Uruguay retornaría a la senda de crecimiento este año, pero enfrentará desafíos en el corto y mediano plazo

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El 2021 estuvo marcado por la recuperación tanto a nivel mundial como para Uruguay, los datos muestran señales de mejor desempeño en las principales variables macroeconómicas. Sin embargo, aún persisten riesgos que se deben tener en cuenta. La pandemia sigue generando incertidumbre; lo que está sucediendo en algunos países del norte con la situación sanitaria demuestra que se debe estar atento a los acontecimientos.

Por Sofía Tuyaré (*)

Los desafíos en materia económica fueron muy importantes en los últimos meses, dejando atrás el magro escenario de 2020, muchas ramas de actividad aún continúan mostrando dificultades. Las expectativas de los analistas y organismos internacionales van en la línea de una mejoría en las variables para el nivel de actividad uruguayo. A pesar de estas buenas noticias se debe ser cauto pues algunos factores pueden generar complejidad y empañar en algún grado el crecimiento económico. La situación regional no acompaña, las condiciones financieras internacionales posiblemente menos favorables en el mediano plazo y el actual precio de los commodities, son elementos a tener en cuenta para el futuro.

Nivel de actividad

Hasta la primera mitad de 2021 los esfuerzos estuvieron en mitigar los efectos negativos de la crisis sanitaria. De continuar en este camino de retorno a la normalidad, los datos empezarán a reflejar la nueva realidad.

En 2020 la economía se contrajo 5,9% producto de los efectos provocados por la aparición del covid-19, pero la economía uruguaya ya mostraba señales de estancamiento: en 2018 y en 2019 el crecimiento económico fue prácticamente nulo, por lo que la pandemia llegó para profundizar las dificultades preexistentes.

El año pasado el Producto Interno Bruto (PIB) se habría recuperado, los analistas proyectan crecimiento para esta variable y los datos del primer semestre lo demuestran. El último informe de Cuentas Nacionales que elabora el Banco Central del Uruguay (BCU) es del periodo julio-setiembre de 2021. El PIB aumentó 5,9% en el tercer trimestre respecto del mismo trimestre del año anterior. Un dato no menor es que en ese momento la crisis sanitaria continuaba afectando el comportamiento económico. Si se toma la serie desestacionalizada, el PIB se incrementó 2,7% en el tercer trimestre respecto al segundo trimestre de 2021.

Después de un año complejo en materia económica y sanitaria, la perspectiva es que Uruguay retome la senda de crecimiento. Tendrá importantes desafíos y algunas condiciones, sobre todo por la situación regional, son menos favorables, pero se proyecta una expansión en el entorno del 4%.

El Fondo Monetario Internacional (FMI), en su última actualización de octubre de 2021 de su informe de “Perspectivas de la economía mundial”, estima que el PIB uruguayo crecerá 3,1% en 2021 y 3,2% en 2022.

A su vez, el Banco Mundial, en el informe de “Perspectivas Económicas Mundiales” de junio, proyectaba un aumento del PIB de Uruguay de 3,4% en 2021 y de 3,1% en 2022. 

Los analistas locales también visualizan a Uruguay por ese camino. Según la Encuesta de Expectativas Económicas que elabora mensualmente el BCU, en diciembre –último informe disponible al momento del cierre de la nota- la mediana de las respuestas sitúa a la economía uruguaya creciendo un 4% el año pasado y un 3,3% este. Los datos del cuarto trimestre de 2021 se publicarán en marzo de 2022.

Empleo               

El nivel de empleo es una variable relevante que se vio fuertemente afectada por la situación sanitaria. Sin embargo, previo a la pandemia el mercado laboral ya venía registrando un escenario complejo. Desde 2015 se observa un deterioro en el nivel de ocupación. En 2020 fue un año atípico: el empleo registró efectos negativos que eran esperables debido a la situación que se transitó en el país y el mundo. Con la recuperación de la economía el mercado laboral acompañó esta mejoría.

Según el Instituto Nacional de Estadística (INE), en noviembre de 2021, último dato disponible, la tasa de empleo fue de 57,2%. Si lo trasladamos a cifras, esto significa aproximadamente 1.659.000 ocupados. De las personas con empleo, 9,7% se encuentran subempleadas y 22,3% en situación de informalidad en su trabajo principal.

A su vez, la tasa de desempleo fue de 7,4% en noviembre, lo que se traduce en 132.000 personas que declaran no tener trabajo y buscar activamente uno.

Según el INE, la tasa de desocupados en 2019 fue de 8,9% y con las restricciones de actividad producto de la pandemia este indicador registró un salto y se ubicó en 10,4% en 2020.

El mercado laboral presenta señales de mejoría en lo que va del año y se proyecta que se continúe por esta vía. Pero se debe tener en cuenta los desafíos propios que presentan muchas ramas de actividad, que son previas a la pandemia.

Inflación y dólar

El nivel general de precios de una economía es un dato que se sigue con atención por todos los agentes económicos, y a pesar de que por un periodo había registrado un alivio, en los últimos registros volvió a situarse por encima del rango meta (3% a 7% anual). En diciembre la inflación media a través del Índice de Precios al Consumo (IPC) registró una variación de -0,1% en el mes.

En el registro interanual, la inflación fue de 8% y por séptimo mes consecutivo se ubicó afuera de la meta impuesta por la autoridad monetaria.

Los analistas que responden la encuesta del BCU sobre las expectativas de inflación proyectaron en diciembre que el año pasado cerraría en 7,9% y que este año se ubicaría en 6,9%.

El dólar en los mercados de cambios locales en 2021 creció un 6%, el interbancario billete en los últimos tres meses se situó en el entorno de los 44 pesos por dólar. Según los analistas que responden la encuesta de expectativas del BCU, la mediana de las respuestas ubica el valor de la divisa al cierre de este año en 46 pesos por dólar.

En este contexto, a nivel internacional también se está visualizando un posible cambio de rumbo en la política monetaria de Estados Unidos. El comportamiento al alza que registra la inflación en el país del norte pone presión sobre la Reserva Federal (FED) respecto a mantener las tasas de interés de referencia en niveles históricamente bajos. Algunos analistas pronostican que se comience la suba paulatina de tasas de interés antes de lo previamente proyectado y visualizan en el entorno de tres subas este año.

(*) Economista, integrante del departamento de Consultoría de Carle & Andrioli, firma miembro independiente de GGI Global Alliance