Mercado laboral estable y un futuro en transformación

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En Uruguay, el desempleo para el total del país bajó a 7,3% en junio y alcanza el nivel más bajo en lo que va del año. Sin embargo, el debate global sobre la inteligencia artificial abre nuevos interrogantes.

Por Sofía Tuyaré (*)

El mercado laboral uruguayo muestra señales de estabilidad, con una ligera baja en el desempleo y cierta fortaleza en la ocupación. Sin embargo, persisten desafíos estructurales como la informalidad, las brechas de género y las diferencias entre regiones. A estos factores se suma la incertidumbre que genera el avance tecnológico, cuyo impacto comienza a sentirse en algunas ramas de actividad.

En este escenario, los datos de junio de 2025 presentados por el Instituto Nacional de Estadística (INE) permiten observar con mayor detalle cómo evolucionó el mercado laboral en la primera mitad del año.

Los números

Según el informe del INE, en junio de 2025 la tasa de desempleo a nivel nacional fue del 7,3%, lo que se traduce en unas 138.000 personas sin trabajo y en búsqueda activa de empleo. Frente a mayo, la desocupación bajó 0,4 puntos porcentuales (desde 7,8%) y se redujo 0,8 puntos en relación con junio de 2024 (8,1%). En el promedio del primer semestre, la tasa de desempleo se ubicó en 7,8%, por debajo del 8,6% registrado en igual período del año pasado.

El desglose por territorio muestra una situación muy pareja en junio: en Montevideo el desempleo alcanzó al 7,4%, mientras que en el interior fue de 7,3%. En cambio, la brecha de género persiste: la tasa de desempleo se ubicó en 8,8% para las mujeres y 6,1% para hombres.

En materia de empleo, la tasa en junio alcanzó el 59,5%, lo que representa en el entorno de 1,75 millones de personas ocupadas. El indicador creció levemente respecto a mayo y avanzó 0,9 puntos porcentuales frente a un año atrás (58,6%). Por áreas, Montevideo mostró una tasa de 60,4% y el interior de 58,9%. También aquí se observa la desigualdad de género: la tasa de ocupación masculina fue de 68%, muy por encima del 51,6% registrado entre las mujeres. En el promedio del semestre, la tasa de empleo se situó en 59,4%, superando el 58,6% de 2024.

Otros indicadores aportan información sobre la calidad del empleo: el subempleo se estimó en 9,2% y la informalidad laboral alcanzó al 21,9% de los trabajadores, esto significa sin registro en la seguridad social por su empleo principal. Por otra parte, el Banco de Previsión Social (BPS) informó que las altas de subsidios por desempleo cayeron un 4% en el primer semestre frente al mismo período del año anterior.

Tasa de desempleo

Desempleo por departamento

Las realidades del mercado laboral no son uniformes: pueden variar según la región, la edad o el género. El INE publicó los datos del segundo trimestre del año por departamentos y se observan diferencias a nivel territorial.

En el período abril-junio de 2025, Treinta y Tres registró la tasa más alta del país con 17,3%, seguido por Paysandú (11,5%), Río Negro (11,2%) y Durazno (10,4%), todos por encima del promedio nacional de 7,7%. En el extremo opuesto, Flores y Cerro Largo mostraron niveles mucho más bajos (4,2%), junto a San José (4,6%), Soriano (5,2%) y Rivera (5,6%). Montevideo, por su parte, en el segundo trimestre se ubicó en 7,5%, prácticamente en línea con el promedio del país.

Expectativas

El panorama mundial es incierto y existen muchos estudios recientes que intentan hacer algún pronóstico respecto a los desafíos que enfrenta a nivel global el mercado laboral. La irrupción de la inteligencia artificial y la automatización ocupa un lugar central en las discusiones actuales, tanto en el país como a nivel mundial.

En este debate, distintos organismos internacionales estudian cómo cuantificar el posible impacto en la región y en Uruguay. El Banco Mundial y la Organización Internacional del Trabajo (OIT) publicaron el año pasado un informe donde proyectan que la adopción de la inteligencia artificial generativa (Gen IA) podría impactar entre 26% y 38% de los empleos en América Latina y el Caribe, aunque con efectos diversos. Mientras que entre un 2% y 5% de los puestos están en riesgo de automatización total, entre un 8% y un 14% podrían ver un aumento en su productividad.

En el caso de Uruguay, el estudio muestra que la Gen IA no tendrá un efecto homogéneo: un 11% de los puestos podría ganar productividad, un 5% enfrenta riesgo de automatización y en torno a un 21% todavía no se sabe qué tan afectados estarán.

El Fondo Monetario Internacional (FMI) también presentó investigaciones sobre esta materia. El organismo advierte sobre la paradoja que puede enfrentar América Latina: su baja exposición actual a la inteligencia artificial puede darle cierto margen para esquivar los impactos más inmediatos, pero al mismo tiempo presenta riesgo de no aprovechar plenamente los beneficios de esta ola tecnológica. El informe menciona distintos sectores: mientras la salud podría verse fortalecida con mejoras en productividad sin una pérdida significativa de empleo, áreas como los call centers aparecen entre las más expuestas a la automatización.

Para Uruguay, el desafío será anticiparse a estos cambios y reducir brechas estructurales en sectores como la educación, capacitación laboral y acceso a tecnología.

(*) Economista, integrante del departamento de Consultoría de CARLE & ANDRIOLI, firma miembro independiente de GGI Global Alliance