Academia Nacional de Economía homenajeó la trayectoria de Carlos Steneri

“Pude completar mi vocación de economista, pude servir a mi país”

“El país le debe mucho”, “le debemos todo”, “debemos agradecer”. La deuda que tiene el país con Carlos Steneri fue uno de los principales conceptos que manejaron los oradores del homenaje realizado por la Academia Nacional de Economía a la trayectoria del reconocido economista uruguayo. En el evento se destacó su profesionalismo, su carácter y sus acciones, que permitieron que Uruguay hoy cuente con la reputación y la confianza internacional que tiene.

Por Ricardo Delgado | @ricardo_dl

La destacada concurrencia, entre los que se encontraban el expresidente Julio María Sanguinetti; la ministra de Economía, Azucena Arbeleche; varios exministros, expresidentes del BCU, jerarcas de diversos organismos públicos y reconocidos expertos locales, daban cuenta de la calidad de la persona homenajeada.

Carlos Steneri, licenciado en Economía por la Universidad de la República y máster en Economía por la Universidad de Chicago, trabajó en la OPP y luego ocupó un rol clave como agente financiero de Uruguay ante EEUU y Canadá. “Fue la gran decisión de mi vida, eran dos años y se convirtieron en 21”, recordó Steneri en el evento.

La calidad de los oradores elegidos para hablar “de Carlos”, también reafirmaba la relevancia del homenajeado: dos exministros de Economía, Ignacio de Posadas y Luis Mosca, y la leyenda viviente de la economía uruguaya, Enrique Iglesias.

De Posadas rememoró que conoció a Steneri en 1992, “cuando Lacalle me zampó el Ministerio de Economía”. Recordó varias anécdotas personales y no faltaron los elogios: su prestigio, capital acumulado, lealtad, transparencia. “Es una persona que dice las cosas con afecto y firmeza”, destacó De Posadas, quien definió a Steneri como “un Chicago boy criollo”.

Como no podía ser de otra forma, también se refirió a la participación clave de Steneri durante la crisis de 2002 en las negociaciones con el gobierno estadounidense y el FMI para lograr el salvataje financiero. “El país le debe mucho”, concluyó.

“Luchando solos”

Enrique Iglesias quiso destacar a Steneri desde tres dimensiones. La primera de ellas, como economista, “uno de los mejores de los últimos años”, no solo por cómo analiza los hechos que se dan, sino cómo los observa “desde una visión mucho más general”, sabiendo que lo social y lo político juegan un papel muy importante.

La segunda se refirió a su papel, junto a otras personas, en la crisis del 2002, “aquel famoso domingo” (4 de agosto) de intensas negociaciones con el subsecretario del Tesoro estadounidense John Taylor y representantes del FMI (en contra de otorgar la asistencia financiera). “Eran Carlos y sus amigos luchando solos”, remarcó. Iglesias elogió que el éxito de esas negociaciones repercutió en la solidez institucional que tiene hoy Uruguay y hace que estemos en una situación dramáticamente diferente a la de Argentina en términos económicos.

Por último, resaltó el lado personal de Steneri, valorando su sentido común, su firmeza, pero transmitiendo todo “con calma” y de una forma que “soluciona problemas”. “Le debemos todo”, sentenció.

Una política de Estado

Finalmente, Mosca comenzó recordando que Steneri fue parte de la primera generación de economistas, cuando se separaron las carreras de economista y contador en la Facultad de Ciencias Económicas y Administración. Luego se enfocó en su participación en la función pública y especialmente en la representación financiera de Uruguay.

En particular, se refirió a tres hitos en los que estuvo vinculado Steneri: en el año 93, la emisión del primer bono soberano; en el 97, la obtención del grado inversor (“yo tenía miedo de ir a una calificadora, Carlos insistió en tirarse al agua. Nos tiramos y nos fue muy bien”, señaló Mosca); y finalmente en el 98 cuando Uruguay logró colocar el primer bono global a 30 años.

Obviamente, no faltó la mención a la salida de la crisis del 2002 y, para concluir, Mosca destacó la importancia de las políticas de Estado y el hecho de haber dejado atrás “ciertas discusiones” como el eslogan del “no al Fondo”. “Se ha consolidado una política de Estado. Es la reputación que se ha ganado el país, y eso es lo que le debemos agradecer a Carlos”, concluyó.


Todo el mundo de pie

Al hacer uso de la palabra, un visiblemente emocionado Steneri desparramó agradecimientos. Primero para quienes fueron sus compañeros en el inicio de la profesión, en la que “íbamos rumbo a lo desconocido”. Luego a su proceso de conversión en un servidor público, punto en el que agradeció especialmente a otras figuras presentes, como Ariel Davrieux, Ricardo Pascale y Ricardo Zerbino.

A finales de los años 90, Steneri fue diagnosticado con cáncer, una situación compleja que fue mencionada por todos los oradores, quienes destacaron su lucha contra la enfermedad, pero sin dejar de trabajar en sus deberes para con el país. El propio Steneri se refirió a la situación, agradeciendo a los amigos y familia que lo acompañaron en ese difícil momento, y en particular agradeció visiblemente emocionado al expresidente Julio María Sanguinetti. “En los avatares de la vida y luchando entre agujas y cosas varias para salir del paso, recibí una llamada del presidente Sanguinetti, a quien no conocía personalmente, pero que me dejó marcado”, señaló.

“Pude completar mi vocación de economista, pude servir a mi país y pude aquilatar una enorme cantidad de amigos que fueron mis jerarcas, que fueron mis colegas, en momentos difíciles, en momentos en que, cuando uno está en la lucha en la trinchera, pueden aparecer las dificultades, los egoísmos o los dobleces. Nunca vi nada de eso y eso me honra profundamente”, sostuvo.

Por último, agradeció a su esposa, “que tuvo el coraje de casarse con un estudiante de economía”, a sus hijos y nietos.

Al finalizar su oratoria, Steneri fue aplaudido de pie por todo el auditorio.