La Confederación de Cámaras Empresariales en diálogo sobre propuestas en Salto

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“Los empresarios tenemos que incidir más, debemos plantear bien fuerte nuestra voz, con respeto pero con decisión sobre las cosas que el país necesita y tenemos que tratar de levantar la vara y el nivel de debate de las cosas. Y sea el gobierno que sea, siempre vamos a estar ayudando y aportando, más allá de criticar cuando sea necesario pero con el espíritu de construir”.

Tales son  las manifestaciones recogidas del presidente de la Confederación de Cámaras Empresariales, Ing. Gerardo García Pintos, quien en la jornada del pasado jueves fue parte de la instancia de diálogo que se desarrolló en la sede del Centro Comercial e Industrial de Salto organizado por esta entidad y la Asociación Agropecuaria de Salto.

El entrevistado se refirió a las propuestas planteadas oportunamente para implementar en el próximo gobierno “lo que fue elaborado por las 25 Cámaras que integran la Confederación, lo que en el mes de mayo se presentó en Montevideo, alcanzando a los candidatos de todos los partidos políticos, así como se compartieron las propuestas en lo que fue la Exposición de El Prado, consultando a los candidatos específicamente sobre competitividad, reforma del Estado y relaciones laborales.

Dificultades  de empresas

Fue cuando señaló que “este evento en Salto tuvo por finalidad el intercambiar ideas sobre la necesidad de los cambios que se necesitan en el país con entidades empresariales locales y de la región”.

Hizo referencia García Pintos que “en el país hay más de 200 mil empresas, de las cuales la mitad son unipersonales y de las que no son unipersonales, la enorme mayoría son pequeñas y medianas empresas”, puntualizando que empresas grandes en el Uruguay son alrededor de 800”, para puntualizar que “el empresariado nacional ocupa el 82% de la mano de obra, el sector privado es el responsable del 65% del PIB del país y del 78% de las inversiones”.

Entonces surgió la consideración respecto a que “salvo honrosas excepciones, desde el año 2014 se nota una clarísima dificultad de las empresas vinculadas a la falta de competitividad, al atraso cambiario, al alto costo del Estado, de las tarifas y del combustible que nos saca de competencia”, redondeando su apreciación con que “el Uruguay está caro para vivir y para producir. Y eso cuando se acumula en el tiempo, empieza el endeudamiento y por eso hace tiempo que están cerrando empresas de los distintos sectores, lo que cruza a todos los sectores como el agro, industria, comercio, construcción, transporte, etc.”

Sin respuesta significativa

“Si a lo anteriormente mencionado lo cruzamos con las dificultades de algunos rubros como el del arroz, la lechería o la agricultura y las dificultades de frontera por la diferencia de cambio con Argentina y Brasil, vemos que eso afecta al comercio, tienta al informalismo porque se hace difícil competir, estimulando el contrabando”.

García Pintos recalcó en el aporte a las autoridades de elementos paliativos “pero no ha salido nada significativo, más allá de algunas medidas que no tienen un efecto cuantitativo importante”, para aseverar que “mientras no se ataquen los problemas de fondo del país, que no va a ocurrir en este período de gobierno, es difícil para Uruguay”.

“Tenemos un Estado que pesa muchísimo más de lo que pesaba en la economía”, agregó, precisando que “pesa un 35% cuando hace 15 ó 20 años pesaba en el entorno del 25%, lo que nos sale carísimo a los uruguayos, nos saca de competencia y entonces hay una cantidad de aspectos del Estado que se deben reformar, tanto en el Poder Ejecutivo, como en el Poder Legislativo, el Judicial, en las empresas públicas y en las intendencias”.

La gordura del Estado

Fue concreto al destacar que “hay gorduras en el Estado por todos lados mientras en el sector privado está muy flaco y con muchas dificultades”, pasando a esbozar lo que es el planteamiento que se hace desde la Confederación de Cámaras Empresariales.

Pasa por “una regla fiscal que controle el gasto público, ir llevando gradualmente al país con una cantidad de funcionarios públicos de otro tenor y mucho más razonable al tamaño del país”, apuntando que “se han ido acumulando a lo largo del tiempo cargos de confianza que suman muchísima gente que tiene salarios altísimos que no guardan relación con esas funciones”.

Consideró necesaria la reforma de la Seguridad Social, apuntando que “hay un tema estructural, pero también hay un tema operativo y funcional”, estimando que “necesita una reforma profunda. Las empresas públicas necesitan cambios de roles, en sus unidades reguladoras que deben tener otra jerarquía y disciplinar los aumentos de las tarifas y los combustibles”.

También hizo referencia a que “hay temas vinculados a la política tributaria y todo un capítulo de relaciones laborales que hay que aplicar”, refiriéndose a las recomendaciones de la OIT “que nos ha dado la razón y que el gobierno no termina de instrumentar tales recomendaciones. Y todo eso genera un clima que no es bueno y ahí hay un trabajo por delante”.

Puentes y no brechas

Se refirió luego a la educación “donde estamos planteando básicamente la instrumentación de las propuestas de Eduy21 y el Uruguay se debe además un cambio en su inserción internacional y en la política de comercio exterior”, recordando que “hay temas de infraestructura que también requieren una actualización. Y si no hacemos esos cambios se nos va a hacer cada vez más difícil competir, ya sea internacionalmente e incluso dentro del Uruguay con productos provenientes de la importación”, afirmó Gerardo García Pintos.

No dejó de lado insistir en que “hay mucho trabajo por delante, estamos en un período electoral, el Uruguay es una democracia fuerte, somos demócratas y republicanos y queremos hacer estos cambios de una manera organizada e inteligente”, para acotar que “el país tiene demasiada brecha y hay que hacer puentes para cooperar para sacar adelante estas transformaciones”.

Asimismo mencionó “la inseguridad que hay en la ciudad y en el campo que tiene a la gente desmotivada y nosotros estamos planteando otra sociedad con otros valores, con un Estado más moderado y acorde con lo que es el volumen de su sociedad, para lo que necesitamos un sector privado pujante y en condiciones para trabajar y producir. Debemos ser más competitivos para basar el crecimiento en la exportación de bienes y mucho tiene que ver en ello el turismo, la tecnología en la información, el sector financiero, porque si lo que produce el Uruguay no compite con lo importado complica a toda la actividad y a una sociedad que queremos cimentada en valores de trabajo, familia, la solidaridad bien entendida”.