Rusia despierta dudas por el dramático aumento de la mortalidad

Moscú, 29 dic (EFE).- El dramático incremento de la mortalidad en los últimos meses en Rusia, que ascendió un 55,6 % en noviembre, ha arrojado una sombra de duda sobre el saldo oficial de muertos por covid-19.

Según Rosstat, la agencia estatal de estadísticas, entre enero y noviembre de este año la mortalidad aumentó en un 13,9 % (casi 230.000 decesos) en comparación con el mismo período de 2019.

MORTALIDAD EN TIEMPOS DE PANDEMIA

Si empezamos a contar en abril, cuando la pandemia golpeó con fuerza este país, el aumento es aún mayor, ya que el número de muertos, según otras fuentes, se incrementó en un 20,5 %.

El mayor aumento de la mortalidad se produjo en noviembre, un 55,6 % (78.500), mientras en octubre el alza fue del 30,3 % (47.800), respecto a los datos de los mismos meses de 2019.

En cuanto a Moscú, epicentro de la pandemia, según informó hoy el departamento de Sanidad de la capital rusa, la mortalidad creció un 48,6 % (4.730) en noviembre.

Estas cifras de muertos contrastan con los 55.827 muertos por covid reconocidos por las autoridades rusas a día de hoy. Rusia es el cuarto país en número de contagios con 3,1 millones y séptimo en decesos, muy por detrás de EEUU, India, Brasil o México.

Y también ponen en duda la afirmación del presidente Vladímir Putin de que Rusia ha afrontado «en parte, quizás, mejor que otros países que con razón están orgullosos de su economía y del desarrollo de sus servicios sociales y sistemas sanitarios».

Eso sí, con el inicio de la vacunación masiva en todo el país el pasado 15 de diciembre y el aumento de la producción del preparado ruso, Sputnik V, el Gobierno espera revertir esa tendencia en los primeros meses de 2021.

Desde el estallido de la pandemia, los índices de mortalidad siempre han despertado suspicacias en este país, que utiliza unos parámetros diferentes para contar los muertos por coronavirus que los países occidentales.

En Rusia sólo aquellas muertes cuya causa directa es el coronavirus son incluidas en el saldo mortal por covid-19, cuando en otros países se cuentan todos los fallecidos cuya autopsia revela que contrajeron el virus.

«Rusia no oculta ni el más mínimo dato sobre mortalidad. Más aún, desde el principio publicó todos los datos de mortalidad general y por coronavirus», respondió a los críticos Tatiana Golíkova, vice primera ministra rusa.

EL DEDO EN LA LLAGA

Rosstat mete el dedo en la llaga al afirmar en su comunicado que en noviembre murieron 35.645 infectados con coronavirus, aunque ésta no fuera la causa principal de su deceso.

Dentro de esa cifra, 19.626 fallecieron directamente debido al covid-19, número que no deja en buen lugar el cómputo realizado por las autoridades sanitarias.

En octubre, los muertos directamente por coronavirus ascendieron a 13.000 de un total de 24.300, lo que indica que Rusia ha vivido desde el verano una auténtica segunda ola de contagios coincidiendo con el regreso de muchos rusos de las dachas o casas de campo, debido a la bajada de las temperaturas, y el inicio del curso escolar.

En la capital, según el departamento de sanidad, murieron 4.542 personas con coronavirus en noviembre, lo que representa el 97 % del incremento de mortalidad. De ellos, 3.418 enfermos fallecieron el mes pasado directamente de covid-19, una quinta parte del total en Rusia.

EL GOBIERNO SE EXPLICA

Golíkova, coordinadora nacional de la lucha contra la pandemia, contribuyó aún más a la confusión al informar de que más del 81 % del exceso de mortalidad en los primeros once meses del año tiene relación directa con el coronavirus.

«Más del 81 % del incremento de la mortalidad se debe al covid y a los efectos de la enfermedad del coronavirus», señaló.

Destacó que el coronavirus repercute en la gravedad de las enfermedades cardiovasculares, en los infartos, derrames cerebrales, afecciones endocrinólogas y otras.

Aunque recordó que aquellos que tienen problemas cardíacos, respiratorios y nerviosos tienen más probabilidades de contraer el virus, Golíkova admitió que Rusia y otros países aún tienen que analizar si el aumento de la mortalidad es debido exclusivamente al coronavirus o a enfermedades corrientes.

MOSCÚ ALARGA LAS VACACIONES NAVIDEÑAS

Fiel a su comportamiento desde el comienzo de la pandemia, el alcalde de Moscú, Serguéi Sobianin, apostó hoy por la precaución y prolongó una semana, hasta el 17 de enero, las vacaciones de escolares y universitarios.

«Las largas vacaciones permitirán estabilizar la enfermedad del covid-19… Así, en enero podremos evitar la introducción de medidas nuevas y totalmente indeseables», dijo.

En el marco de la vacunación masiva, que comenzó en Moscú el 5 de diciembre, adelantó que a partir de este miércoles también se podrán vacunar estudiantes mayores de 18 años y obreros de la construcción.

«Ahora nos encontramos en el mismo pico de la pandemia», alertó el alcalde.

Ignacio Ortega