Aishemberg: “Hoy estamos caros frente al mundo y están llegando competidores nuestros con menores precios”

Teresa Aishemberg, secretaria ejecutiva de la Unión de Exportadores del Uruguay

En vistas de los recientes acontecimientos que impactaron directamente en el flujo económico del país, CRÓNICAS consultó a Teresa Aishemberg, de la Unión de Exportadores, para abordar en una entrevista los principales puntos de importancia que conciernen al sector. La ejecutiva mostró preocupación por la caída en las exportaciones, resaltó el crecimiento de los servicios digitales que exporta Uruguay y afirmó que “tenemos que seguir insistiendo en poder avanzar en mejorar nuestro comercio con la región y salir a buscar nuevos acuerdos con el resto del mundo”.

-El año pasado se cerró con exportaciones récord medidas en dólares, pero el 2023 arrancó con importantes caídas. ¿Cómo analizan el desempeño en general del sector exportador?

-Las exportaciones en mayo cayeron por noveno mes consecutivo y esta vez la caída fue de 31,2%. Esta baja se explica principalmente por las menores ventas a China, que completó un año de caídas de carnes, semillas, madera y pescado. Otro segmento que cayó fueron las ventas a Brasil, por menores ventas de semillas y vehículos, y también las ventas a Estados Unidos por menores ventas de soja. Por sectores, cayeron la carne, las semillas, lácteos, cereales, productos de molinería y vehículos. Entonces, estos datos siguen reflejando un cambio en el contexto internacional, que se inició el año pasado por menores precios de exportación y perspectivas de crecimiento muy magras a nivel mundial. Y China, como mencioné anteriormente, completó un año en baja. Además, el dólar en Uruguay se mantuvo sin cambios en mayo de punta a punta y acumula una baja de 3,22% en lo que va del año. Sin embargo, en otros países, notamos que se registraron aumentos tanto en mayo como en el acumulado, por lo que se continúa ampliando la diferencia cambiaria que se generó el año pasado y eso nos preocupa por el encarecimiento relativo de nuestros productos y servicios frente al mundo y la pérdida de competitividad que significa. Entonces, hoy estamos caros frente al mundo y están llegando competidores nuestros con menores precios.

-El sector exportador es muy amplio, ¿se puede hablar de algunos ganadores y perdedores? ¿Cuáles son los sectores más afectados por la situación?

-Hay productos que se vieron beneficiados por el aumento de precios, pero no fueron todos, por lo que hay sectores que no dependen de los precios internacionales, entonces, si tomamos el dato anual de 2022 y lo contrastamos con el de 2021 y comparamos los dólares por tonelada de un año a otro, los capítulos a dos dígitos que se mantuvieron estables o cayeron fueron, entre otros, los productos de origen animal, cereales, gomas y resinas, residuos y desperdicios, cal y tierra, que son productos que no dependen de precios internacionales. La industria química, las manufacturas de cuero y lana, tejidos y textiles, máquinas y herramientas, sí son productos que se encarecen, no pueden trasladar los aumentos a sus clientes y no dependen de precios internacionales, por lo tanto, no se han visto beneficiados o están más impactados.

-La exportación de servicios digitales ha sido un impulso para la economía. ¿Está llamado a ser un sector clave para el comercio exterior de Uruguay?

-Es un sector clave de la economía uruguaya. De hecho, tenemos datos que el Banco Central de Uruguay (BCU) presentó en diciembre sobre exportación de servicios y vemos que este segmento aumentó un 43,7% en el 2022, con ingresos de hasta US$ 5.449 millones, frente a los US$ 3.699 millones de 2021. Vemos que este incremento respondió principalmente a la recuperación del turismo receptivo. Este segmento volvió a ocupar el primer lugar del ranking de los sectores de exportación de servicios, con el 32% del total. De todas formas, el turismo todavía no alcanzó los niveles de 2019, donde exportamos US$ 2.249 millones. En segundo lugar del ranking está el sector de servicios empresariales, que alcanzó un incremento de 12,8%, y en tercer lugar el sector de informática y telecomunicaciones, que creció 19,8%. Entre ambos sectores, está implicado el 48,8% de la exportación de servicios. Todos los servicios de exportación aumentaron en el 2022, a excepción de seguros y pensiones que cayó 1,3%. Entonces, los servicios digitales constituyen un sector relevante y desde la Unión de Exportadores estamos trabajando con este sector para que siga creciendo como con todos los sectores, pero lo hemos incorporado al ADN de los exportadores porque viene creciendo y es muy importante para el país.

-¿Qué perspectivas de demanda internacional y de precios tienen para lo que resta del año?

-Estamos esperando que en este segundo semestre se revierta la situación con China y que volvamos a tener la dinámica que teníamos hasta ahora. Hace un año que China viene cayendo en sus compras. Entonces, si esta situación se revierte, podremos comenzar otra vez a ver crecer nuestras exportaciones, pero para eso tenemos varios asuntos. Tenemos que ayudar a que haya mayor apertura de mercados, ya sea a través de más acuerdos comerciales preferenciales u otros mecanismos, que podamos ingresar a los mercados al menos en igualdad de condiciones con nuestros competidores, ser más competitivos, pero tampoco alcanza con tener acuerdos y bajar aranceles. De nada sirve esto si no logramos llegar con bienes y servicios de calidad, a precios competitivos. Y para esto, hay que hacer un trabajo a la interna para bajar los costos para producir, los costos logísticos, los costos burocráticos y los costos ocultos, algo que evitaría esos gastos que disminuyen la competitividad.

Asimismo, debemos ser un país mucho más digital, un apartado sobre el que se ha avanzado bastante, pero aun así debemos seguir progresando para estar en los primeros lugares, como también tener tecnología aplicada, innovación y aumentar la productividad.

-¿Fue un error intentar desmarcarse del Mercosur sabiendo que China no iba a querer avanzar sin el visto bueno de Brasil?

-Esto se trata de construir puentes y relaciones con China de distintas formas, para que nosotros podamos ir avanzando en ese mercado. Pero más allá de este asunto, hemos avanzado mucho. Hoy China tiene una situación coyuntural que impide que sigan comprando. Una vez que el shock disminuya, va a tener que salir a comprar al mundo y entonces nosotros debemos tener prontos nuestros productos de calidad y a los precios que necesita China. A su vez, el Mercosur es una realidad y tenemos que ver cómo seguimos vitalizándolo porque hay muchas empresas que dependen de exportar al Mercosur y no pueden redireccionar hacia afuera de la región. Por eso, hay que seguir avanzando en los mejores acuerdos entre los países de América Latina, porque allí es donde van nuestros productos industrializados. Se debe tener en cuenta que el destino de importación del Mercosur es el destino de cerca de 400 empresas uruguayas y hay unas 250 que solo exportan al Mercosur. Podrían ser muchas más empresas que pudieran exportar a más países en América Latina, y es por eso que no podemos elegir entre Mercosur sí o Mercosur no, como muchas veces se ha planteado. Sí tenemos que seguir insistiendo en poder avanzar en mejorar nuestro comercio con la región y salir a buscar nuevos acuerdos con el resto del mundo.


Nuevos desafíos en un mundo más proteccionista

-¿Cómo se pueden lograr acuerdos multilaterales en un mundo cada vez menos globalista?

-Lo que está pasando es que el mundo cada vez está más proteccionista, entonces, vamos a tener que trabajar para ser más competitivos, para bajar costos internos, seguir trabajando en sostenibilidad, porque va a ser un sello que nos permita entrar en esos países que hoy empiezan a exigir muchos indicadores para comprar. Entonces, ahí es donde debemos seguir insistiendo. Uruguay ya ha hecho mucho para liderar en esta materia y nuestra escala nos debería permitir ir más rápido y posicionarnos a través de una competitividad sostenible. Además, la exportación es la única forma genuina de crecer en un país con un mercado interno pequeño como es el uruguayo. Por lo tanto, esta es la forma de generar puestos de trabajo de calidad y mejorar la calidad de vida de los uruguayos.


La necesidad de bajar costos y capacitar recursos humanos

-Más allá del dólar, ¿cómo se puede hacer para mejorar la competitividad de Uruguay?

-Tenemos que bajar los costos. Cuando hablamos de bajar costos, tenemos que pensar en los costos laborales, tributarios, logísticos y mejorar la calidad de los servicios. Hay otros aspectos que son de mediano y largo plazo, sobre los que si no se avanza no se concretarán, como la apertura de mercados, seguir capacitando a los recursos humanos en todos los niveles, tener la capacidad rápida de readaptarse a las nuevas tecnologías, reducir la burocracia y los trámites, entre otros aspectos, que hacen a un país competitivo. Hay rankings de países, pero nosotros todavía tenemos mucho que pedalear y hay un tema pendiente que es la productividad, en todas las empresas del país. Hay empresas que están trabajando en ello y otras que están por empezar. También, nosotros estamos trabajando desde hace tiempo, pero con pocos resultados, sobre la estrategia de exportaciones clara, para que sepamos hacia dónde vamos y ver qué acciones hay que tomar para llegar a ese objetivo, que vaya más allá de los gobiernos. Es una estrategia política de Estado, que ponga el foco en el desarrollo a partir de las exportaciones de bienes y servicios y alinearnos todos para que el país pueda salir adelante con ese norte.


El rol del puerto y la importancia de bajar tarifas

-¿Le preocupa la situación generada en el puerto de Montevideo a raíz del acuerdo con Katoen Natie?

-Como nos concentramos en un tema tarifario, lo que hemos visto es que la empresa se ha comprometido a la baja de las tarifas, ha hecho un esfuerzo en ese sentido, pero aún no es suficiente. Por eso estamos trabajando junto a ellos para continuar en este sentido. Esto es una forma de defender que todas las exportaciones salgan por nuestro puerto de forma competitiva. Nuestro objetivo es mejorar la competitividad. El puerto es un factor importante, es fundamental defenderlo y que se bajen las tarifas para que los barcos vengan.