Infraestructura en Uruguay para el 2023

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En los últimos 10 años Uruguay ha incrementado la calidad de la infraestructura en algunos sectores de actividad, pero restan desafíos por cumplir. El año 2023 representa el fin de algunos de los principales proyectos y podrá significar el comienzo de otros de gran impacto en la vida económica del país.

Por Ec. Ignacio Gervaz (*)

El 12 de diciembre del año pasado fue inaugurado el proyecto del viaducto de la rambla portuaria de Montevideo, el cual implicó una inversión cercana a los US$ 135 millones con el principal objetivo de descongestionar el tránsito en la zona y separar el cruce vehicular en la rambla portuaria con la vía del Ferrocarril Central. Por otra parte, el 28 del mismo mes fue anunciado por parte de las autoridades del gobierno el plan de universalización del saneamiento en Uruguay, que implica el potencial acceso de 61 localidades a esta mejora, con 42 plantas de tratamiento de líquidos residuales, 110 pozos de bombeo y 844 kilómetros de redes de saneamiento, beneficiando de esta forma a 54.850 usuarios que actualmente tienen condiciones deficitarias.

Ambos casos representan la importancia de la generación de nuevos servicios asociados a la provisión de infraestructura y se asocian al ciclo de vida de los proyectos de infraestructura, que, en nuestro país, en muchos casos, trascienden los distintos períodos de gobierno.

Las asignaciones presupuestales de los últimos gobiernos demuestran la importancia que se le asigna a la infraestructura en Uruguay. Los proyectos en las áreas de transporte (viales y ferroviario), de infraestructura social (educación y cárceles), energía, comunicación, entre otros, han significado un salto cualitativo en la calidad de los servicios que proveen los mismos. Sin embargo, restan cumplir diferentes desafíos para cerrar la brecha de infraestructura a futuro en algunos de los principales sectores con alto impacto en la vida de la sociedad uruguaya.

El año 2023 representa un punto de inflexión en el actual período de gobierno, no solo a nivel nacional sino también departamental, ya que nos encontramos en la mitad aproximadamente de los mandatos de cada uno de estos. Por esto se empiezan a materializar los principales proyectos planificados al inicio de las diferentes gestiones públicas. Aquí se analizan las principales acciones que se entiende podrán cumplirse en el presente año, sin ánimo de juzgar la pertinencia o el mecanismo por el cual se llevarán adelante los mismos.

Sobre mediados del año se espera la culminación del proyecto “Ferrocarril Central”, que significó la obra de infraestructura más relevante para el sistema multimodal de transporte y la más importante del modo ferroviario de los últimos años. La construcción y mantenimiento de 273 kilómetros de vías férreas entre el puerto de Montevideo y la ciudad de Paso de los Toros es llevada adelante por las empresas uruguayas Saceem y Berkes, la española Sacyr y la francesa NG, las cuales integran la sociedad Grupo Vía Central (GVC). Esta obra significó más de 1.400 empleos directos y 2.800 indirectos.

En el transcurso del 2023 comenzarán las inversiones en los proyectos viales “Cremaf” en las rutas 5 y 9 asociadas a las tres licitaciones llevadas adelante el año anterior. Los dos contratos adjudicados a la duplicación de ruta 5, que busca que la misma sea de doble vía entre Montevideo y Durazno, y el contrato de ruta 9, que mejorará las condiciones entre Pan de Azúcar y Rocha, tienen un plazo de obras de 24 meses y totalizan aproximadamente US$ 445 millones de inversión inicial en los tramos nuevos y en el mantenimiento de los existentes. A su vez, se espera que en este año comience el proceso de licitación de la duplicación de ruta 1 para que la misma sea completamente doble vía entre Montevideo y Colonia bajo la modalidad Cremaf.

Gran parte de los proyectos “PPP viales” se encuentran en fase de construcción según la página del MEF, donde algunos se encuentran en la etapa final. Los que aún no han entrado en operación son:

  • Circuito 2: ruta 9 (entre Rocha y Chuy), ruta 15 (entre Rocha y empalme con ruta 13) y la conexión R9-R15 (200 kms).
  • Circuito 3: ruta 14 oeste (desde Mercedes hasta ruta 6), bypass a Sarandí del Yí y conexión ruta 14-Ruta 3 (292 kms).
  • Circuito 5: ruta 14 (entre ruta 6 y ruta 15) y ruta 15 (entre ruta 14 y empalme con ruta 13) (191 kms).
  • Circuito 6: ruta 6 (desde Av. Belloni a intersección con ruta 12) y bypass San Ramón (71 kms).
  • Circuito 7: IP-ruta 3 (doble vía entre rutas 1 y 11) y bypass a San José (32,5 kms).

La totalidad de las obras asociadas a estos Circuitos PPP viales es de US$ 519 millones en el transcurso de todos los años de sus cronogramas (no solo de 2023).

También están en diferentes etapas de ejecución y planificación otros proyectos viales por parte del MTOP como: duplicación de ruta 8 desde la ruta 11 hasta la ruta 9, la cual se esperaba culminar antes del cierre del 2022, pero restan algunas obras; mejora en la ruta 6 en el tramo entre el Arroyo Mansavillagra (169km400) y el bypass ruta 14 (194km725); mejoras en ruta 5 al norte de Durazno; entre otros.

En el sector de infraestructura social está en fase de construcción el tercer proyecto “PPP Educativo” que tiene como objetivo la construcción de 27 centros CAIF y 15 escuelas, por un monto de inversión cercano a US$ 43 millones. Sobre finales del mes de diciembre del 2022 se presentaron las ofertas para el diseño, construcción, operación, mantenimiento y financiamiento de una nueva “Cárcel PPP”, que prevé la construcción de tres unidades con 460 plazas cada una para varones adultos, clasificadas como de seguridad media-alta; 20 plazas funcionales para detenciones administrativas; 30 plazas funcionales para el sector de ingresos; y áreas comunes a las tres unidades: talleres y área de salud. La duración del contrato prevista originalmente es de 14 años (1,5 años de construcción y 12,5 años de operación) con un monto aproximado de Capex por US$ 80 millones. En caso de que el proceso de adjudicación final y el cierre financiero sea ágil, podrán iniciarse las obras durante el presente año.

El mencionado plan de universalización del saneamiento representa un desafío en el sector de agua y saneamiento para el país. Este se suma al proyecto Arazatí, una iniciativa privada que fue aprobada por el gobierno en el año 2022. Este último plantea la construcción de una nueva planta potabilizadora en el departamento de San José para captar agua del Río de la Plata, con una estación de bombeo y una tubería aductora de 80 kilómetros de largo hasta Montevideo a partir de una inversión de US$ 200 millones. En ninguno de los dos casos se logaron identificar las fechas previstas para el proceso de licitación y el posterior comienzo de las obras.

Los anteriores proyectos analizados corresponden a planes de inversiones a nivel nacional impulsados por las instituciones del gobierno central, a las cuales se deben incorporar las obras de los gobiernos departamentales. En el caso de la Intendencia de Montevideo, en noviembre de 2022 se explicó en la Junta Departamental que las inversiones planificadas para el 2023 serán de $ 793 millones. En materia de vialidad se planea fortalecer la red vial departamental y la red secundaria barrial, como parte del eje “Movilidad del Plan ABC”, mediante el mantenimiento y la construcción de 1.140.600 metros cuadrados de pavimentos y 60.000 metros lineales de cunetas y banquinas. Desde la Intendencia de Montevideo se menciona que se apuntará a fortalecer la seguridad vial y disminuir la siniestralidad, aumentando la capacidad de control (se prevé instalar y/o mantener 3.500 carteles, demarcar 20.000 m2 de cordones y calzadas, y adoptar medidas y acciones para reducir los niveles de siniestralidad). También se establece que se buscará promover la utilización de modos activos sostenibles para los desplazamientos en el departamento, mediante la creación o el mantenimiento de infraestructura en ciclovías.

En la medida en que los proyectos detallados anteriormente se concreten, el año 2023 significará un período importante en el desarrollo de obras de infraestructura de diferente naturaleza, mitigando algunas de las deficiencias en esta materia que presenta nuestro país. Existen otros sectores que presentan desafíos para los próximos años y que los gobiernos deberán tener en consideración como la gestión de residuos, desarrollo urbano, viviendas sociales e infraestructura en materia logística relacionada a la conectividad del país.

(*) Economista especializado en infraestructura en AIC Economía & Finanzas.