relevante como canalizadores de recursos. En 2018 los inversores institucionales de países de la OCDE invertían el 62% de los activos de infraestructura a través de fondos de equity.

Aunque el perfil de inversión de los fondos de equity se concentra principalmente en países desarrollados, en los últimos años se observa una preferencia creciente a invertir en países emergentes. ALC no ha sido ajena a esta tendencia y cuenta actualmente con la participación de los fondos más relevantes a nivel internacional. Según el portal especializado Inframation, existen actualmente 58 fondos con participación en proyectos de la región, de los cuales 18 de ellos se constituyeron entre 2010 y 2014, y 27 entre 2015 y 2019.

Los países latinoamericanos tienen la oportunidad de aprovechar la competencia creciente de los fondos de equity por adquirir proyectos de infraestructura a nivel mundial. La participación de estos fondos es beneficiosa tanto para el componente público como el privado de los proyectos ya que, al profundizar el mercado, reduce los costos de financiación de los proyectos. Para lograr este objetivo, la región deberá atraer la atención estructurando proyectos robustos y brindando condiciones de estabilidad que posicionen a la zona por sobre otros países emergentes.

Oportunidad para Uruguay

Uruguay no es ajeno a esta tendencia, y aunque el tamaño de su economía puede no resultar atractiva, sus fortalezas institucionales y su estabilidad económica, social y jurídica posicionan al país como una alternativa cierta de instalación. De hecho, el primer proyecto PPP licitado y puesto en operación (Recinto Penitenciario Punta de Rieles), fue adquirido en el año 2020 por un importante fondo de inversiones (Andean Social Infrastructure Fund).

Asimismo, durante los próximos años comenzarán a entrar en operación un conjunto significativo de proyectos PPP que incluyen diversos proyectos viales (siete), educativos (tres) y el Ferrocarril Central que sumados representan cerca de US$ 1.600 millones de inversión; por lo cual sería esperable que Uruguay aumente su atractivo.

Adicionalmente, los fondos de pensión de Uruguay cuentan con los recursos y el interés por este tipo de proyectos, y de hecho han participado activamente en el financiamiento de proyectos PPP. Hasta el momento han participado del tramo senior de la deuda y no han tenido participación en las acciones de las sociedades. Las AFAP han participado principalmente a través de CAF-AM, un fondo de inversión propiedad de CAF que canaliza y gestiona los fondos provenientes de las AFAP hacia los proyectos PPP. La experiencia de este fondo resulta sin duda un antecedente muy interesante hacia la creación de fondos de equity locales que canalicen recursos de las AFAP. 

La creación de estos instrumentos contribuye a profundizar el financiamiento de infraestructura, permitiendo esquemas más eficientes para los proyectos que el país tiene por delante, reduciendo la brecha de infraestructura y contribuyendo al crecimiento económico.

(*) Especialista en Gestión y Financiamiento de Infraestructura de AIC Economía & Finanzas